Ya se preveía que la curva de aprendizaje pegaría duro por la renovación de personas juzgadoras, pero no por eso deja de ser preocupante lo que está pasando en los juzgados penales, en detrimento de los justiciables.

Las juezas y los jueces experimentados se aventaban una audiencia hasta en 15 minutos, pero las nuevas personas juzgadores necesitan más de una hora. Se van muy lentos porque apenas están aprendiendo y también porque le sacan a equivocarse. La bronca es que todo se va acumulando y se siguen rezagando las audiencias.

Lo peor del asunto es que le están sacando la vuelta a los expedientes complicados y juegan a patear el bote, programando audiencias hasta dentro de cuatro meses, allá por el mes de marzo. La justicia pronta y expedita, parece desconocida en estos momentos en la Ciudad Judicial.

Si antes en los juzgados penales se aventaban de 10 a 15 audiencias, ahora nada más sacan 5, incrementando diariamente el rezago.

Se van acumulando suspensiones de proceso a prueba, procedimientos abreviados y revisiones de medidas cautelares que las juezas y los jueces ven más complicados, y se quedan con los puros controles de detención o las vinculaciones a proceso.

Hay un indicador muy claro de cómo van lentas las cosas. A segunda instancia, es decir, a las salas de las magistraturas están llegando menos de la mitad de las apelaciones. Si antes resolvían entre 7 y 10 en cada sala por semana, ahora nomás llegan entre 3 y 4.

Y eso que se pensaba que habría una avalancha de apelaciones, precisamente porque las partes combatirían las sentencias o resoluciones de juezas y jueces inexpertos. El problema es que todo está atorado.

Para acabarla de amolar, todavía no hay quien se ponga a trabajar en la supervisión de lo que están haciendo las personas juzgadoras para sacar la chamba, ya que en el Tribunal de Disciplina Judicial apenas andan preguntando cómo se mediría el trabajo de juezas y jueces.

Hay también una broncota ahí que ahora se ha agudizado por la falta de supervisión: las personas juzgadoras se la pasan pateando el bote de las audiencias porque de origen no se radican o se asignan los asuntos en un juzgado específico, sino en términos genéricos a los tribunales. “Si no es mi asunto, ahí que los resuelva otro”, parecen decir; más le sacan la vuelta si hablamos de algún caso complicado o de alto impacto.

En juicios orales, también se está poniendo crítica la situación porque las nuevas juezas y jueces ya no se avientan hasta tres juicios simultáneos en una semana, como le hacían anteriormente, manejando los tiempos de cada expediente. Ahora nomás ven uno solo para no tener problemas con los plazos para dictar las sentencias.

Ahora sí que todo mundo ya se dio cuenta que dictar las sentencias no es enchílame otra.

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No han parado los informes de actividades por parte las figuras de representación popular que cumplen con la rendición de cuentas, al mismo tiempo que tratan de seguir figurando para los próximos proyectos políticos

El pasado fin de semana destacó el evento de la coordinadora de la fracción morenista en el Ayuntamiento, la regidora Mary Adame, quien recibió todo el calorcito del equipo de la Presidencia Municipal para llenar el Auditorio Cívico Municipal Benito Juárez.

Claro que Mary trae bastante trabajo y arraigo territorial, como una de las fundadoras de Morena que emergió en la política desde abajo, pero se notó la mano de la operación que en Presidencia Municipal, siempre corre a cargo de Julio César de la Cruz y Hugo Vallejo, directores Asentamientos Humanos y Desarrollo Social, respectivamente.

En su informe, Adame subió al pódium tanto al alcalde Cruz Pérez Cuellar como al expresidente estatal de Morena y quien fuera suplente de Cruz durante el primer trienio, el profesor Martín Chaparro. También estuvieron el secretario del Ayuntamiento, Héctor Ortiz y el diputado federal Alejandro Pérez Cuéllar, el hermano del alcalde.

Nadie desconoce que en la pasada administración hubo algunos roces entre presidente municipal y suplente, y aunque pudo haber resultado incómodo el encuentro de ayer, finalmente se dio un reconocimiento al trabajo del expresidente morenista, precisamente como uno de los fundadores de ese partido en Chihuahua.

Además de la numeralia sobre su trabajo y sus gestiones, la regidora presentó un video con múltiples fotografías, donde se mostraban los inicios de Cruz como morenista, lo que fue evidente que conmovió al alcalde.

En su discurso recordó cómo fue su ingreso a Morena allá por 2016, en una etapa nada fácil.  En una cantina de la ciudad de Chihuahua se entrevistó con el profe Chaparro, quien le abrió las puertas del partido, sin dejar de advertirle que había que partírsela en la calle.

