De domingo a domingo muy poco se ha movido en el escenario político electoral. Podemos relativizar que siete días son un polvo para las actividades ordinarias, pero serán eternos para los que andan con el Jesús en la boca en la campaña electoral; a ellos les restan solo 15 días para conseguir votos entre los electores.
Los doctorados en estrategia electoral calculan que las definiciones deben madurar por completo entre la semana que está transcurriendo y la que inicia, lo cual nos indicaría que al siguiente domingo prácticamente estará la suerte echada para los competidores. Los ganadores, a festejar; los perdedores, a llorar, lamentarse y echar la culpa a todo mundo de su propio fracaso.
El escenario estatal dio poca nota. Enrique Serrano siguió en la espalda de una poderosa estructura partidista que le arma eventos tumultuosos; Javier Corral mantuvo su estrategia proselitista a través de redes e intentando jalar voluntades con algunos pronunciamientos mediáticos dirigidos contra Serrano (sin mencionarlo por su nombre) y contra el gobernador Duarte.
Chacho Barraza ha querido llamar la atención con eventos como plantones de sus seguidores afuera del PRI estatal y de Palacio de Gobierno, más los obligados recorridos por pueblos y ciudades; Félix Muñoz, de Morena; Cruz Pérez Cuéllar, de Movimiento Ciudadano, y Jaime Beltrán del Río, intentando fortalecer sus cuadros para que al menos se sienta su presencia.
Todo ese trabajo queda ubicado dentro de lo estrictamente normal, razón por la que no podemos decir que los números estadísticos presentados hasta ahora hayan variado de manera evidente o extraordinaria. Cualquier movimiento inusual lo hubieran detectado las encuestas y sus beneficiarios lo habrían publicitado como descubrimiento de obra inédita de Stephen Hawking.
De no ser los últimos por la insistencia de Corral de beneficiar al independiente Chacho con sus votos, o viceversa, para al menos “rescatar la utilidad” de los sufragios de ambos, no hubiera habido nota de portada entre los abanderados a la gubernatura.
Esa posición del nominado panista no tiene otro significado que su falta de confianza en ganar por sí solo el 5 de junio, o que sea el independiente quien se alce con la victoria. Tácitamente dice Corral que solo con ambas fuerzas unidas podrían derrotar a su principal opositor, el PRI y sus partidos aliados. Ha mantenido esa postura ya por 15 días. Ya suena a obsesión, porque Barraza le ha contestado en todos los idiomas que ha decidido no aceptar una alianza de esa naturaleza.
Faltaría por saber si en las nuevas encuestas que deben aparecer estos días tuvieron impacto entre las candidaturas a gobernador los debates municipales de Chihuahua capital y Juárez, en los que, por extraño que parezca, fue prácticamente ignorado el nombre de Enrique Serrano tanto por los independientes como por los otros candidatos de partidos.
Los suspirantes por las alcaldías armaron algo de relajo con los debates para sus propios proyectos y quizá consiguieron mover los números un poco, pero repite Mirone, no alcanzó para la contienda por la gubernatura; menos en Juárez, donde Serrano ha montado una estructura territorial que le garantiza sacar a votar a todo el voto duro el día D y cubrir el 100 por ciento de las casillas; al PAN no le da para cubrir ni el 50 por ciento.
Para efectos municipales, en Chihuahua capital la historia sigue también igual, con todo y que la candidata del PAN, Maru Campos, haya comprado la mitad de la portada del principal periódico impreso de la ciudad para publicitar que ganó el debate a su principal opositora, la priista Lucía Chavira.
Allá los números sacan chispas. Según los compradores de encuestas, en algunas Lucía aparece dos puntos arriba, pero en otras aparece hasta cuatro unidades encima la azul Campos; a nivel gubernatura Serrano está metido en esa misma dinámica de presión.
