El alcalde juarense, Cruz Pérez Cuéllar, bien puede cantar la canción que popularizó Pedro Infante y que luego se “refriteó” Pedrito Fernández, esa que dice: “yo te lo juro que yo no fui”.
Luego de que el Instituto Estatal Electoral, el IEE, le diera un coscorrón y casi le tomara de la oreja para que explicara por qué andan apareciendo pintas en Juárez donde se lee el hashtag: “#Que Siga Cruz”, el edil salió a decir que él no fue.
Alegó que el dichoso texto no es de su autoría, pero que aun así, acataría el acuerdo aprobado el 18 de enero de 2024 por la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Estatal Electoral, en el cual se le obliga a deslindarse de ese letrero.
“Recibí — dice Crucito en un mensaje difundido en su cuenta de Facebook— notificación de un acuerdo dictado por la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Estatal Electoral, el cual me obliga, como medida cautelar (que no es el fondo del asunto), a publicar un texto que no es de mi autoría y con el que no estoy de acuerdo, ya que no tuve absolutamente nada que ver con la planeación, elaboración, autoría o pinta de la bardas con la leyenda #Que Siga CRUZ.”
La tal Comisión de Quejas le ordenó al alcalde que, por medio de redes sociales personales y oficiales, diga que él no tuvo nada que ver con las pintas. O sea, la H. Comisión obliga a Pérez Cuellar a que diga, como Pedro Infante o, para vernos más recientes, como Bart Simpson: “yo no fui”.
El alcalde se quejó por partida doble, al considerar que dicho acuerdo le niega a la ciudadanía ejercer su libertad de expresión y, por otra, lo obligan a hacer uso de recursos públicos para difundir un mensaje político electoral en el que dice que él no está haciendo campaña.
¡Vaya despropósito el del IEE!
Precisamente lo que quiere el juarense presidente es que le creamos que no anda a mil por hora haciendo campaña para él y para sus allegados. Sí, cómo no.
Así como Luis Aguilar no se tragaba el cuento de Pedro Infante, aquel de “yo te lo juro que yo no fui”, igual nos dejó Crucito y la tal Comisión a los juarenses: incrédulos y anonadados.
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Y a propósito del edil juarense, primero no quiere que le cuelguen el milagrito de andar haciendo campaña fuera de tiempo, hora y lugar, pero, de plano, no hay ni cómo ayudarle.
Primero, andaba desatado promoviendo candidaturas para la 4T aquí, allá y acullá: que si Otto Valles en Parral; que si Omar García por Cuauhtémoc; que su hermano, Alejandro Pérez Cuéllar, para diputado “aunque sea local”.
Ahora, no conforme, se placeó con Miguel La Torre, el aspirante a candidato a la Presidencia Municipal de Chihuahua por el partido guinda y blanco, en la Arena Neri Santos de Juárez.
Este sábado, el aún alcalde de Juárez se dejó fotografiar— ¿o acaso se hizo fotografiar? —con el expanista que suspira por la presidencia municipal de Chihuahua, en la pelea donde el boxeador juarense, Miguel ‘Fantástico’ Esparza, derrotó por la vía rápida a su rival, Daniel ‘El Alemán’ García.
“¡El título se queda en Juárez! Gran noche ayer en el Neri, miles de juarenses disfrutamos una gran exhibición de box y el triunfo del “Fantástico” Esparza obteniendo el Campeonato Internacional de la FIB. Todo nuestro apoyo al super campeón y a todos los que ponen en alto el nombre de Juárez”, posteó Cruz, en su cuenta Facebook.
En la foto, aparece con Miguel La Torre a su derecha y Brighite Granados, presidenta estatal de Morena, a su izquierda. ¿Se puede un acomodo más ad hoc?
En otra imagen, se ve al mismo Pérez Cuéllar al lado de La Torre, quien es un verdadero conocedor del arte del pugilato, y a espaldas de este, Alejandro Pérez Cuéllar, “el primer carnal de Juárez”.