El presidente estatal mandó a Cruz precisamente con Mary Adame, quien desde entonces lo recibió en su casa y a partir de ahí se construyó una sólida relación que se mantiene hasta hoy. Adame le coordinó a Cruz parte de su campaña al Senado en el 2018.

En el evento también llamó la atención la presencia de la delegada de Bienestar, Mayra Chávez y del regidor panista Alejandro Jiménez. Quien siguió marcando distancia de Adame, fue su compañera morenista Paty Mendoza. Ni los petistas Avitia y Matus se dejaron ver, tampoco la verde ecologista Fernanda Ávalos, ni la emecista Gloria Mirazo o la representante del extinto Partido Pueblo, Luz Clara Cristo Sosa.

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También por el lado del equipo morenista de Ariadna Montiel andan muy activos. Principalmente en Juárez, la joya de la corona guinda en el estado.

Como que su “Amor por Chihuahua” se estaría concentrando en Juárez, apostándole a que se quedarán con la candidatura a la alcaldía, mientras que otros se hacen garras por la candidatura a la gubernatura.

Los dos pilares de “Amor por Chihuahua” son Mayra Chávez y Cuauhtémoc Estrada. Ella es delegada del Bienestar en el estado, la que reparte los millones de los programas sociales y él es coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Congreso del Estado, la cara más visible de la oposición a la administración estatal y a la mayoría panista en el Legislativo.

Ahí están las dos fuerzas más importantes de la secretaria Montiel, para cubrir la operación política en todo el estado, por medio de los distritos electorales, pero también a través de las direcciones regionales de Bienestrar y de los representantes en los municipios.

Tanto Mayra Chávez como Cuauhtémoc Estrada andan movidos como cartas fuertes del montielismo por la candidatura a la gubernatura. Están listos para ser medidos en las encuestas, pero como quiera, podrían conformarse con la representación por Juárez.

Se ve que aquí traen más movimiento. Si no es uno, sería el otro, por cuestiones de género, depende lo que decida la dirigencia nacional y después de la definición mayor por la gubernatura.

“Estuvimos en la asamblea vecinal del fraccionamiento Cerradas del Sur 1, reafirmando nuestro compromiso de seguir construyendo soluciones de manera cercana y participativa”, compartió ayer en sus redes el diputado Estrada, quien ya va en su segundo periodo como legislador del VIII Distrito.

“En Cerradas del Sur 1 volvimos a demostrar de qué está hecha nuestra comunidad. Nos reunimos en asamblea vecinal para escucharnos, reconocer nuestras necesidades y reafirmar que cuando Ciudad Juárez se organiza, nada nos detiene. Agradecida por un sábado de mucho trabajo y por cada vecina y vecino que participó con corazón abierto”, publicó Mayra Chávez sobre el mismo evento. La juarense atendió ese evento con su cachucha morenista, no con la de delegada.

El caso es que andan hechos la mocha con el trabajo territorial para lo que se pueda ofrecer rumbo al 2027.

En ese mismo evento, estuvo también la exdirectora regional de Bienestar en Juárez, Lizzy Guzmán, otra de las piezas clave del equipo montielista que ahora es diputada local y presidió el Congreso del Estado en el primer año de esta Legislatura.

El mismo día tuvieron otra asamblea vecinal con sabor a posada navideña adelantada, en Hacienda Las Torres Universidad. También andaba ahí la diputada Magdalena Rentería y hasta se dejó ver el regidor Antonio Domínguez, el que ahora es visto como apestado en el equipo de la Presidencia Municipal.

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Muy pocos trámites se hacen ya en el programa de regularización que opera el Registro Público Vehicular en terrenos de El Chamizal.

Aunque es programa federal, tiene la operación el apoyo municipal. Tuvo mucha demanda en principio pero hoy si acaso se regularizan entre 12 y 13 vehículos por día, además de atender con la revisión de documentos a unas 25 personas diariamente.

Quién sabe hasta cuándo se pueda sostener, o quién sabe qué tanto convenga sostenerlo con el apoyo municipal. Lo que se sabe es que el programa de regularización se extendió hasta el 30 de noviembre de 2026.

Anda cargando el programa de regularización algunos pendientes. Como el caso de 500 trámites suspendidos, después de que una auditoría federal detectó que esos vehículos ingresaron al país después de octubre del 2021 y por lo tanto no aplicaba su regularización.

Digamos que se quedó en stand by el proceso de regularización y no se pudieron entregar los engomados para tramitar las placas correspondientes.

Lo malo es que todavía es hora que no se sabe qué va a pasar en este caso. Simplemente se detuvo el trámite, pero no se han dado instrucciones desde el Gobierno Federal.

A los dueños de esos vehículos se les están extendiendo permisos para circular sin placas, por parte de la Coordinación de Seguridad Vial, pero todos siguen en ascuas.