Transportistas de la organización Untra prácticamente secuestraron ayer por la mañana la avenida Abraham Lincoln, en las inmediaciones de la Unidad Administrativa Estatal José María Morelos y Pavón o Pueblito Mexicano, bajo la excusa de protestar por la supuesta contratación por parte de una maquila a una empresa de transporte de Tijuana.
Fueron casi 400 unidades, entre camiones y taxis, las que indigestaron el tráfico vehicular para presionar a las autoridades y tratar de obligarlas a que les den una solución a su queja.
La movilización fue una auténtica novatada al director de transporte en la Zona Norte, Alberto Martínez Baylón, quien mostró una expresión de asombro al ver que se enfrentaba a un monstruo de mil cabezas que tenía colapsada a la ciudad más grande y poblada del estado.
El flamante funcionario parecía preguntarse “¿en qué demonios me metí al aceptar el encargo?”.
Probablemente Martínez pensó que se encontraría con una dirección mansa y moldeable, pero ya está viendo que no y que el animalote llamado Transporte Público, apenas está enseñando la cabeza.
Para tranquilizar las aguas, el director afirmó que eran solo rumores y les pidió a los choferes que se fueran o los iba a multar, pero fue prácticamente ignorado y pasaron casi tres horas, hasta que una comisión de los quejosos entró a las instalaciones de Gobierno a entablar un diálogo con los funcionarios.
Si bien retiraron el bloqueo, los enojados camioneros dejaron muy en claro que, si no les resuelven su demanda, volverán a tomar las calles y a quitarle el color al abrumado servidor público quien, por lo visto, no sabía en dónde estaba metido.
Entre tanto, acordaron retirar el bloqueo, mientras que el Gobierno se comprometió a dar preferencia a los concesionarios locales, siempre y cuando cumplan los requisitos que se piden para las contrataciones.
Y, claro está, maquiladora Flextronic, que de alguna forma causó todo este desaguisado, deberá dar información sobre el servicio de transporte de personal que está contratando a partir del 21 de agosto que tan disgustados trae a los de Untra.
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El tema del mural del artista juarense Arturo Damasco le sigue pasando factura a la diputada federal por Juárez, Andrea Chávez, pues fue su equipo de pre-pre-campaña quien borró esa obra artística para pintar encima propaganda de la aspirante a senadora.
Desde que apareció publicidad de la casa de enlace de la legisladora a quien promueven como el “relevo generacional de Morena”, no ha parado la indignación de promotores culturales, de artistas plásticos y público en general y, por supuesto, de los rivales políticos de Andreíta.
Como era de esperarse, la panista Daniela Álvarez, quien se ha convertido en una especie de némesis de la morenista, ya anunció que recurrirá a la vía legal para sancionar a quien resulte responsable por ese agravio al patrimonio artístico urbano de Juárez.
Daniela, quien también aspira a un escaño en el Senado, no solo quiere meter en aprietos al o los pintores o pintoras, sino que quiere exhibir a su rival, al exigirle que ofrezca una disculpa pública.
El mural databa de diciembre de 2013 y era parte de una intervención y rescate de espacios públicos que contó con la participación de artistas y talleristas locales, nacionales e internacionales.
En su creación intervinieron tanto Damasco, como los muralistas Pixel Pancho de Italia y Guim Tió de Barcelona y buscaba significarse como un mensaje de paz allí en Anapra, una de las zonas más afectadas por la violencia en nuestra ciudad.
“El desconocimiento o ignorancia no exime de responsabilidades a la diputada por la barbarie cometida en contra del mural realizado por los artistas urbanos Arturo Damasco orgullo Juarense, Guim Tió de Barcelona y Pixel Pancho de Italia”, escribió la legisladora Álvarez.
Además de la disculpa pública, Daniela pide a Andrea que presente un proyecto para resarcir el daño, en el que busque los recursos para concretarlo y además, buscará que se aplique “una sanción ejemplar contra quien o quienes haya cometido semejante abuso y daño social en contra de la comunidad Juarense”.
