Como gusanos sobre un cadáver, comiéndose los restos, así se interpretó en varios sectores del medio político estatal, el rebuscado mensaje de los tres exgobernadores priistas de Chihuahua, pidiéndole a Alejandro Moreno que por amor de Dios deje la presidencia del Partido Revolucionario Institucional, porque su gestión ha destacado por perder en todas las elecciones en las que ha competido.
Palabras más, palabras menos, eso fue lo que le dijeron a Alito los tres de la bella unión, Fernando Baeza Meléndez, José Reyes Baeza y Patricio Martínez, quienes en las últimas dos semanas se han visto muy protagónicos sentados en la mesa de trabajo de palacio con Maru Campos, hablando del problema de seguridad, y posteriormente en la misa de los sacerdotes jesuitas victimados en Cerocahui.
Tanto en las filas del diezmado partido tricolor en el estado, como en las de los morenistas, panistas y emecistas, que alguna vez fueron priistas, la carta en cuestión se suma a las manifestaciones de los expresidentes nacionales para echarle montón a Moreno y obligarlo a renunciar, aunque también tiene sus lealtades.
Una de éstas es del diputado federal juarense Hiram Hernández Zetina, quien, en su posicionamiento sobre la carta en cuestión, calificó de títeres a los exgobernadores y los acusó de no hacer nada por el partido.
Dijo el joven legislador que la carta la sacaron a petición del senador Osorio Chong, para quebrantar la unidad del partido, por lo que van a solicitar su expulsión.
Los grillos de Chihuahua anticipan que el control del PRI lo tomará Miguel Angel Osorio Chong, quien negociará con AMLO la continuidad en la alianza Va por México, que hasta ahora tiene el tricolor con el PAN y el PRD.
Con la posible salida de Alito del Comité Ejecutivo Nacional, saldría también la política chihuahuense Graciela Ortiz González, secretaria de planeación y estrategia, y madrina del actual dirigente estatal en Chihuahua, Alejandro Domínguez.
Sin embargo, nos comentan que Alex Domínguez no está preocupado por la posibilidad de quedarse sin madrina en el PRI nacional, porque tiene el respaldo de los tres ex gobernadores que quieren la cabeza de Alito.
Ahora bien, mientras los cuadros del priismo que sobreviven en los estados de la República, se mueven encarnizadamente por el bastión nacional, como la metáfora de los gusanos con la muerte, en Chihuahua los tres santones son los primeros y únicos que han asomado la cabeza en este asunto.
A nadie más parecen interesarle los restos del PRI que se disputan en el centro del país, porque la principal fortaleza del tricolor, que fue su estructura territorial, ya no existe, y se ha convertido en desoladas mesas de café de resentidos, desempleados y chapulines dispuestos a saltar a otro partido, ante la primera oferta de hueso.
Por eso, le aseguran a Mirone que Alex Domínguez nadará de muertito en esta crisis y armará sus corcholatas con el equipo que tiene, únicamente para alcanzar posiciones en el congreso local en el 2024.
Domínguez tiene puesta la mirada para su proyecto político personal en el 2027 porque, aunque usted no lo crea, ya no quiere ser presidente de Chihuahua, sino gobernador.
Quién sabe si Alex fue afectado por las secuelas de la pandemia o por un “amarre” mal hecho, pero el muchachón anda alucinando con jugar en las grandes ligas, y ni siquiera tiene bat.
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La semana pasada estuvieron en Juárez enviados del Comité Directivo Estatal del PAN, quienes vinieron a realizar varios sondeos entre los militantes y exdirigentes locales, sobre los nombres de los mejores candidatos para ocupar la presidencia local de ese partido, que ahora ocupa el regidor Joob Quintín.
De acuerdo con fuentes mironianas, hay un acuerdo del directivo estatal con el nacional para trabajar los relevos en los comités municipales, privilegiando el tema de la paridad de género.
En ese sentido, para Chihuahua se elegirá a un varón, que puede ser José Alfredo Chávez, que anda muy adelantado en sus cabildeos en Palacio; mientras que, en Juárez, será una mujer la que dirija las riendas del descuidado comité municipal blanquiazul.
Por Juárez ya se mencionan los nombres de dos panistas que están en la banca, así como de una diputada y una regidora, ambas en funciones.
Se habla de las excandidatas a diputadas Flor Karina Cuevas e Itzel Castillo, que después de perder en las urnas, han permanecido en la sombra esperando ser llamadas a una posición, pero todas se las han ganado los priistas.
Las otras dos que se mencionan con más posibilidades por ser del grupo cercano de la gobernadora, son la diputada Marisela Terrazas y la regidora del Ayuntamiento de Juárez, Amparo Beltrán. Alguna de ellas se sacará la rifa del tigre y tendrá que enderezar el barco.
Para el actual líder local, ninguna de las cuatro damas le llena el ojo, ni contarán con su apoyo, porque simplemente no le garantizan que siga al frente de la coordinación de la fracción edilicia en el Cabildo.
En sus aspiraciones por perpetuarse en el poder del panismo local, Quintín pretende que en lugar de la renovación del comité municipal, se nombre una delegación provisional por un año, lo cual resulta absurdo para los estrategas panistas, que están armándose para el 2024 y con la propuesta de Joob se quedarían desarticulados en Juárez.
En fin, que para no quedarse fuera de la jugada, el regidor está animando también a varios varones para que manifiesten también sus aspiraciones de dirigir el PAN municipal y se les atraviesen a las mujeres que están enfiladas y traen la bendición para el cargo.
Los panistas que quieren son Isaí Arámbula; el aviador de la real fuerza aérea del Congreso Víctor Uribe; el ex delegado de Transporte que fue destituido por brincarse las trancas, Lalo Fernández, y Ulises Pacheco, que ha querido ser fiscal de la zona norte, presidente del Fideicomiso de los Puentes, director de Gobernación y hasta recaudador de Rentas. Nada más.
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En donde también comienza la grilla es en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UACH, campus Juárez, donde ya suenan los nombres de algunos académicos para ocupar la Dirección de la institución a partir de septiembre.
Se habla en primer lugar de la maestra y abogada Alma Yolanda Morales, pariente cercana del dueño de la poderosa empresa La Norteñita, de ciudad Cuauhtémoc, una de las mayores productoras de manzana del país.
También suena el profesor Jesús Hinojos Calderón, actual director del Colegio de Chihuahua y quien cuenta con el apoyo del secretario de Educación y Cultura del Estado, Javier González Mocken.
Otro es el maestro morenista Antonio Salas, quien ocupa un cargo en la Dirección de Prevención Social de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
El secretario de Investigación de la facultad, Benjamín Rangel, también la está buscando con el respaldo del recaudador de Rentas de Juárez, Rogelio Loya.
Aunque se ha dicho que la gobernadora quiere que la Dirección la ocupe una mujer, lo cierto es que también puede quedar en la ciudad de Chihuahua, donde la Facultad de Ciencias Sociales tiene más alumnos que en Juárez y a lo mejor reclaman su derecho a la alternancia.
Todo puede suceder de aquí a septiembre, cuando los consejeros universitarios decidan quién debe ocupar la Dirección.