Ante las publicaciones y reportajes que le dedicaron algunos medios de comunicación con motivo del Día Internacional de la Mujer a la chofer de autobuses Ivonne Morales, no le faltaron pa’ pronto dos o tres que le saltaron para señalar que los méritos que se le atribuyen como primera conductora de autobuses de la línea de transporte JuárezBus, se deben más que nada a ser familiar de los dueños de los camiones.

Según las mironianas fuentes, pa’ pronto se armó la grilla en los grupos de choferes en Facebook para señalar los logros de Ivonne, mencionándola como “una hija de papi” que tuvo la suerte de nacer en cuna de concesionarios y de ahí el privilegio de haber sido la “primera” conductora de la ruta del BRT2.

Los comentarios que se dejan ver en las redes dicen que la señora Ivonne solamente se sube al camión para las entrevistas, pero que no trabaja al parejo de los demás conductores de la línea de transporte, es decir, que nomás se pone para la foto.

Sus defensores, sin embargo, señalan que la dama sabe manejar el camión oruga y tiene modales, detalle que hace mucha falta en las ruteras hoy por hoy para el trato con los usuarios.

Los adoloridos choferes aseguran que antes de Morales hay otra conductora a la que nombran como “Clau Bombón”, de quien dicen, ella sí se merece todo el reconocimiento de ser nombrada como chofer, ya que se la rifa al igual que ellos los turnos completos.

Vaya usted a saber si son peras o manzanas o meras habladurías producto de las guerras intestinas que se viven en el mundillo del transporte público.

Lo que sí es un hecho y una necesidad, es que hace falta más mujeres choferes en las distintas líneas de transporte que operan en la ciudad, en estos tiempos de cambios de unidades, de aumentos de tarifa y reestructuración de las concesionarias, poner atención en la cuota de género, bien pudiera marcar la diferencia en el servicio.