Ciudad Juárez está en la agenda nacional y parece que no únicamente en el puro discurso oficial. Al menos así se puede señalar respecto a un tema que fue central en la campaña de la hoy presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien se comprometió a saldar una deuda histórica con las mujeres trabajadoras de la industria maquiladora y con las infancias juarenses.
Esta frontera, emblemática de las violencias estructurales que castigan a los grupos más vulnerables, volvió a tener centralidad en el informe de los primeros 100 días de Sheinbaum, como lo había tenido en en su discurso de toma de protesta el pasado 1 de octubre.
El domingo 12 de enero, en el Zócalo de la Ciudad de México, la presidenta Sheinbaum Pardo anunció que este mismo año se construirán aquí los primeros 12 Centros de Educación y Cuidado Infantil (CECIs) de todo el país.

“En Ciudad Juárez, donde México tiene una especial deuda histórica con las mujeres, hemos dado inicio al programa de Centros de Educación y Cuidado Infantil, para que las mujeres trabajadoras, particularmente las de la maquila, tengan el derecho a dejar a sus hijas e hijos de la primera infancia en un espacio gratuito, educativo y de cuidados”, dijo la mandataria.
Explicó que, en este nuevo modelo, se trata de proveer, desde el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), “sin la subrogación del pasado, que solo era corrupción”, el servicio de educación inicial, lo que consideró como un derecho.
De acuerdo con los datos del IMSS, los CECIs podrán atender a 18 mil 622 menores de cuatro años, hijos de 120 mil 571 mujeres que trabajan en 323 plantas maquiladoras de esta frontera.
El jueves 16 de enero, en la conferencia matutina de la presidenta, el director general del IMSS, Zoé Robledo, dio más detalles del modelo que iniciará en Juárez y anunció el fin de la subrogación de guarderías para promover el desarrollo de habilidades.
La construcción iniciará el 30 de abril y deberá de concluir antes del 11 de octubre, Día Internacional de la Niña. Al menos esos son los planes, aunque ya se sabe que casi nunca se cumplen. Ahí está el Hospital Regional No. 2 que Sheinbaum debió inaugurar en esta ciudad, porque no se pudo concluir en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
En los nuevos CECIs se atenderá a niños desde los 43 días de nacidos y hasta los cuatro años de edad.
“Es un nuevo modelo donde están en el centro de todas las atenciones; las madres y los padres podrán tener la tranquilidad de que sus hijos estén en un espacio seguro y confiable”, dijo ese día el director del IMSS.
El modelo pedagógico plantea la búsqueda de interacciones de calidad, con una base teórica que fortalece la regulación emocional, autoestima y el aprendizaje, rigurosa capacitación del personal, promoción de atención a la salud a través de chequeos preventivos, vacunación completa, estimulación preventiva y alimentación equilibrada y suficiente.
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Los 12 CECIs no funcionarán bajo un mismo esquema. Cinco de ellos los va a construir y operar el IMSS con personal propio, es decir, serán de prestación directa. Los cinco se construirán en predios donados por el Gobierno Municipal.
Otros cinco CECIs serán operados en un esquema de corresponsabilidad, por las propias empresas, en donde se prestará el servicio bajo los criterios, parámetros y supervisión del IMSS. Ese esquema permitirá que las trabajadoras puedan dejar a sus hijos en instalaciones que se ubicarán a muy poca distancia de su lugar de trabajo.
Aparte, otros dos CECIs se construirán y operarán bajo un esquema mixto, desarrollados entre el IMSS y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), especialmente para que mujeres que no sean derechohabientes del Seguro Social puedan también llevar a sus hijos.
El nuevo modelo federal se anuncia cuando el Gobierno del Estado ha avanzado en la consolidación de una red de Centros de Atención Infantil (CAI), el esquema al que se le destinaron recursos estatales cuando el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador dejó de subsidiar estancias infantiles, para entregar el dinero a las madres de los pequeños.
De acuerdo con los números del Instituto Chihuahuense de Desarrollo Integral Infantil (Ichdii), instancia creada para operar el esquema de cuidado infantil, en esta ciudad funcionan 112 de sus centros. En 98 de ellos se entregan becas a 3 mil 904 niños.
