Algo malo sigue pasando en la Delegación del Instituto Nacional de Migración, que en lugar de limpiar la casa de malos elementos, están regresando a trabajar los que fueron dados de baja a mediados de abril, por corruptelas e irregularidades en el trato al público, a los turistas y migrantes.

Se suponía que, con la llegada del nuevo delegado estatal, Manuel Alfonso Marín Salazar, el pasado 12 de mayo, la dependencia entraría en una dinámica de depuración, para superar la crisis que se generó con la tragedia del 27 de marzo en la estación migratoria del puente Lerdo.

Sin embargo, no fue así, pues el personal se dividió ante el rumor de que comenzarían los ceses en todo el estado, y al parecer eso acalambró al jefe recién desempacado, quien prefirió dejar las cosas como estaban, aunque apestaran.

Fuentes mironianas confirmaron ayer que los 6 elementos que causaron baja a raíz de la tragedia, independientemente de los 7 que están detenidos y sujetos a proceso, ya fueron reincorporados a su trabajo como si nada hubiera pasado, a pesar de que tenían actas circunstanciadas de hechos que legalmente impedían su reinstalación, entre ellos César Morales, quien controlaba Puerto Palomas, la plaza de intenso tráfico y explotación de migrantes.

En esto metieron mano y focha la jefa de recursos humanos Silvia del Hierro y el jefe del departamento jurídico de apellido Tarín, quienes, por cierto, ya estaban en la lista negra de los renunciados, pero movieron sus contactos en las oficinas del altiplano y ahora hasta se pavonean cuando presumen que se quedaron en sus puestos y reinstalaron a los malos elementos, como si fuera algo digno de causar orgullo.

Ahora también se mofan de quien fuera el delegado provisional, Andrés Quevedo, tras la detención del contraalmirante Salvador González Guerrero, porque fue quien comenzó la limpieza de la dependencia y ahora todo ha vuelto al mismo caos en que se encontraba antes y después del lunes negro de marzo, cuando la instalación federal se convirtió en crematorio.

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Mucha razón tiene la diputada federal Daniela Álvarez en decirle mentiroso al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, porque vino a Juárez a un evento político con su estructura electoral y prometió que “en unos años” bajarán las tarifas eléctricas de verano, que son más altas que otros estados del norte… pero hasta que sea presidente, si el dedo de Palacio lo favorece. 

La legisladora, que ha estado empujando en la Comisión Federal de Electricidad y ante la comisión nacional reguladora de energía, para que se homologuen las tarifas de Chihuahua con las de Sonora y Baja California, que tienen un trato preferencial con la tarifa 1F, que recibe subsidio, no perdió tiempo en responderle al jefe de la política interna y decirle cínico y mentiroso, porque anda prometiendo el cielo y las estrellas, solo porque está en plena campaña por la candidatura presidencial.

Lo cierto es que, si el señor corcholato tiene intención de apoyar a los usuarios de energía eléctrica de la frontera, ¿por qué se tiene que esperar a que sea candidato o presidente de México para gestionar tarifas justas, igual que las que pagan los sonorenses y bajacalifornianos?

Asegurar que lo va a hacer en unos años, o sea, hasta que el voto lo favorezca, es lo mismo que nada, porque está condicionando una gestión que tiene la obligación y poder suficiente para hacerla realidad desde ahora.

El reto que le lanzó Daniela Álvarez para que cumpla su palabra, antes de que termine el año, y podamos tener tarifas bajas, probablemente no le inquiete ni le quite el sueño al secretario, pero de que quedará como un vil mentiroso por andar prometiendo lo imposible, al más puro estilo de los políticos del priato, no hay la menor duda.

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Vaya, hasta que finalmente alguien del grupo parlamentario de Morena tuvo la atención de pensar en las carencias de los estudiantes universitarios de Juárez, y presentar un punto de acuerdo en el Congreso local, para que las autoridades de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez pongan dormitorios en sus instalaciones, en apoyo a los alumnos más vulnerables que vienen de otros municipios y tienen que pagar renta, alimentación y transporte.

La iniciativa del diputado Óscar Avitia Arellanes, que por cierto todos los diputados votaron a favor, pretende que los estudiantes tengan oportunidad de acceder a la educación superior sin problemas para alimentarse, movilizarse y tener un techo digno donde dormir.

El legislador morenista propuso que el Consejo de la UACJ habilite espacios en la Ciudad Universitaria como dormitorios y comedores, porque un gran número de estudiantes que llegan a estudiar a esta ciudad son de pequeños poblados y de escasos recursos, que viven en zonas alejadas donde les cobran rentas más baratas, por lo que tienen que madrugar para tomar un camión que los traslade a las aulas.

