El pasado 16 de octubre, durante una clase de educación física en el Colegio Anna Freud, campus Valle del Sol, un niño de once años gritó de dolor. El profesor, pensando que se trataba de una antigua molestia en la mano, se acercó a revisarlo. En ese momento, una niña también se quejó y él sintió un golpe en el brazo. Lo que parecía una coincidencia terminó revelando algo más grave: alguien, desde una casa vecina, les estaba disparando con balines metálicos.

En el piso quedaron las postas; en los cuerpos, los moretones; y en la reacción institucional, la muestra más clara de cómo la violencia se normaliza incluso donde debería existir mayor cuidado.

El colegio suspendió actividades en los patios unos días, entregó pases médicos y, al lunes siguiente, todo volvió a la normalidad.

La directora respondió a la madre del menor herido —al que casi le revientan el cráneo con una posta— con una frase que resume la normalización de la violencia en Ciudad Juárez: “Ay, señora, pero no pasó a mayores.”

Esa frase, dicha por quien tiene bajo su resguardo la seguridad de decenas de niños, no solo es desafortunada: es una afrenta. Revela una mentalidad donde la imagen de la institución importa más que la integridad de los alumnos.

El deber de una directora no es proteger el nombre de su escuela, sino proteger a los niños. Su obligación no es cuidar las apariencias, sino levantar la voz ante una agresión que pudo tener consecuencias irreparables.

En una ciudad donde los homicidios son parte del ruido de fondo y las masacres se confunden con la rutina, una agresión con un arma contra estudiantes de primaria debería haber estremecido a todos. Pero no.

La Fiscalía lo clasificó como “daños y lesiones”, la Policía no aseguró las pruebas y las autoridades escolares permanecieron en silencio.

Peligroso. Nadie midió la gravedad de que dos menores de once años y un profesor fueran blanco de un individuo armado dentro del lugar donde debían sentirse más seguros. Esa indiferencia institucional es el verdadero rostro del abandono.

No se trata solo de un hecho aislado, sino de la incompetencia estructural de un sistema que ha perdido sensibilidad frente al peligro. La violencia ya no es una amenaza externa: ha penetrado los espacios educativos, las aulas, los domicilios y las conciencias.

Por eso, este caso no puede quedar archivado ni disfrazado de accidente. La Secretaría de Educación y Deporte del Estado tiene que intervenir, revisar la actuación del colegio y exigir a la Fiscalía General del Estado que investigue a fondo y no minimice el hecho, además de garantizar medidas de resguardo y establecer sanciones.

No puede seguir actuando como si el silencio fuera una forma de contención. La omisión también mata, y aquí ya hubo víctimas.

Las autoridades no pueden mirar hacia otro lado. La Fiscalía General del Estado debe dejar de lado la simulación, investigar con seriedad lo ocurrido y asumir su responsabilidad frente a la sociedad.

Este no es un caso menor ni un “accidente escolar”, sino un hecho que exhibe los riesgos que enfrentan los niños incluso dentro de los espacios donde deberían sentirse seguros. La omisión institucional también es una forma de violencia.

El Colegio Anna Freud tiene una lección pendiente. Debe entender que la integridad de los alumnos está por encima del buen nombre del colegio; que la confianza de las familias no se gana con uniformes planchados ni discursos bilingües, sino con responsabilidad y transparencia.

Porque lo verdaderamente grave no fue que alguien disparara hacia una escuela, sino que la institución —y las autoridades que debieron intervenir— se comportaran como si nada hubiera pasado.

Y si en Juárez hemos llegado al punto de aceptar que disparar a niños dentro de un colegio “no es tan grave”, entonces no estamos viviendo en una ciudad violenta: estamos viviendo en una ciudad enferma.

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Muy revueltas andan las aguas en terrenos malandros, como suele ocurrir cuando crece la presencia de corporaciones policiacas y fuerzas federales en la plaza.

Ahora les tocó una exhibida a varios mandos de la Guardia Nacional, presuntamente responsables de actos de corrupción y de trabajar para alguno de los grupos criminales.

