Que fue posición de Claudia. Así nos lo contaron, y como se oye: que la nominación de Javier Corral Jurado al Senado de la República por la ruta fácil –la plurinominal– fue petición expresa de la candidata presidencial.
Alguien la tiene mal informada a la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, o de plano, está entregando la plaza de Chihuahua.
Según nos cuentan, la aspirante presidencial puso a Corral en calidad de némesis de una gobernadora como Maru Campos, que ha sido particularmente beligerante contra todo lo que suene a 4T.
Como era de esperarse, la reacción no tardó y la mandataria no dudó en calificar el acto de su antecesor como una “traición”, porque –dice ella– siempre estuvo con Morena, incluso en la campaña del 2021, cuando ella fue electa para el cargo.
Si lo que quería Sheinbaum era hacer enojar, ya lo logró, pero no solo al panismo o al grupo gobernante, sino a los mismos morenistas de Chihuahua.
Le ha dejado de regalo una senaduría a uno de los exgobernadores más impopulares de cuantos hay en Chihuahua –¡y la competencia está dura! –cuyo grupo político bien cabe en una selfie, de lo “abundante” que es.
Del Javier Corral que movió frentes para ganarle al PRI y al candidato de César Duarte no queda nada, salvo su propia operación de autopromoción, y eso, en medios de comunicación nacional. Y no en todos, porque los hay, y muchos, que nomás no lo tragan.
Lo que algunos han “leído” de esa determinación es que Chihuahua es un estado muy complicado para el morenismo, especialmente en la zona centro y sur, donde el PAN gobierna a sus anchas.
Sí, nada más que Corral no va a ir a mover a nadie por aquellos rumbos. En cambio, sí causó irritación entre el morenismo de base que ya estaba resentido por el desplazamiento del que fueron objeto para darle cabida a todo el chapulinerío que se les dejó venir desde todos los frentes.
Para algunos, resultó inaceptable que la dirigente estatal, Brighite Granados, quedara relegada a un papel de suplente, mientras Corral camina sin ensuciarse los zapatos rumbo a la Cámara Alta.
Menos aún debe haber dejado contento a Juan Carlos Loera, el candidato a senador que debe ganar la elección para ingresar al Senado, pues no le alcanzaría para llegar como primera minoría, ya que esa posición la tiene la juarense Andrea Chávez. Aunque quizá no esté tan molesto Juan Carlos, eso por tratarse de Javier Corral.
En fin, que como bien dice la canción de Rod Stewart, “algunos tienen toda la suerte”, y tal parece que Corral es uno de ellos.
Si la logra, llegaría al Senado por tercera ocasión, con apenas un triunfo de mayoría, y eso que no le contamos las dos diputaciones federales y la local, todas, ganadas a punta de lista de partido.
¡Ay, alternancia electoral, no te acabes, por favor!
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Todavía no baja la polvareda en Morena, por el tema de las listas para las diputaciones y senadurías por la vía fácil, las llamadas plurinominales.
Un tema fundamental aquí es ver quién verdaderamente tiene las posibilidades de llegar a una curul, en relación al acomodo en la lista preliminar que ya publicó Morena. O sea, el que hayan cantado su nombre en el sorteo o el haber ocupado un espacio reservado por el Consejo Nacional de Morena, no les garantiza a los agraciados la dieta en el Congreso de la Unión.
Por ejemplo, el exalcalde Armando Cabada Alvídrez quedó en la mera rayita imaginaria. Fue colocado en el número 14 de la lista. En el 2018, de la lista registrada por Morena, alcanzaron curul hasta el número 14.
En el 2021 se colaron hasta el número 15. Si los escenarios de votación son parecidos este 2024, El Divino Armando, apenitas se colaría a la bancada guinda, para cumplir un segundo periodo. Sin embargo, como luego dicen, cada elección es distinta.
Cruz Pérez Cuéllar, el alcalde juarense que en el sorteo salió en la posición número 10 de la lista de consejeros nacionales que sacaron boleto “pluri” para diputado federal en la primera circunscripción, ya ni siquiera quedó en el acomodo final o lista preliminar (porque todavía no se llena completamente).
La lista preliminar publicada por Morena llega hasta el número 25 y ahí ya no apareció Pérez Cuéllar. O sea que realmente sacó boleto vano en la tómbola y no trae opción en este momento de buscar fuero en lugar de la alcaldía juarense.
No hay que olvidar que la lista se integra tanto por los que salieron sorteados en el bloque de militantes, como por los que lo hicieron como consejeros, además de los espacios que llena el Consejo Nacional.
