Entre lo sutil y lo sustancial hay mucha diferencia, pero debe entenderse lo primero para luego comprender lo segundo. Lo más importante necesariamente tiene paso obligado por lo menos relevante.
En ese marco debemos revisar algunas situaciones “menores” que suceden en la actualidad política del estado para tratar de visualizar su futuro y el futuro de los actores que ven en el próximo quinquenio –ya no será sexenio– su quinquenio, su oportunidad… y, en algunos casos, su última oportunidad.
Un detalle de poca monta es que el delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en Chihuahua, Julián Luzanilla, haya optado por los subterráneos para hacer llegar grandes apoyos a los Gándara de su estado natal, Sonora, que compitieron contra la Pavlovich Claudia, hoy risueña gobernadora electa.
El asunto menor se convierte en mayor cuando entra en escena el nombre del padrino de la Pavlovich, el virtual nuevo dirigente nacional del Revolucionario Institucional, Manlio Fabio Beltrones, quien apostó su resto completito en ese proyecto.
Luzanilla era poco en Sonora y hoy es nada. En Chihuahua la fortuna le ha sonreído con generosidad casi filantrópica. Puras caritas felices a lo largo de su prolongada estancia como delegado del PRI. Se hizo del control de los penales de la entidad a través de su paisano y operador número uno, Eduardo Guerrero.
Para el gremio político de Chihuahua, la importancia de Luzanilla estriba en que su buena estrella la alcanzó al amparo del poder estatal. Palacio lo cobijó y lo convirtió en uno más de sus hijos adoptivos.
Debemos tomar en cuenta, por lo tanto, la memoria de Manlio Fabio –no es rencoroso, tiene buena memoria– al momento en que tome decisiones partidarias en relación con Chihuahua. ¿Hasta dónde relacionará a Luzanilla como patrocinador de los Gándara con Palacio de Gobierno?, pues hasta donde haya habido relación. Si no la hubo, de nada tendrá que preocuparse Palacio.
Otro detalle menor es el evento de “la unidad priista” que el tricolor llevó a cabo en la ciudad de México para dar calor a su primer priista, el presidente Enrique Peña.
El dirigente nacional de los jóvenes del PRI, el chihuahuense James Barousse, llevó una bien organizada porra, principalmente de Chihuahua capital y Juárez, para gritar vivas al gobernador Duarte. Fueron sofocados por los bien entrenados “porristas institucionales”, los jóvenes del Instituto de Capacitación (Icadep), pero quedó registrado el hecho en los rostros del aún dirigente priista y futuro líder del PRI en la Cámara de Diputados César Camacho, de Manlio Fabio y también del mismo presidente Peña Nieto.
Mirone sabe también que Emilio Gamboa Patrón, el tiburón líder del PRI en el Senado de la República, ya no trae el mismo ánimo hacia el régimen chihuahuense, no obstante que ha sido beneficiario del mismo y que prácticamente se tiró a matar para convertir a Aurelio Nuño como dirigente nacional del PRI, o a Enrique Martínez, o al gobernador Duarte.
Conocedor profundo de las consecuencias de las derrotas, sean internas o externas, sabe cuándo son tiempos de avanzar sobre el terreno de la guerra, cuándo detenerse y cuándo reestructurar ejércitos. Lo sabido estos días es que le interesa más la elección federal 2018 que Chihuahua 2016.
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Palacio de Gobierno ha tenido en el Congreso del Estado sus mejores refuerzos políticos. Los diputados de oposición han cumplido y seguirán cumpliendo hasta el último suspiro del sexenio su papel de subordinación. Ese es el acuerdo con el gobernador, quien hábilmente los jaló hacia sus causas desde el inicio del periodo legislativo: Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo, el Panal, el PRD y el Verde han sido la misma cosa que el PRI. El PAN escapó en parte al control total solo por la visión pragmática de su coordinador César Jáuregui.
A pesar de ello no debe perderse de vista el escenario nacional para revisar el papel de esos partidos políticos a nivel local en los siguientes meses, y por lo tanto en el 2016. Ahí se prevé que el PRI reduzca de manera importante su margen de maniobra en Chihuahua. Además, los acuerdos serán a nivel nacional, no estatal.