Lo cierto es que antes y después del debate municipal chihuahuita fueron movidas manos desde el tricolor para insistir, y “demostrar”, que empresarios priistas de Delicias han estado pasando la charola entre los suyos para fondear las actividades de la panista. Es el contexto del pleito irreconciliable prevaleciente entre el equipo de Marco Adán Quezada que busca la Presidencia municipal y el duartismo huésped con cada vez menos días en Palacio de Gobierno.
Maru se ha defendido con todo negando ese dicho y hasta mostrado como prueba algunos videos con publicidad por el mal servicio del transporte urbano, adjudicado por completo al Gobierno estatal.
Con estos detalles que seguramente aparecerán reflejados en las nuevas encuestas nos encaminamos al 21 de mayo, día del debate entre los candidatos a gobernador. Será en la capital del estado.
Solo un movimiento brusco, muy contundente, y respaldado por una campaña promocional extraordinaria, conseguiría dar un vuelco al actual estado de cosas. No se nota por dónde haya condiciones para alcanzar un milagro de ese tamaño pero todo puede suceder.
Debates… ¿cortina de humo?
Los debates oficiales municipales entre los candidatos y candidatas de Chihuahua y Juárez resultaron un verdadero bálsamo para los consejeros electorales, que no encuentran la manera de desmarañar la madeja de la elección, al cuarto para las 12.
A pesar de que la organización de ambos encuentros de candidatos corrió a cargo de los consejeros municipales, es decir, de las asambleas electorales de Juárez y Chihuahua, sirvió para calmar los ánimos de los partidos políticos que se habían encendido por el desatino en la organización del debate de los candidatos a gobernador, del que todavía no está dicho todo.
Fuentes bien enteradas confiaron que los consejeros municipales se anticiparon en todo a los estatales en la organización de sus respectivos debates, poniendo la muestra de que habiendo voluntad todo se puede.
El consejo estatal que preside Arturo Meraz no tuvo más remedio que apoyarse en estos, no a la inversa, porque si acaso envió a un productor técnico que ya estaba contratado, pero solo para la transmisión y difusión del debate de candidatos a gobernador.
Es decir, se vieron absolutamente rebasados en la organización de los debates, y por más que se intente decir que el consejero Gilberto Sánchez Esparza, presidente de la Comisión de Debates del Instituto Estatal Electoral, sacó adelante la organización de los mismos, los presidentes de las asambleas municipales pueden confirmar lo contrario.
Es por ello que los debates tuvieron tan poca difusión; no estaba en el alcance de las asambleas municipales hacer que los concesionarios de radio y televisión, obligados por la ley, se abrieran a la difusión y se concretaron a hacer lo que estuvo en sus manos.
Como decíamos, al cuarto para las 12 el IEE de Meraz entró a esa parte y de alguna manera –que por no tener la confirmación en este momento no diremos si hubo o no negociación económica, porque la ley prohíbe la contratación—pero entraron a la transmisión algunas estaciones de radio y sendos canales de televisión: el 44 en Juárez, por más que obvias razones, y en Chihuahua una retransmisión por el canal 28.
Pero en ningún caso se emitieron mensajes preventivos para invitar a que la ciudadanía estuviera pendiente de ver u oír el debate.
Así que la difusión fue básicamente por Internet, en donde no se tienen registros de cuál pudo ser el alcance.
En el caso de Chihuahua hubo otros detalles alternos al encuentro, como el hecho de no haber delimitado la zona en la que podían estar las respectivas porras partidistas y tampoco se pidió la presencia de elementos de Seguridad Pública, sino hasta el momento en que los ánimos estaban más que caldeados entre priistas y panistas en la explanada del Centro de Convenciones.
Otro detalle que molestó a los representantes de los medios de comunicación que fueron acreditados para cubrir el evento fue que solo se les permitió estar en el recinto unos cuantos minutos y después fueron alojados en una sala alterna para que “presenciaran” el debate a través de una pantalla.
Por ello, hay que resaltar el esfuerzo que hicieron los consejeros de las asambleas municipales. Por Chihuahua el consejo, encabezado por Alejandro Vidaña, que sin experiencia logró un buen encuentro entre los ocho aspirantes que se disputan la capital del estado. Del contenido de las expresiones ahí vertidas ya se ha dado bastante cuenta.