Desde las redes sociales de Andreíta, la diputada consentida de la 4T, no se ha emitido comentario al respecto, sus posteos se ocupan simplemente de apoyar al corcholato Adán Augusto, nada más.
Ya no se la acaba el “relevo generacional”: primero, el escándalo de la aeronave que le “prestaron” para trasladar a su familia; luego, la casa de enlace legislativo “fantasma”; después, el supuesto regalo de una jirafa y ahora, la destrucción de una obra pictórica. Por si fuera poco, en Morena ya le salió competencia por la candidatura al Senado.
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La lluvia nos trajo agua, olor a tierra mojada y un poco de alegría porque le bajó al calorón de hasta 40 grados centígrados que estábamos sufriendo en Juaritos en este verano.
Pero, como toda moneda tiene dos caras, esas aguas, añoradas en tiempos de sequías, también sacaron a relucir los peores hábitos que tenemos como sociedad, pues los cauces callejeros arrastraron toneladas de basura que hemos acumulado a lo largo del tiempo en banquetas, calles y lotes baldíos.
Ahí están los miles de botes de plástico, las bolsas, los pañales desechables y las botellas de “pet” atorados en las rejillas de los drenajes pluviales.
La Dirección de Limpia del Municipio llevó a cabo un trabajo recolección de desechos sólidos en diversos puntos de la ciudad, pero especialmente en la Zona Centro y el área del Parque Central.
¡Tanto desperdicio dejó ver la falta de civismo y amor por la ciudad!
Las imágenes difundidas por el Gobierno municipal hablan por sí solas, se trata de basura de esa que se arroja desde vehículos o se tira porque algunos así están malacostumbrados.
De ahí el reclamo del titular del Servicio de Limpia, Gibran Solís Kanahan, que echó a andar un operativo especial para evitar que las rejillas se colapsen y provoquen inundaciones.
El funcionario municipal dijo que el cochinero es responsabilidad de los ciudadanos que no tienen la precaución de compactar su basura y tirarla en los botes que tienen esa función.
¡Tómala, ciudadano cochinón!
Fuera de broma, el problema es tan serio que hay quienes tiran muebles en los diques y en las calles, lo que a la hora de las lluvias fuertes provocan el colapso en nuestro deficiente servicio de alcantarillado.
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El duelo cuerpo a cuerpo, cara a cara entre la 4T y el Gobierno del Estado por el tema de los libros de texto está como para película del oeste, donde el público espera sentado en la orilla de la butaca a ver cuál pistolero saca más rápido el revólver.
Por lo pronto, el bando anti4T ya desenfundó primero y, de un disparo, logró la suspensión –temporal, vamos a insistir– concedida por la Justicia federal para detener el reparto de los controvertidos libros de texto gratuitos para el ciclo escolar 2023-2024.
Pero el bando guinda no se quedará esperando a que le pegue el impacto de la bala y ahora va con su disparo, pues también va a promover un recurso ante tribunales federales para defender el derecho de los educandos a recibir los libros que gratuitamente reparte el Gobierno en cada ciclo escolar.
Nos comentan que ya tienen listo el recurso que pronto presentarán ante un tribunal de distrito para que conceda el amparo en contra de la suspensión del reparto de libros, decretado por la administración estatal en días pasados.
Los “morenos” no se quedarán en ese punto, pues además acudirán al Tribunal Estatal de Justicia Administrativa y a las Comisiones Estatal y Nacional de Derechos Humanos, porque consideran que el no reparto de los libros de texto atenta contra el libre acceso a la educación.
Entre tanto, el Gobierno del Estado ha emprendido una campaña para pedir a las familias que envíen a sus hijos a la escuela con sus propios libros, en el supuesto de que conservan los de ciclos anteriores.
El hecho preocupante, más allá del “duelo al sol” entre azules y guindas es que el ciclo escolar está por iniciar, pues falta menos de una quincena para que los niños y jóvenes se sienten en su pupitre sin tener libro qué abrir para tomar la clase.
Sin ánimo de hacer spoiler, pero esto se parece mucho a una película donde el duelo termina con los dos pistoleros tendidos en el suelo, con su respectivo balazo en el pecho. Esperemos que no ocurra eso.
Don Mirone