Ya se sabía que tenían acciones en el Partido Verde, pero con lo que se informó este fin de semana, quedó claro que los Pérez Cuéllar, Cruz y Alejandro, son los dueños de la franquicia en Juárez y socios mayoritarios en Chihuahua.
No hay que olvidar que Alejandro, hoy diputado federal por el Distrito 04, fue apoyado por Morena pero siglado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) para poder hacerse de esa curul en San Lázaro.
Tampoco se desconoce que, desde hace tiempo, el alcalde Cruz Pérez Cuéllar tiene una buena relación personal con Octavio Borunda Quevedo, el delegado nacional con funciones de presidente estatal del Verde; bien se puede decir que son aliados o socios.
El vínculo con el Verde, ya se veía también con la relación del alcalde y del diputado con la exdirigente local que se convirtió en regidora por la vía plurinominal, Fernanda Ávalos Medina, cuyas actividades habían sido apoyadas por los Pérez Cuéllar.
Precisamente Fernanda fue designada por Octavio Borunda como nueva secretaria estatal de la mujer del PVEM.
La jugada se realizó para dejar el espacio de la dirigencia municipal, nada menos que a Alejandro Pérez Escalante, hijo de Alejandro y sobrino de Cruz.
Alejandro Jr. no es nuevo en la operación política. Es talachero como su padre y su tío. Por eso se desempeñó como coordinador general de la campaña de Alejandro para la diputación federal en la pasada elección, cuando Morena le arrebató al PAN el único distrito que tenía en su poder.
Por lo que se ve, los Pérez Cuéllar traen bastante lana y trabajan sus proyectos en combo, a ver cuál se hace, ya sea la gubernatura para Cruz o la alcaldía para Alejandro. En una nada y hasta las dos.
Por lo pronto, para lo que se pueda ofrecer, ya tienen a su disposición otra plataforma partidista. Si algo no pega con Morena, ya tienen instrumento con el Partido Verde, franquicia que siempre se ofrece al mejor postor.
………………
Quienes tuvieron otro encontronazo fueron el senador Juan Carlos Loera y el alcalde Cruz Pérez Cuéllar.
Desde el fin de semana, el senador subió un video a sus redes con un posicionamiento en contra del puente elevado sobre las vías del tren, a cuya construcción ya se le dio el banderazo de arranque en el mero Centro Histórico.
Loera no únicamente cuestionó el proyecto del puente por ser contrario a las tendencias urbanísticas de los centros históricos en el mundo, que privilegian a los peatones, las bicicletas y el transporte público.
También consideró que debía de buscarse la solución de fondo que siempre se ha pedido en Juárez, que es sacar la vías de la ciudad y llevarlas a la zona de Jerónimo-Santa Teresa.
El legislador juarense destacó que eso ocurrió ya en Nogales, Sonora. “¿Por qué no tener la esperanza que, así como ocurrió allá, se movieron las vías del tren? ¿Por qué no plantearle esto a la doctora Claudia Sheinbaum?”, insistió el exdelegado estatal de Bienestar.
Loera consideró que se deberían sumar todos los esfuerzos para que el tren no pase por el Centro Histórico y reiteró que la tendencia es que en los centros históricos no se hagan obras para los vehículos particulares, “por lo que me parece que vamos contrarios a la tendencia mundial”.
“Hay algunas voces, algunas personas que quisiéramos ser escuchadas por parte de la autoridad municipal para que la piensen dos veces de lo que se está haciendo”, destacó el senador.
Ayer, el alcalde fue cuestionado sobre ese posicionamiento en su conferencia de los lunes y su respuesta se enfocó más en el debate existente en cuanto a que debería de ser un paso a desnivel y no un puente elevado. No vio la parte de la demanda de retomar la idea de sacar las vías del centro.