El Partido del Trabajo está perdiendo “la mitad de su registro” porque hace mucho perdió su independencia y por lo tanto las simpatías de sus propios electores; el Verde sufre su peor crisis de imagen debido a sus sistemáticas prácticas de corrupción; el Panal también ha desmerecido considerablemente por la división en su principal soporte electoral, el SNTE; el PRD no halla si continuar siendo PRD o afiliarse a Morena después de que las huestes de El Peje se han hecho del control del DF y van en sprint frenético hacia la Presidencia de la República.
Ya conocemos la posición de Morena en Chihuahua, de confrontación abierta hacia la corriente priista que maneja Palacio de Gobierno y aliado con uno de los precandidatos del PAN a la Gubernatura: Javier Corral Jurado.
El Movimiento Ciudadano anda alzadito. No quedará en Chihuahua piedra sobre piedra del diputado local de ese partido Fernando Reyes, entregado en cuerpo y alma a Palacio a cambio de muy poca cosa: dinero, y en centavos, ni siquiera pesos.
Dante Delgado y su partido se apersonarán en Chihuahua con candidato propio o con candidato independiente –anda en misteriosos encuentros con El Bronco, de Nuevo León–. Tomó mucha fuerza en las elecciones federales y seguro buscará incrementarla en los 13 estados donde habrá contienda el año próximo. Ya se sienten con la Gubernatura de Jalisco en las manos. Nomás para empezar. Es remota una alianza con el PRI.
Repite Mirone: los diputados locales del PAN no serán mayor problema para el PRI y para Palacio en los siguientes meses debido al provechoso entendimiento personal entre los Césares, pero la dirigencia estatal encabezada por Mario Vázquez sí está empeñada en asumir un papel duro, no solo porque estamos en la antesala de la campaña por la Gubernatura, sino porque la personalidad chaparrita –por decir lo menos– del dirigente blanquiazul terminó por ser rechazada en Palacio. Recordemos que en un tiempo Vázquez era visitante frecuente de la Casa de Gobierno, ubicada a unos pasos de sus oficinas en el Comité Directivo Estatal.
Los eventuales acuerdos y situaciones delicadas entre el PRI–Palacio y el PAN serán resueltas a nivel nacional porque es allá donde se ha mantenido la comunicación y el entendimiento entre Los Pinos y el actual dirigente nacional, Gustavo Madero Muñoz, virtual líder del grupo parlamentario azul en la Cámara de Diputados, manejador de Ricardo Anaya, precandidato a gobernador por Chihuahua y con intereses económicos enormes en esta entidad. Es mucho lo que se juega él en 2016 como para dejarlo en manos locales.
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Otro tema que ahorita no es tan importante, pero que trae movimientos extraordinarios de los grupos políticos, inclusive más allá de los intereses institucionales de los propios partidos políticos, es la integración del órgano electoral que regirá la elección del 2016 (Organismo Público Local Electoral).
De la conformación de ese órgano tendremos una prueba sobre la nueva correlación de fuerzas entre el PRI de Chihuahua, el PAN de Chihuahua, el PRD de Chihuahua, las dirigencias de esos partidos a nivel nacional, Los Pinos –por supuesto– y el Instituto Nacional Electoral de Lorenzo Córdoba.
Para mejor comadreo y análisis de los lectores mencionemos los nombres de todos los candidatos y candidatas a las consejerías electorales porque de ahí saldrán los siete buenos y buenas:
Saúl Eduardo Rodríguez Camacho, José Ramírez Salcedo, Gilberto Sánchez Esparza, Arturo Meraz González, Roberto Piñón Olivas, Jesús Miguel Armendáriz Olivares, Rodrigo Ramírez Tarango, Alejandro Gómez García, Adrián Jáquez Flores, Jorge Claudio Jaramillo Andrade, Lorenzo Arvizo Bencomo, Auden Acosta Royval, Fernando Antonio Herrera Martínez, Ricardo Humberto Gándara Hernández, Héctor Luis García Martínez y Alonso Bassaneti Villalobos.
Entre las mujeres finalistas aparecen Christian Janeth Zamarripa Gómez, Julieta Fuentes Chávez, María Elena Cárdenas Méndez, Mirna Alicia Pastrana Solís, Gabriela Espinoza Méndez, Silvia Laura Lechuga Méndez, Thlie Macías Carlos, Luisa Fernanda Villarreal Stophen, Amelia Lucía Martínez Portillo, Claudia Arleth Espino, Mónica Sofía Soto Ramírez, Ana María de la Rosa Carpizo y Blanca García de la Cadena.
