A lo largo de su historia, Chihuahua se ha distinguido por registrar un comportamiento político totalmente atípico y distinto al del resto del país. Dicho fenómeno ha sido estudiado muy de cerca por algunos consultores, como el director de Consulta Mitofsky, Roy Campos, quien durante más de dos décadas ha medido el comportamiento social y electoral de la entidad más grande del país.

Y fue precisamente Roy Campos quien publicó en diciembre de 2020 un amplio estudio que señala la manera atípica en que la alcaldesa con licencia y candidata del PAN a la gubernatura, Maru Campos, había estado creciendo en las preferencias electorales, en gran parte gracias a los ataques sistemáticos de su compañero de partido, el gobernador Javier Corral.

Consulta Mitofsky también ha documentado, al igual que otras agencias encuestadoras, el enorme rechazo hacia Corral, quien se mantiene en el subsuelo político nacional como el peor gobernador de las 32 entidades federativas del país.

El mandatario estatal sigue obsesionado con descarrilar la carrera de Campos a quien, de plano, le habría frenado la carrera electoral este pasado fin de semana con una inusual suspensión de actividades que, de entrada, le robó cuatro días a las campañas estatal y federal.

A Mirone le resulta sumamente interesante y digno de estudio el caso de una candidata que, a pesar de tener frente a sí el presupuesto y la estructura del Gobierno federal, a un gobernador que personalmente se ha erigido como su fiscal persecutor y a toda la chiquillada de partidos que un día sí y otro también se le van a la yugular por las acusaciones de actos de corrupción que pesan en su contra, se mantiene a flote en los datos que arrojan las últimas encuestas, y en las que todavía conserva una ligera ventaja.

Algunos analistas, a los que Mirone les da crédito, han sugerido que es muy factible que el extraño supercierre que experimentamos este fin de semana, y que se perfila para el siguiente, sea en realidad un burdo freno de mano aplicado por Javier Corral a Maru Campos. En esta lógica, el gobernador se encontraría haciendo todo lo posible y echando mano de cuanta herramienta tiene al alcance para cumplir con sus objetivos políticos.

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En este contexto, pareciera que cada vez cobra más fuerza la evidente alianza del gobernador panista con el candidato de Morena, Juan Carlos Loera. El extremo del pragmatismo en esta relación fue el tremendo borregazo que le soltaron al senador y candidato de Morena, Cruz Pérez Cuéllar, a quien quieren quitarle a toda costa su candidatura para entregársela nada más y nada menos que al dos veces alcalde, Héctor «Teto» Murguía.

Mirone tiene bien documentadas dos visitas de Juan Carlos Loera al búnker de Tetolandia en las últimas tres semanas, así como una comida de tres horas entre Murguía y Corral, en el polémico domicilio de las calles Costa Rica e Ignacio de la Peña, sitio en el centro de la república del Noa Noa.

Los principales acuerdos de causa común entre los tres personajes mencionados son evitar, a como dé lugar, que Pérez Cuéllar sea el candidato de Morena y que Maru Campos sea la próxima gobernadora de Chihuahua.

Urdida en las tenebras de los sótanos de la política, la estrategia buscaría aprovechar la popularidad de don Teto para sustituir a Pérez Cuéllar como candidato a la alcaldía de Juárez, a fin de sumarle votos a Loera en la campaña estatal, ya que Morena está batallando en el sur del estado. La apuesta final es asegurar Juárez a cualquier precio para garantizar el triunfo de la 4T en la entidad.

Otro dato relevante que abona a esta historia de vendettas y traiciones, es la queja interpuesta por el equipo de Maru Campos ante la Comisión Permanente del CEN del PAN, donde se solicita analizar la posible expulsión de Javier Corral de las filas blanquiazules, quien durante cinco años ha sido el peor detractor del partido que lo llevó al poder, así que Mirone espera otras cinco semanas de fuertes emociones no aptas para hipertensos, cardiacos y diabéticos.

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El actual presidente del Comité Municipal del PAN, Joob Quintín Flores, no tiene la más mínima intención de dejar la dirigencia del partido, no hasta antes del jueves, día en que inicia la campaña local por la presidencia municipal, ya que va en el lugar dos de la planilla de regidores que encabeza Javier González Mocken.

En el interior del partido, los detractores del joven dirigente del blanquiazul han iniciado una campaña en su contra para presionarlo y obligarlo a que renuncie a la presidencia del comité porque, según dicen, no es ético dirigir al instituto político y ser candidato a un cargo de elección popular a la vez.