En el caso de Juárez, el presidente de la asamblea, Eduardo Borunda, ni siquiera tocó base con el estatal ni para amarrar la fecha, porque para nadie es desconocido el grave distanciamiento que existe entre este y el presidente Meraz, desde que inició el proceso electoral. El estatal ha menospreciado por completo al órgano electoral de esta frontera, que maneja el 40 por ciento del padrón del estado.
Por otra parte, decíamos líneas arriba que en el debate de los candidatos a gobernador no estaba todo dicho. No debemos olvidar que algunos partidos, sobre todo Acción Nacional, aceptaron a regañadientes la fecha que impuso el Revolucionario Institucional del 21 de mayo.
Porque apenas se dijo que sería ese sábado, a las 7 de la tarde, cuando los juarenses le recordaron a la autoridad electoral que ese día era el juego de la final de futbol que disputan Los Bravos de Juárez contra el Necaxa, partido en el que se juegan el ascenso a la primera división profesional.
Pero la historia del debate de candidatos a gobernador no se inscribió a partir del encuentro deportivo, sino que desde su origen encontró la resistencia de los representantes de los partidos cuando fueron convocados, tarde, a la primera reunión de la Comisión de Debates.
Según cuentan los que estuvieron, el encargado de la comisión, Gilberto Sánchez, les informó que habría dos debates, el primero el 4 de mayo y el segundo antes de concluir la quincena, uno en Juárez y otro en Chihuahua y les dio a conocer el resto de los detalles, dando por hecho que los representantes de los partidos aceptarían sin chistar.
Creyendo que todo estaba dicho, el consejero Sánchez se retiró a dormir sin mayores preocupaciones, pero los partidos políticos apenas comenzaban a regurgitar el coraje de verse ninguneados y pocas horas después tronaron contra “el acuerdo”, tildándolo de unilateral.
Tras bambalinas, el PRI acusó que el consejero Sánchez pretendía organizar debates a modo para el candidato panista y recordaron su filiación empresarial filopanista. Se quejaron de las formas y hasta de los modos y fueron ellos los que pidieron que se realizara un solo debate “por razones de agenda de su candidato”. Entre menos publicidad, menos problema para el voto duro.
Luego se sucedieron varias reuniones, ríspidas, en las que no se logró ningún acuerdo. En una de tantas celebradas unos días antes del 4 de mayo, la representación del PAN cuestionó si el órgano electoral estaba listo para realizar el primer debate para el día 4, la respuesta fue que no.
Posteriormente, el PAN aceptó que se realizara solo uno y de ahí surgió la fecha del 21 de mayo, pero a las 19:00 horas. Una semana después se determinó recorrer el debate a las 4 de la tarde a pesar de la oposición del PAN que insistía en cambiarlo al viernes 20 o al domingo 22 para salvar el asunto del partido de futbol; no fueron escuchados y se retiraron de la mesa.
Todavía el día en que se aprobaron los lineamientos del IEE para la realización de los debates –por cierto, casi quince días después de que se habían acordado los encuentros de Juárez y Chihuahua–, el PAN, por conducto de su representante Roberto Fuentes, intentó que se cambiara de día, pero ya la decisión estaba consumada.
El asunto, sin embargo, generó una sombra de inquietud entre los representantes de los partidos. La manera tardía del consejo de entrar en los debates sembró dudas. Ahora se preguntan si el resto de la elección estará listo para el día 5 de junio, porque no faltó quien recordara que los registros de los candidatos para alcaldes y diputados fue aprobado una hora después de iniciadas las campañas el día 28 de abril.
Seguramente el PRI entrará al quite de facto para suplir semejantes deficiencias del consejo electoral, pues no le conviene la deslegitimación del resultado en caso de seguir como van las cosas, ni tampoco le conviene la judicialización del resultado. Trabajo para Odorico Vázquez, Joel Sandoval y los enviados del comité nacional priista expertos en esas tenebras.