De todos, solo una sería candidata del gobernador: Silvia Lechuga, quien por un supuesto “error de comunicación” adjudicado al presidente del Tribunal de Justicia, José Miguel Salcido, no llegó como magistrada del propio órgano judicial y hoy le estarían retribuyendo con espacio en el Oples.
Todos los demás son abanderados de grupos, no de partidos. Los impulsan fuerte el propio José Miguel Salcido, el secretario general de Gobierno Mario Trevizo, el coordinador del PAN César Jáuregui, el Dhiac–Yunque, la senadora Graciela Ortiz, el reyesbaecismo, la masonería, el propio presidente del INE Lorenzo Córdoba, la tía Tencha (del PRD), Lilia Aguilar del PT.
Hasta ahora, el promedio de las tres calificaciones obtenidas es arriba de 8 para nueve de los hombres y sólo tres de las mujeres; el resto quedaron hacia abajo, incluido el presidente del Instituto Estatal Electoral, Fernando Herrera, de quien en tono de broma se dice que pedirá revisión de sus números porque su promedio quedó muy abajo y no se explica por qué: 7 (una de las tres fue de 5).
Esas calificaciones, ya se sabe, no son las definitivas, sino las que obtengan de las entrevistas personales que siguen –agendadas para el mes entrante–, y sobre todo del resultado que obtengan sus correspondientes padrinos en los intensos cabildeos ya en marcha. Todos se están gastando algunos ahorros en viajes a la Ciudad de México porque de allá viene la decisión final.
¿Quiénes tienen la última palabra?: pues por supuesto Gobernación federal, Manlio Fabio Beltrones, Gustavo Madero, los dirigentes del PRD, PT y quizá Morena, Lorenzo Córdoba…
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La búsqueda de la Gubernatura va adquiriendo toques de dramatismo por el abierto intento de freno a uno de los precandidatos del PRI; sin embargo, no pasará a mayores porque no tardará en hacerse presente la mano de Manlio Fabio Beltrones.
Pudiera registrarse antes algún evento extraordinario que apurara el “manotazo”, pudiera ser el tema del Aeroshow que mantiene trenzados a Marco Adán Quezada y a Palacio de Gobierno, pero la sangre no llegó al río ni el viernes, cuando fue discutido ese asunto en el Congreso del Estado. Los antimotines en la plaza y los discursos en el Congreso apenas dieron nota.
Lo de Quezada, entonces, sigue caminando en ese rango de precampaña cuesta arriba por el veto del gobernador. Sus actividades durante la semana se redujeron a la búsqueda de su defensa legal.
Los otros contendientes han seguido su marcha con el mismo ritmo, no más, pero tampoco menos. Si acaso por venir de atrás ha metido velocidad Víctor Valencia de los Santos, que la pasó los últimos días entre Cuauhtémoc, Chihuahua y Delicias.
La senadora Graciela Ortiz anduvo en Chihuahua fortaleciendo su estructura interna, apareció en un evento público; también la senadora Lilia Merodio, que tuvo reuniones con seccionales priistas de la capital del estado y recorridos por varias colonias; Enrique Serrano trajo de Chihuahua capital a un pool de periodistas con la intención de que conozcan lectores de la capital su desempeño acá; Javier Garfio busca ingresar a Juárez pero no halla cómo… se está tardando; el Teto Murguía anda pegado como chicle al gobernador en la mayoría de sus recorridos ….
La relación entre la mayoría de ellos y Palacio sigue siendo la misma: de mala a muy mala. Si por el régimen estatal fuera únicamente, tendrían luz verde para hacer precampaña Serrano y Garfio, muy poquito Teto (le bajaron de ritmo cuando quiso instalar su gabinetito en el Pueblito Mexicano).
El llamado a misa “institucional” para que nadie se mueva porque “no son los tiempos” nadie lo atiende, porque ya no son los tiempos de permanecer inmóvil. En diciembre deberá estar al menos perfilado el candidato o candidata; esto es, en tres meses y fracción.
De ahí que es importante seguir echándole ojo a los “detalles” en los movimientos de cada precandidato, de cada partido, de Palacio… Las sutilezas nos podrían estar conduciendo al equipo que gobernará del 2016 al 2021.