Como la organización Avanzada Nacional les comió el mandado y aparecieron primero en el escenario estatal, en apoyo a Marcelo Ebrard, el fin de semana la senadora Bertha Caraveo se apresuró para presentar públicamente el movimiento Morena Progresista, que también hará proselitismo en favor del canciller y que opera a nivel nacional Guillermina Alvarado.
En el equipo marcelista figuran también la diputada federal Mayté Vargas, quien ya le coordinó una visita al canciller en la frontera en fechas pasadas, así como el expriista Daniel Murguía.
Otros personajes que aparecieron en el grupo y que definitivamente no le aportarán prestigio, por su mala fama, son Carlos Borruel y Héctor Ochoa, el primero con una larga lista de escándalos, corruptelas y agresiones a periodistas; y el segundo por su turbio pasado en Comunicación Social en Chihuahua, durante la administración de Javier Garfio, de donde fue renunciado porque se asignó ilegalmente contratos a una revista de su propiedad.
A diferencia de la organización Avanzada Nacional, que ya estuvo operando en Chihuahua la semana pasada, que cuenta con sitios oficiales en internet y aparece en todos los motores de búsqueda, el movimiento Morena Progresista no pinta en el ciberespacio, y si se lo encargaron a Carlos Borruel como coordinador digital, muy pronto van a ser muy conocidos, pero por los escándalos de este individuo.
Supuestamente, el grupo que dirige la diputada federal Guillermina Alvarado, surgió para hacerle contrapeso al Movimiento Nacional Progresista, que encabeza el yerno de Elba Esther Gordillo, Fernando González Sánchez, en favor de Claudia Sheinbaum.
El asunto es que ni para escoger el nombre tuvieron gracia sus creativos gurús, pues solo una palabra los diferencia, a pesar de que trabajan con banderas diferentes.
Lo bueno para Avanzada Nacional y el Movimiento Morena Progresista es que, hasta ahora, ninguna organización de las otras corcholatas presidenciales les hace sombra en la entidad. Lo malo es que, si se grillan y no suman por la misma causa, terminarán canibalizándose, como ha ocurrido con muchas tribus de la 4T.
En fin, los marcelistas ya soltaron las amarras de sus naves con mucha enjundia, aunque en algunas su tripulación está definitivamente muy pirata, pero a nivel somalí.
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Todo parece indicar que muy pronto le cantarán las golondrinas al fiscal de la Zona Norte, Jesús “Lord” Carrasco, quien por tercera ocasión no se paró en la reunión de la mesa de seguridad de los lunes, a la que, por cierto, ya le dicen la “reunión ábaco”, pues solo sirve para hacer las cuentas de muertos de los fines de semana.
Aunque este fin de semana fue de los más violentos del año, con 19 homicidios intencionales, el representante social tuvo el desplante de faltar otra vez a la reunión de coordinación en materia de seguridad, y en los pasillos de la Fiscalía, interpretaron su ausencia como el preludio de una renuncia muy anunciada.
Diecinueve asesinatos en tres días, entre los que se encuentran tres mujeres, son para preocupar a cualquiera, menos al responsable de perseguir a los homicidas, quien se encuentra muy ocupado y preocupado por agarrarse de otra liana del Gobierno, para no quedarse sin chamba.
En el saldo funesto del fin de semana destacan los homicidios de dos mujeres junto a sus parejas, mientras que una tercera fue victimada por su celoso marido, del que estaba separada.
El alarmante repunte de la violencia criminal, solo confirma que no es la cantidad de elementos de todas las corporaciones que patrullan las calles lo que va a detener a los asesinos, sino la calidad del trabajo que realizan, porque, hasta ahora, todo indica que los de la inteligencia son los malandros, mientras que los policías siguen dando palos de ciego.
Resulta ocioso decir que, de los 19 crímenes, no hubo detenidos como presuntos responsables, bueno sí, únicamente el del hombre que asesinó a su mujer a cuchilladas, pero él se entregó después de su horrendo acto. De los demás, ni sus luces.
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En la última evaluación de los mejores 32 alcaldes del país por entidad federativa, realizada por Consulta Mitofsky, Cruz Pérez tuvo la más alta aprobación por Chihuahua, un dato que no le ha de haber hecho mucha gracia al presidente municipal de la ciudad capital, Marco Bonilla, quien se ha venido promoviendo en diferentes mediciones como el número uno en el estado grande.
En la última evaluación de Mitofsky, publicada ayer, el alcalde de Juárez aparece en el sitio número 14, con una calificación de 55.9 por ciento de aprobación, que le dio el primer lugar en la entidad.
En esta medición, el alcalde de Tampico, Jesús Nader encabeza las preferencias con un 70.2, mientras que el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, que había liderado este rubro durante varios meses del año, ahora aparece en el séptimo lugar, con 57.7.
La evaluación no señala indicadores medidos en la gestión de los alcaldes, pero muestra la percepción que la gente de cada estado tiene sobre ellos, lo cual es muy revelador para el caso de Chihuahua, donde históricamente se han considerado mejores gobernantes a los alcaldes de la ciudad capital que a los de la frontera, con más población, más problemas y menos presupuesto.
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Al mismo tiempo que en la capital del país el activista Julian LeBarón encabezaba la Marcha por la Paz con varias organizaciones civiles –que exigen una nueva estrategia de seguridad en el país– en el municipio de Nuevo Casas Grandes le dieron las gracias al jefe de la Policía Municipal, Ricardo González Toala, mejor conocido como “El Chicharrón, quien está acusado de diversos delitos por la comunidad mormona.
La noticia de la salida del jefe policiaco de marras, se confirmó ayer en la mañana, cuando la alcaldesa de Nuevo Casas Grandes le dio posesión a Alejandro Trejo Fernández en su lugar.
El Chicharrón fue impugnado de su cargo por el mismo Julián LeBarón, desde que se desempeñó como jefe de la Policía en Galeana, donde tenía aterrorizada a la comunidad mormona que ahí está asentada.
Tras su expulsión de Galeana con toda su pandilla policiaca, fue rescatado por la alcaldesa de Nuevo Casas Grandes, Marina Ceballos, quien se lo llevó a su Gobierno como jefe de la Policía Municipal, esto a pesar de las acusaciones que pesaban en su contra, pero principalmente por sus relaciones con el crimen organizado que opera en aquella región, hecho que fue muchas veces denunciado y publicado por los medios.
La última gracia de El Chicharrón contra los LeBarón, ocurrió el mes pasado, cuando cinco miembros de esta comunidad fueron detenidos por el vengativo jefe policiaco y les sembró armas de uso exclusivo del Ejército para consignarlos, pero luego fue descubierto y el asunto se le cayó en el juzgado.
Ahora El Chicharrón está en el desempleo, aunque dicen los que saben que no tarda en acomodarse en alguno de los grupos de malandros con los que trabajaba, lo cual es peor que haberlo dejado sin trabajo.