“Yo lamento las declaraciones, la verdad es que es un proyecto del presidente López Obrador en coordinación con Ferromex; no es un proyecto del Municipio, el Municipio ha dado todas las facilidades y ha gestionado la obra”, dijo el alcalde, aunque eso no es del todo cierto, porque el proyecto es de Ferromex y la inversión también, aunque todo avalado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
Reiteró que no se hubiera opuesto a un proyecto de paso a desnivel como lo proponen varias personas, pero finalmente esa inversión llegó del Gobierno Federal.
“A la mejor el senador puede gestionar más recursos; yo creo que eso nos ayudaría más que estar criticando, que nos ayudara a que llegara más dinero”, agregó.
Dijo que él se queda con esa solución a un problema de muchos años y aseguró que “es curioso que un senador de Morena le esté haciendo el trabajo sucio al satélite empresarial del PAN que es Coparmex. ¿Cómo se puede explicar eso? No sé, lo tendría que explicar él, no yo”.
………………
Adriana Terrazas Porras representa lo peor de la vieja y la nueva política. Siempre acomodaticia, buscando de qué lado sopla el viento y viendo la manera de sacar el mayor provecho personal posible.
Pues ahora de nuevo le resultaron sus estrategias. La expriista, y se supone que todavía morenista, apareció como representante del Gobierno del Estado en la Ciudad de México.
De alguna manera cobró la factura por los servicios prestados como presidenta del Congreso del Estado, donde había terminado congelada por Morena, luego de que se alió con panistas y priistas, particularmente a partir de que siguió el juego de Palacio de Gobierno, primero para ser supuestamente presidenta de color guinda en el segundo año de la anterior Legislatura y luego para repetir el tercer año.
Condujo el Congreso y sacó la agenda legislativa con su tremendo colmillo político retorcido, así que no extrañó mucho su nombramiento.
De alguna manera se cumple el compromiso con la exlegisladora y gestora, y se le deja en una posición en la cual no genera tanto ruido hacia el interior del PAN, ya que la representación en la CDMX no tiene operación con la raza. Es como si se le premiara, pero en el exilio.
A muchos había sacado ronchas cuando se manejó la versión de que Adriana estaba pidiendo la representación de Gobierno del Estado en Juárez, un ajuste que todavía está pendiente de llevarse a cabo.
La jugada en la Ciudad de México se entiende de alguna manera por todos los conectes priistas y morenistas que tiene quien ya fue diputada federal y hasta senadora.
Seguramente la apuesta es que Terrazas Porras contribuya a abrir puertas para Chihuahua, allá donde le interesa incrementar su operación política a la gobernadora Maru Campos.
Lo que ya no supo Mirone es si Adriana renunció o renunciará a Morena, ahora que trabaja formalmente en una administración panista. Nunca dejó que la “expulsaran” de la bancada guinda en el Congreso y hasta presentó una denuncia por violencia política en razón de género, cuando quisieron desconocerla como morenista.
………………
Ya se conocerá hoy con mayores detalles lo que resuelva la Comisión Electoral del PAN respecto a si Cristina Jiménez consigue o no su calidad de candidata para buscar la presidencia del Comité Directivo Estatal.
Lo que sabe Mirone es que sigue cargando serios problemas para validar las firmas de apoyo, y eso que nada más se requieren mil 300 a nivel estatal, aunque deben de estar distribuidas en varios municipios.
La juarense andaba incluso pidiendo chance para que en la Comisión se hicieran de la vista gorda, ya que muchos de los militantes que le concedieron la firma, ya la habían entregado antes a Daniela Álvarez, lo que por reglamento invalida una segunda firma de apoyo.
Su postura generó enojó en no pocos panistas, ya que, por un lado, se asume como la candidata de los azules que tienen la verdad y la moralidad de su lado, pero por el otro, pide que se violenten las normas para que se pueda dar el juego democrático interno que muchos genuinamente desean.
A ver cómo sale el PAN del entuerto. Por lo pronto, Daniela Álvarez no tuvo problema alguno para validar las firmas necesarias (entregó 6 mil 600) y queda lista para arrancar campaña el 9 de octubre.
Haya o no haya competencia, habrá nueva presidenta del PAN el próximo 10 de noviembre.