¡Híjole! Ni para el disimulo les alcanza, porque una cosa es que el “pugilólogo” La Torre se siente en el ring side, y la otra es que se haga acompañar de todo un comité de campaña, con el alcalde Pérez Cuellar a la cabeza, como todo un Don King de la política juarense.
Por lo visto, Cruz y La Torre, al lado de Brighite, mostraron más músculo que el pobre retador que no le duró ni seis rounds al “Fantástico”.
Luego que no se quejen cuando los sancione el IEE por andar de encampañados prematuros.
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A reserva de que los partidos arrecholados en la “fórmula X” resuelvan sus acertijos, por lo pronto, ya tienen al menos cuatro propuestas que emergen entre las catacumbas de los partidos del Frente.
Por parte del Revolucionario Institucional, presentan otra vez a Enrique Serrano para que repita en la Presidencia Municipal de Juárez, esa que ya ganó en el 2013 y que dejó inconclusa para irse a que le dieran una paliza en la elección de gobernador.
Otro que ha levantado la mano es José Luis “el cura” Canales de la Vega, el eterno suspirante a alcalde, a quien desde hace tiempo se le menciona como una posible opción, ahora que están tan de moda las candidaturas “vintage”.
Del lado de Acción Nacional, está más que puesto el hasta hoy recaudador de Rentas y dos veces diputado local, Rogelio Loya Luna, y más ahora que su compañera de partido, Marisela Terrazas, le dejó libre el camino y se fue en busca de una diputación federal.
En el caso de la también exdiputada local, Adriana Fuentes, ya no se le menciona tan fuerte como hace días, pero bien que se le ha visto movida allá en los actos de la candidata a la presidencia de la República, Xóchitl Gálvez.
No sería extraño que la “Fórmula X” deba optar por una mujer en Juárez, por razones de equidad de género en la asignación de candidaturas, en cuyo caso, Adriana Fuentes sería su única opción.
Mientras esto ocurre, el nombre de quien cargará la bandera de los de “Fuerza y corazón por México” será anunciado el próximo 2 o 3 de febrero, con miras a iniciar campaña el 2 de marzo.
Hasta entonces, rumorólogos y rumorólogas de Juárez, ¡a trabajar!
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Vaya revuelo el que se armó en redes sociales este sábado, tras la participación del exgobernador Francisco Barrio en un acto propagandístico del frente llamado “Fuerza y Corazón por México”.
La sustancia, el llamado que hizo el que fuera primer gobernador panista del estado, en el sentido de que había qué trabajar “juntos” para sacar al actual grupo de poder del Palacio Nacional.
¿Acaso se refería al PRI, aquel partido que le impidió—según lo dijo durante años—llegar a la gubernatura de Chihuahua en el 1986?
No, ahora el “enemigo” al que hay que sacar es a Morena. ¿Por qué? Bueno, que cada quién le agregue lo que guste.
Lo que no pasó por alto fueron las múltiples expresiones de apoyo que le brindaron militantes priistas que conservan la esperanza de regresar a esos puestos de poder que les daba para comprar ranchos y repartirse hasta las notarías.
Pero luego, cuando les recordaron que hace poco, en verdad muy poco, se decían hasta de lo que se iban a morir y se culpaban mutuamente hasta de las derrotas de la Selección de fútbol, salieron con que los unían los ideales porque “los dos son partidos de derecha”.
¿Eso nos dijeron los priistas durante los 70 años que duraron en el poder? ¿No que “Nacionalismo revolucionario”?
Haberlo sabido antes y a lo mejor nos ahorrábamos los pleitazos que se aventaron familias enteras en aquel “Verano caliente” de 1986, cuando unos apoyaban al priista Fernando Baeza y otros al panista Pancho Barrio, el nuevo orador estrella del PRIAN-PRD.
¿Se acuerdan de aquel claxonazo, que fue un auténtico grito de batalla del panismo, que simulaba la frase: “Barrio sí, Baeza no”? ahora resulta que era “Barrio sí, Baeza también”.
Los tiempos cambian, ni duda cabe, pero que, a casi 40 años de la elección más enconada en la historia de Chihuahua, nos vengan con que, a final de cuentas, los unían “los mismos ideales”, no tiene abuela, en verdad.