Apareció un mensaje, muy al estilo de las narcomantas, donde se señaló al capitán Juan Bautista Rodríguez Morales, acusándolo de traficar indocumentados, cocaína y mariguana en el Valle de Juárez.

También se enlistó en la enorme lona o manta plástica de color blanco que apareció la noche del lunes en la colonia Granjas de Chapultepec, a un supuesto comandante identificado como Humberto Mariscal, a un sargento Rodrigo Gamboa Moctezuma y a otro integrante identificado como Ricardo Flores Domínguez.

Señala el mensaje que son encargados de meter gente armada en Coyame, Guadalupe, San Pedro, Falomir y ciudad Aldama. Hasta los números de unidades proporcionaron (26934, 26929 y 22530).

Vaya que está caliente todo el corredor desde el Valle de Juárez hasta Ojinaga, pero también de Ojinaga hasta Coyame y Aldama, donde se siguen disputando los territorios y las rutas entre el Nuevo Cártel de Juárez-La Línea y el Cártel de Sinaloa, vía Los Cabrera y Los Mayos.

Se supone que la denuncia con la manta la hicieron agentes de la propia corporación, aunque la verdad es que tiene el formato de letras negras y rojas sobre fondo blanco que ya se ha visto en otros momentos, cuando se mandan mensajes entre los propios grupos criminales.

“Somos agentes de la GN que estamos inconformes con estos elementos que trabajan para los delincuentes. Solicitamos que se les investigue, ya que reciben dinero de la delincuencia organizada. Respetuosamente para mi gral. y cmdtes. Justicia y Paz”, firman los responsables.

El mensaje va dirigido al general y comandantes del 31 y 32 batallón de la Guardia Nacional. Lo raro es que no se mencionó en esta ocasión a alguno de los grupos criminales en pugna.

El caso es que se hizo público el contenido de la manta por distintas plataformas y se llevaron su chamuscada los mandos señalados, aunque tampoco puede descartarse la opción de que los andan quemando, pero por hacer bien su trabajo y perseguir a los malos. 

La lona fue colgada sobre una malla ciclónica en un terreno ubicado en el cruce de las calles Pavo Real y Octava. Fue la Policía Municipal la primera en llegar cuando se hizo el reporte y, por lo tanto, le correspondió asegurarla.

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Apenas lo dejó respirar la presidenta estatal Daniela Álvarez porque lo trajo a gorro con la agenda que le armó en Juárez el lunes, pero de cualquier forma pudo sentarse a comer, más o menos tranquilo, en el Shangri La, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Jorge Romero.

Esa comida estuvo bastante controlada y se corrió la cortesía con algunas figuras empresariales, como el presidente de Coparmex, Mario Cepeda; la presidenta de Canacintra, Isela Molina y el expresidente de Canaco, Rogelio Ramos. Por la premura con que se armó, algunos otros no pudieron llegar aunque también fueron invitados, como el presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua, Álvaro Bustillos.

Otro que acudió fue Julián Pedroza Cervantes, el presidente del Consejo de Desarrollo Económico Regional Juárez (Coder Juárez).

Un poco con su cachucha de empresaria y otro tanto como política tricolor aliada, también estuvo ahí la senadora suplente (de Mario Vázquez), Adriana Fuentes Téllez.

Además, acudieron varias figuras panistas de bastante arraigo (algunas de perfil empresarial) con las cuales Daniela ha trabajado bien la relación, así que ahí estuvieron Pablo Cuarón Galindo y Lalo Romero, además de los exalcaldes Ramón Galindo y Gustavo Elizondo.

La gobernadora Maru Campos se incorporó a la reunión para acompañar al presidente nacional y al coordinador de los senadores, Ricardo Anaya. Por cierto, donde quiera que anduvo Anaya fue bastante solicitado para las fotografías. Jala bastante con el sector de simpatías azules, como una de las voces más contestatarias frente la 4T.

Junto a la gobernadora, también estuvieron su representante en Juárez, Carlos Ortiz, además del secretario general de Gobierno, Santiago De la Peña y el titular de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya, El Capitán Centinela.

Claro que no podía faltar el presidente del Comité Municipal del PAN, Ulises Pacheco. También fue invitada la diputada local Xóchitl Contreras.

