Con el hallazgo del desperdicio de miles de ejemplares de la edición del suplemento informativo tipo periódico “Por todo Juárez, el cambio sigue”, hay materia para investigar y sancionar a los funcionarios municipales relacionados con el caso.

Las evidencias están muy claras en las fotografías publicadas por Norte Digital. Son pacas y pacas de las publicaciones de 36 páginas, que en gran parte se echaron a perder porque se remojaron, “olvidadas” en las instalaciones del Centro Comunitario Fovissste Chamizal.

Es una montaña de papel la que se abandonó en esa oficina, con ejemplares que son parte de la impresión de 250 mil suplementos que pagó la administración de Cruz Pérez Cuéllar por medio de la Coordinación de Comunicación Social.

Según información oficial, el costo del tiraje fue de un millón 445 mil pesos. La campaña propagandística se lanzó en enero de este año, claro que para influir en las elecciones, por lo que su entrega debió concluir incluso antes de las campañas, ya que entonces el Gobierno queda vedado para realizar ese tipo de acciones.

El alcalde Cruz Pérez Cuéllar dijo no saber qué pasó ahí. En su primera conferencia de los lunes, después del proceso electoral para el que pidió licencia, fue cuestionado sobre el caso y aseguró no estar enterado.

“La verdad es que no tengo información al respecto. Habría que revisarlo. Y ya contestaría la pregunta cuando tenga algún dato concreto sobre el particular”, respondió Pérez Cuéllar a Norte Digital.

Mínimamente debería de investigar el caso la Contraloría Municipal, para ver exactamente por qué las impresiones se quedaron “olvidadas” en lugar de ser entregadas, pero también por qué no fueron debidamente resguardadas.

Eso en un plano más bien interno y dando por sentado que su tiraje era necesario y la asignación del contrato de impresión cumplió con todas las de la ley. Así que también podría entrarle la Sindicatura Municipal, para ver si fue bien ejercido el recurso público.

Podría haber materia incluso para la Auditoría Superior del Estado, instancia fiscalizadora que de entrada le puede echar la lupa a todos los funcionarios responsables de posibles omisiones, empezando por la Coordinación de Comunicación Social, y pasando por Centros Comunitarios.

Lo que es claro, es que alguien no hizo bien su trabajo y ello implica hacer mal uso del recurso público. Por cierto, ya no sabe Mirone qué se hará con ese material. Si todavía puede distribuirse o de plano deberá mandarse al kilo.

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Mientras que cada partido, coalición o alianza canta sus triunfos, los comicios del pasado 2 de junio modificaron de una forma sustancial el mapa político-territorial en los municipios de la entidad.

Apenas están concluyendo los cómputos oficiales. Hubo avance de Morena y sus aliados, sostenimiento del PAN y un derrumbe estrepitoso del PRI si hablamos de las alcaldías bajo su signo.

Morena, junto con el Partido del Trabajo (PT) y el Verde Ecologista de México (PVEM), sumó triunfos en 17 ayuntamientos, ocho más de los que alcanzó en la anterior jornada electoral del 2021 junto con la desaparecida Nueva Alianza Chihuahua.

Con esos números, a Morena le da para afirmar que gobernará el 33.59 por ciento del territorio del estado de Chihuahua y el 48.36 por ciento de su población.

Ya nos la sabemos, el gran aporte en esa estadística es del Municipio de Juárez, donde su candidato a la Presidencia Municipal, Cruz Pérez Cuéllar, obtuvo una notoria ventaja sobre sus adversarios.

Por el otro lado, el PAN, con la alianza del PRI y el PRD, obtuvo las presidencias en 37 municipios, aunque la dirigencia estatal solo cacaraqueó que se llevó el “carro completo” en la ciudad de Chihuahua.

Si de tricolores hablamos, mientras en la elección de 2021 el PRI por sí mismo obtuvo 26 Ayuntamientos, en esta jornada alcanzó cero triunfos en esta categoría.

Sin embargo, junto con el PRD ganó las alcaldías de Maguarichi y Santa Bárbara, además de las que se “colgó” con el PAN.

El PRD administrará, adicionalmente, el Municipio de Coyame. El PVEM hará lo propio en Nonoava y San Francisco del Oro, mientras que el PT va ganando en Ahumada y Dr. Belisario Domínguez, a la vez que uno de los novatos, Pueblo, obtuvo el triunfo en Guadalupe y Valle de Zaragoza.

La situación del PRI es equiparable a la de México Republicano, que tampoco figura en el medallero; Movimiento Ciudadano, por su lado, logró triunfar en los municipios de La Cruz, Gran Morelos, Manuel Benavides y San Francisco de Borja.

Durante la elección 2021, el IEE difundió que el PAN obtuvo el gane en 14 ayuntamientos, aunque junto con el PRD alcanzó otros cinco; Morena triunfó en cuatro y junto con Nueva Alianza Chihuahua en otros cinco, Movimiento Ciudadano en cinco, PVEM en tres, PT en uno, Nueva Alianza Chihuahua en uno y PRD en tres.