El Ichdii paga becas a los papás en centros particulares, en estancias infantiles que ya están establecidas y cuentan con licencia de funcionamiento estatal.
Los centros que atiende el Ichdii, de modalidad privada, son los que reciben el apoyo y atienden a niños desde los 45 días de nacidos hasta los 11 años, 11 meses, 29 días.
En los Centros de Atención Infantil se atiende a personas que no son derechohabientes y se apoya a niños de distintas edades. Los mayores de cuatro años, que no son aceptados en el IMSS, también llegan a estos centros.
Como es tanta la demanda de espacios, en el Ichdii también celebran que se abran más oportunidades desde la esfera federal.
Lo que se espera ahora, es que haya mayor coordinación entre los dos órdenes de Gobierno.
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La deuda que se tiene con Ciudad Juárez cruza múltiples temas, aparte de la histórica violencia en contra de las mujeres y las necesidades de cuidado infantil no atendidas debidamente.
El déficit de infraestructura urbana que se puede atacar únicamente con inversiones de gran calado, sigue sin atenderse.
Por ejemplo, no se ha concretado todavía apoyo alguno para el sistema de transporte público, pese a que también fue una promesa de campaña de Claudia Sheinbaum. Nada especial se consideró en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025.
La movilidad urbana es quizá el problema estructural más grande de la ciudad y tampoco hay proyecto o inversión específica para soluciones viables que se propongan desde la esfera federal, frente a lo limitado de los presupuestos estatales y municipales.
Ni en distribuidores viales, puentes o corredores urbanos, tampoco en algún plan que pueda abatir el enorme déficit de calles sin pavimentar, ahí donde el impacto negativo no está únicamente en la conectividad, también en la contaminación por partículas de polvo suspendidas en el aire.
Aparte, está la infraestructura hidráulica y la solución a las fuentes de suministro de agua, ante al abatimiento del acuífero y la proximidad de la hora cero. El drenaje pluvial parece una quimera frente a las limitaciones locales y tampoco hay recursos suficientes para ampliar y reconstruir la red de diques inservibles que representa un riesgo a la integridad de miles de habitantes de la ciudad, asentados en los cauces de los arroyos o junto a las represas azolvadas y fracturadas.
No hay presupuesto estatal o municipal que pueda abatir ese rezago. Una sola fuente de suministro de agua, una potabilizadora de las aguas del río requiere más de mil millones de pesos que no se tienen. Para concretar un listado de 11 obras prioritarias en diques, canalización de arroyos y vasos de captación para control de inundaciones, se necesitan más de 2 mil millones de pesos que tampoco están en ningún presupuesto.
La red morada, necesaria para el riesgo de áreas verdes y uso industrial, sin utilizar la poca agua potable disponible, requiere de 5 mil millones de pesos, ya que se tendrían que construir 200 kilómetros de red.
La inversión para una red de drenaje pluvial supera cualquiera de esas cantidades millonarias.
El equipamiento público también es deficitario, la ciudad no tiene suficientes parques y los que tiene, no reciben el mantenimiento adecuado.
Por cierto, el expresidente Andrés Manuel López Obrador quedó a deber una inversión federal de 2 mil 500 millones de pesos. Ese era el presupuesto para convertir El Chamizal en un gran parque lineal, bien equipado y ampliado en sus áreas verdes sobre más de 10 kilómetros al borde del río Bravo.
Aquel megaproyecto fue un acuerdo incumplido de López Obrador, luego de una petición del exgobernador Javier Corral para que en sus gestiones se concretara una obra magna que nunca cuajó.
Ni para infraestructura recreativa o para algún proyecto cultural o deportivo, ni grande ni pequeño, se ha etiquetado presupuesto desde el Gobierno Federal. Ni porque la ciudad sigue captando los flujos migrantes, tanto los que vienen del sur, como los que vienen del norte en deportaciones o repatriaciones, sean masivas o no.
Por eso insistimos en que faltará mucho para saldar la deuda histórica con Ciudad Juárez. Enhorabuena por el plan de atención a los hijos de las madres trabajadoras. Sin embargo, esperamos que los resultados sean tangibles en el corto plazo y que el rezago en toda la infraestructura, por fin sea considerado y debidamente atendido.