La campaña la han desplegado Enrique Torres, Amparo Beltrán y otros corralistas que aprovecharán la recta para cobrarle a Joob los golpes recibidos en las luchas internas por el control del partido, y es que en esos ambientes siempre hay gente dispuesta a hacer cualquier cosa por el poder.

Quintín Flores ha dicho a los panistas que no está impedido por los estatutos para hacer campaña y dirigir el partido, así que no renunciará ni pedirá licencia y se mantendrá firme, por lo menos hasta el día en que rinda protesta como regidor, por allá en octubre. Ya después quién sabe.

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Apenas va llegando como administrador interino de la aduana fronteriza, y Roberto Gabriel Vera Azar y su administración se encuentran ya sobre un polvorín a punto de estallar. Parece que muchos de los empleados de la aduana no están contentos con su llegada y lo quieren fuera cuanto antes, porque así les conviene a sus intereses.

Vera Azar llegó a la aduana fronteriza promovido por el director general de Aduanas, Horacio Duarte Olivares, luego de la renuncia de Norma Deirdre Bazán, quien actualmente es la coordinadora general de campaña de Juan Carlos Loera.

Roberto Vera ya trabajaba en la aduana local como subadministrador del área legal y de ahí brincó como administrador interino, pero la designación no cayó nada bien en cierto sector del personal que de inmediato puso en marcha un plan para hacerlo renunciar.

En los primeros días de su gestión apareció una cabeza de marrano con un mensaje en donde supuestamente el crimen organizado lo amenaza directamente. Luego trascendió que, en realidad, el macabro recado fue enviado por los propios empleados inconformes.

Las fuentes mironianas sostienen que detrás de estas confrontaciones, siempre están los intereses de un determinado sector aduanero que se mantiene vinculado a una añeja corrupción en la frontera con el tráfico de armas, la subfacturación en las operaciones de comercio exterior, la piratería y el contrabando hormiga, que son el pan de cada día en esos recintos y que dejan millones de dólares de ganancias para los involucrados.

Nos aseguran que los empleados que no están conformes con Vera Azar seguirán empeñados en presionarlo hasta dejarlo fuera de la administración, por lo que las acciones subirán de tono en los próximos días para tratar de cumplir con el objetivo.

Hasta ahora, el presidente López Obrador no ha cumplido su promesa de enviar elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) o de la Marina (Semar) para ocupar cargos administrativos en la aduana, con lo que, afirma, busca acabar con la corrupción.

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En la entrega del pasado martes 20 de abril, Mirone abordó el tema de la salida del Cabildo de los regidores Amparo Beltrán, del PAN; Laura Yaneli Rodríguez, del Partido Verde; Rosario Valadez, Juan Ubaldo Solís y la síndica Leticia Ortega, quienes van en busca de la reelección o de un nuevo cargo de elección popular.

Los cinco servidores públicos ya mandaron su solicitud de licencia a la Secretaría del Ayuntamiento, y en breve serán aceptadas. Los suplentes tendrán que entrar a ocupar esos lugares vacantes.

La suplente de Laura Yaneli es Erika Cabada, sobrina del alcalde Armando Cabada, quien también solicitó licencia como presidente municipal de Juárez porque hoy es candidato a diputado por la vía de representación proporcional o plurinominal de Morena.

Rosalía Valdez Ordóñez suplirá en la regiduría a María del Rosario Valadéz Aranda, Jorge Rodríguez Hernández ocupará la oficina del regidor José Ubaldo Solís y Nora Itzel Herrera Galván suplirá a la regidora Amparo Beltrán.

Por su parte, Verónica Amaya Chaparro reemplazará a la síndica Leticia Ortega y tendrá la obligación de asegurar el normal funcionamiento de la sindicatura, cuya misión es la revisión de la cuenta pública y el patrimonio del Municipio.

Este Cabildo ha sido uno de los que más cambios ha tenido de sus integrantes en las últimas décadas. Con el alcalde Carlos Ponce Torres, el secretario del ayuntamiento Alejandro Martínez, el regidor suplente Jorge Rodríguez Hernández, las regidoras suplentes Erika Cabada, Rosalía Valdez Ordóñez, y la síndica suplente Verónica Amaya, tenemos hoy, a cinco meses de que concluya la administración municipal, un Cabildo completo de novatos.