La propuesta es excelente y de alto beneficio social, pero solo tiene un pequeño inconveniente: que el diputado de la 4T no mencionó en su propuesta quién pagaría el costo de las obras de los dormitorios, si hasta ahora, la transformadora federación le sale debiendo a la Universidad en las participaciones anuales.

No hay que echar en saco roto la interesante iniciativa, que le cambiaría el destino a cientos de estudiantes, pero junto con el diagnóstico y la recomendación, los morenos deberían pensar también de dónde saldrán los recursos, porque no son simples carpas lo que se necesita.

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Benito, el nuevo huésped del Parque Central de Juárez, ya tiene una defensora y eso es una buena noticia para él.

Resulta que, desde hace días, agrupaciones defensoras del bienestar animal pusieron el grito en el cielo porque la jirafa Benito vivirá en las mismas condiciones de penuria en las que estuvo su antecesor, la querida y añorada jirafa Modesto, fallecida el año pasado.

Este martes, la diputada del Partido del Trabajo, Jael Argüelles Díaz, subió a la tribuna del Congreso del Estado la petición que desde hace días vienen haciendo diversas organizaciones de Juárez: que Benito tenga mejores condiciones de estancia que las que le dieron a Modesto.

La joven legisladora petista hizo proyectar en la pantalla del recinto parlamentario imágenes de Benito, así como del lugar totalmente inapropiado donde pasará sus días.

Después de ver esas imágenes, no quedó otra que darle la razón a Jael Argüelles y a los cientos de juarenses que se han unido a la petición de pedir que Benito regrese a su lugar de origen, o bien, que se habiliten las instalaciones para que estas garanticen una feliz estancia en Juaritos.

Por fortuna, ya hay un equipo de médicos veterinarios que se ofrecieron para mejorar estas condiciones, según expuso la petista.

Lo que se busca es que el nuevo juarense no pase las mismas que su antecesor, en un lugar donde estuvo sometido a un constante estrés, sin otros animales en su alrededor y expuesto al inclemente invierno fronterizo.

Además, pidió que se le garantice una sana alimentación a la jirafa, porque lo que es que al pobre de Modesto, le llegaron a dar comida “chatarra”, según dijo la diputada.

Habrá quien diga que es mucho gasto para mantener a un animal pero, si es así, pues entonces devolverlo a sabanas africanas donde tenga el abrigo de su hábitat natural. La propuesta, al parecer, cayó en “blandito” y ya se encuentra en la Secretaría para mandarla a comisiones para su futura aprobación.

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Hace una semana el Consejo Estatal de Salud dio por terminado el estado de emergencia sanitaria por Covid-19, dando seguimiento a los lineamientos emitidos por la Organización Mundial de la Salud y la Secretaría de Salud del Gobierno de la República.

Fueron muchas las experiencias y aprendizajes que dejó la pandemia, pero también un alto número de víctimas en la entidad debido a esta enfermedad.

Hoy el uso de cubrebocas es opcional, aunque se recomienda utilizarlo cuando haya síntomas del padecimiento o en espacios de riesgo aptos para la transmisión del virus.

Después de años de encierro, incertidumbre y medidas que poco a poco nos permitireron salir, debemos estar orgullosos de poder volver a reunirnos con mayor confianza en un evento como lo será la Feria Juárez, que si bien se realizó en años anteriores, aún existía la incertidumbre de contagios.

Levantado el estado de emergencia, hoy se espera que acudan miles de habitantes de la frontera, tanto de Juárez como El Paso, ciudades hermanas que se reencontrarán este jueves en este evento masivo y tradicional.

Pero más allá de las medidas sanitarias es importante que se asuman las acciones necesarias tanto por parte del Gobierno, como de los propios fronterizos, para prevenir cualquier otro tipo de situación que pudiera ensombrecer esta celebración.

Preocupa a este Mirone el cruce que forman las avenidas Heroico Colegio Militar y Plutarco Elías Calles, justo donde se encuentra la entrada principal de la Feria, en la Plaza de la Mexicanidad.

Preocupa y debe ocupar a nuestras autoridades de la Coordinación General de Seguridad Vial, la implementación de un operativo reforzado en esa zona, donde se han registrado una serie de accidentes y volcaduras, que ha cobrado también varias víctimas que han resultado lesionadas ante la imprudencia de los conductores.

Justo ayer, tuvo lugar una volcadura y choque contra los barandales de protección de la plaza; allí, meses atrás, peatones han resultado lesionados por automovilistas inconscientes. Pero es en ese punto donde normalmente en los días de Feria, se hayan cientos o tal vez hasta miles de personas haciendo fila a la espera de ingresar.

Acudir a la Feria debe ser motivo de festejo, un evento familiar que no debe empañarse por la mala combinación del abuso de alcohol y volante. A divertirse pues.