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Ahora que se cumple un mes de que el BRT-2 entró en funciones, no como se había prometido, pero ya con camiones rodando, el periodo de ajuste para los usuarios y los automovilistas que comparten vialidades con el transporte público ha presentado algunos problemas.

Ahí están los reportes de choques entre las unidades y particulares, quienes deben acostumbrarse al paso de los camiones y, sobre todo, a respetar los carriles confinados.

Sin embargo, en el tramo de la pretroncal Manuel Gómez Morín, se registra una problemática muy particular.

Resulta que el carril exclusivo para los camiones desemboca en el dedicado a la circulación normal de los automotores fronterizos, generando un serio riesgo de colisión, ya que prácticamente no existe forma de saber quién tiene la preferencia, si las unidades de transporte público o los automóviles que conducen los ciudadanos.

Este caso se presenta de forma específica en los cruces de Manuel Gómez Morín con Francisco Villarreal Torres, con Antonio J. Bermúdez y con Tecnológico, donde de pronto “aparecen” y “desaparecen” los carriles confinados, que se traslapan con los de circulación normal.

Por ejemplo, al viajar de oriente a poniente sobre Manuel Gómez Morín, al llegar al cruce con Valle de Arareco, los automovilistas se topan con que aparece el carril confinado, por lo que deben utilizar los que se ubican a su derecha.

La bronca es que las rayas delimitantes ya se encuentran borradas y se echan los unos sobre los otros en su afán por avanzar, generando caos y riesgo.

En el sentido contrario, el carril de extrema izquierda de Manuel Gómez Morín desemboca abruptamente en un carril confinado en el cruce con Francisco Villarreal Torres.

En ese punto, los vehículos particulares no pueden ingresar, so pena de una multa de 5 mil pesos, así que tienen que forzar su intrusión a los espacios que están a su derecha, con el consecuente desorden y peligro.

Además, luego de superar el confinado, que mide alrededor de 60 metros, el siguiente tramo debe ser compartido de forma obligada por los camiones y por los conductores que darán vuelta a la izquierda para adentrarse en Sendero o en Valle del Sol.

Otro punto de conflicto está sobre Manuel Gómez Morín, en un sentido de oriente a poniente, justo antes de llegar a Tecnológico, donde el carril confinado del Juárez Bus, de pronto se “desvanece” y el camión debe seguir por el de extrema izquierda; sin embargo, también debe de competir para pasar primero que los vehículos que ya vienen sobre ese camino.

El problema es que no existe señalamiento o forma alguna de saber cuál automotor tiene prioridad y prácticamente se la deben jugar para ganarse el paso uno al otro.

Por detalles como los narrados, las autoridades estatales, encargadas del BRT, y las municipales, responsables de la circulación vial, tienen que encontrar la forma para que la coexistencia entre los camiones y los automóviles particulares sea más segura y armónica. De otra forma, los pleitos por ganar el paso podrían llevar a consecuencias que, como siempre, recaerán en los ciudadanos.

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Ayer, durante su conferencia semanal, le preguntaron al secretario de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya Chávez, si tenía avances sobre la desaparición de una familia colombiana que fue reportada la semana pasada.

De la familia se supo por última vez el 28 de mayo, cuando salió de la Ciudad de México con rumbo a Ciudad Juárez.

La respuesta del Capitán Centinela fue por demás preocupante. En una frase delineó el caos en el que se ha convertido el tema migratorio a lo largo del país, y claro que el estado grande no podía ser la excepción: “No tenemos la certeza de la gente que está llegando a Chihuahua”.

Claro que Loya reclamó nuevamente al Gobierno federal por la ausencia de una política pública clara en materia de migración.

“Estamos completamente a ciegas en materia de migración, ya que no hay un control estricto de las personas que están migrando o tratando de llegar a los Estados Unidos”, dijo el funcionario.

En el caso específico de la familia colombiana, no se sabe si se quedaron varados en algún otro estado, si ya se encuentran en Chihuahua o si ya cruzaron a Estados Unidos, porque no existe un control migratorio que permita ver su paso por el territorio nacional.

La ausencia de un control ha propiciado que los extranjeros sigan siendo víctimas de secuestros, robos y extorsiones por parte de grupos de la delincuencia organizada.

Loya Chávez dio a conocer que se ha logrado asegurar a mil 700 personas en movilidad víctimas de secuestro y se han arrestado a 76 integrantes de bandas dedicadas al tráfico humano.

Más allá de esos datos, llama la atención que dichos aseguramientos se han dado, no por el apoyo del Gobierno federal, léase Instituto Nacional de Migración, sino por alertas emitidas por embajadas de Brasil, El Salvador e incluso Estados Unidos.

En otras palabras, hay más disposición desde el extranjero para ubicar y poner a salvo a los migrantes, que de las propias autoridades federales que siguen haciéndole al tío Lolo en lo referente a la estancia, vigilancia y control del paso que llevan las personas en movilidad dentro del territorio nacional.

Es el cuento de nunca acabar.