Teniendo a varias figuras empresariales invitadas, no desaprovechó el presidente nacional del PAN para insistir en que va en serio el proceso de apertura, por lo que serán bienvenidos quienes busquen alguna candidatura para el 2027 bajo las siglas del PAN. O sea que en estos momentos, no hay nada para nadie.

A la presidenta estatal le tocó platicar algo de lo que se está haciendo en materia territorial en toda la entidad y particularmente en Juárez, para contener aquí la marea guinda y ser más competitivos. Hay estrategia en aire o redes, pero también en tierra.

Por el lado de los invitados hubo felicitaciones a la dirigencia por el impacto que logró la marcha del pasado domingo en la capital del estado.

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En la Ciudad Judicial de Juárez se armó ayer el espacio para que sesionara y transmitiera en vivo, el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), con algunos puntos importantes en la agenda, como la aprobación de las personas de mayor confianza de cada magistrado y magistrada, quienes fungirán tanto de secretarios técnicos, como de suplentes de los titulares en comisiones y por ausencia temporal.

En el caso de la magistrada Yadira Anette Gramer Quiñónez, su operador clave y suplente es su secretaria de Sala, Patricia Fernández Marín. Si hablamos de la magistrada Jazmín Yadira Alanís Reza, la secretaria técnica y a la vez suplente es Denisse Alexa Gutiérrez Morales, también secretaria de Sala.

En cuanto a la “magistrada incorruptible”, Nancy Escárcega Valenzuela, a quien propuso es a José Alberto Tarín Pérez, mientras que el magistrado Luis Daniel Meza González promovió a Efraín Amaury Morales.

Todos fueron aprobados en la sesión extraordinaria que encabezó el magistrado presidente del Tribunal de Disciplina Judicial, Francisco Acosta Molina. No hubo designaciones en el caso de Acosta, ya que cuando se ocupa la presidencia, no hay asignación de Sala.

Por cierto, Acosta articuló el trabajo de todas las magistraturas y sus equipos para construir el documento con el levantamiento de plazos y términos, con todos los lineamientos normativos que serán base de la tarea del nuevo órgano disciplinario.

Se lo aventaron desde cero en un periodo de dos meses, por lo que el Tribunal de Disciplina Judicial de Chihuahua se convirtió en el primero que lo consigue a nivel nacional.

No fue sencillo porque el modelo de control constitucional es confuso desde su origen, pero quedó listo el instrumento legal, además de la base operativa con el recurso humano, para darle al justiciable disciplinario accesibilidad y justicia.

Lo que se construyó fue toda la estructura normativa, humana, material y presupuestal para poder trabajar con los procedimientos administrativos y disciplinarios que le tocan al TDJ.

Pronto se verá de qué madera quedó hecho el Tribunal responsable de vigilar y sancionar a las personas juzgadoras del Poder Judicial de Chihuahua.

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Quien ya se volvió viajero frecuente es el exgobernador César Duarte, procesado por el peculado agravado de 96.6 millones de pesos.

Va de nuevo a la Ciudad de México, donde tendrá comparecencia ante la Fiscalía General de la República el próximo viernes 14 de noviembre. Así que tomará el avión el jueves 13 para regresar a su casa el sábado 15.

El traslado fue autorizado por un juez de Control penal este martes, en audiencia que se celebró en las instalaciones del Tribunal Superior de Justicia.

Claro que para poder hacer el viajecito deberá portar su brazalete electrónico y quedar bajo la custodia de un par de agentes de la Fiscalía General del Estado.

Hace poco más de un mes, el pasado 3 de octubre, también anduvo allá el exgobernador, dándole seguimiento a un amparo.

Lo que se supo en esta ocasión, es que Duarte busca revertir, también por la vía del amparo, la incautación de su rancho El Saucito, en el municipio de Balleza.

El exmandatario participó en la audiencia realizada en la Ciudad Judicial, junto con sus abogados. Incluso, tuvo oportunidad de hablar y no desaprovechó el momento para irse en contra de sucesor, Javier Corral Jurado, a quien retó públicamente a que salga del país “como presume poder hacerlo, para que enfrente las consecuencias de sus actos”.