Por la misma razón, el diputado local juarense, Benjamín Carrera Chávez, aunque en la tómbola agarró el segundo boleto para la tanda de consejeros, en el acomodo final quedó en el lugar número 24. Así que con eso no le alcanza para la “pluri” federal.
Tampoco apareció en ese listado de los 25 nombres, la dirigente estatal, Brighite Granados de la Rosa, aunque salió quinta en el sorteo. Ahí hubo otra razón, ya que ella tenía reservada la suplencia en el Senado, nada menos que del exgobernador y expanista, Javier Corral. Ahora sí que como dijo el hoy encarcelado Antonio Pinedo sobre su examigo y casi hijo putativo, se afianzó como “El Rey de las Pluris”.
Corral, quien siempre identificó a Morena como un “mazacote” en el que no se visualizaba, la anda librando de manera mucho más holgada que Cabada para la diputación.
En cuanto a la lista para senadores, en la elección del 2018, Morena mandó a la Cámara Alta hasta el número 13 de la lista. Con el lugar nueve, el exgobernador prácticamente tiene asegurado el convertirse en senador por tercera ocasión, aunque las dos primeras fueron como panista, militancia a la que renunció apenas en el 2023.
Los morenistas más optimistas creen que tanto en la lista de diputados, como en la lista de senadores plurinominales, podrían alcanzar curul hasta el número 15.
Con ese cálculo, ya se puede olvidar de su sueño de ser senador, Omar Elen García Palomar, el militante chihuahuense al que le pegó el chicle en la tómbola, pero a final de cuentas fue enviado hasta el número 21 de la lista de 23.
Quien sí debe de andar todavía brincando de contenta es Greycy Marian Durán Alarcón, ya que le entró al sorteo en calidad de militante residente de Cuauhtémoc, agarró el boleto número dos en la tómbola y se quedó al final en el número 13 de la lista.
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Al interior del Gobierno del Estado aún se analiza y evalúa en qué términos se le va a responder a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la CNDH, luego de que esta emitiera una severa recomendación a Chihuahua y a Coahuila por haber suspendido la entrega de Libros de Texto Gratuitos (LTG) a inicios del ciclo escolar.
El tema aquí es si se acepta o no, pues para la CNDH, ni el Gobierno de Chihuahua ni el de Coahuila tienen facultades para imprimir o decidir el contenido de los libros y, por lo tanto, no había por qué promover las controversias constitucionales que retrasaron el reparto de los libros.
Si lo acepta, Chihuahua –y Coahuila también– dejarán asentado que, en efecto, los LTG son un tema que no les compete y solo deben esperar a que la Comisión Nacional de Libros de Texto se los envíe al inicio de cada ciclo escolar.
Hasta ayer en la tarde, no había una postura definitiva ni oficial de parte del Gobierno estatal, ya que aún se evalúa si se rechaza la recomendación, como es facultad de cada entidad que reciba una llamada de atención de ese tipo.
La cuestión aquí es que, si no la van a aceptar, deberán fundar, motivar y hacer pública su negativa, con fundamento el extenso articulado que sobre la materia tiene la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Si dicen “no”, entonces la CNDH podrá solicitar al Congreso del Estado que requieran su comparecencia para que expliquen los motivos de su negativa.
O sea, que los sienten en un banquillo frente a sus diputados leales del PRIAN, pero también, ante la combativa bancada morenista.
No es poco lo que le piden a Chihuahua y a Coahuila: disculparse, castigar al que se le ocurrió no repartir los libros, y dar por aprobados a todos los escolares de primaria y secundaria, al menos por este ciclo.
Si no fue pedrada, ¡qué feo sonó!
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El sector empresarial de Chihuahua y en particular el de Juárez está que trina de lo enojado con eso de que los particulares ya no serán contratados para dar mantenimiento a las carreteras del país y, por consiguiente, del estado.
Nada de eso: Ahora serán los efectivos del Ejército Mexicano quienes, además de defender la soberanía nacional, deberán ponerle duro a la mezcla, el asfalto y la aplanadora para tapar baches y echar reencarpetado en las muy dañadas carreteras del país.
Para el sector industrial y comercial de Juárez y del estado, la medida le pegará en la cara a cientos de micro, pequeñas y medianas empresas que prácticamente hacen su día a punta de obtener contratos de ese tamaño, con los que sí pueden cumplir y competir.
Son aproximadamente 400 millones de pesos los que se iban a ejercer en Chihuahua mediante contratos para reparación de carreteras, lo cual iba a beneficiar a empresarios del ramo pero, sobre todo, a los usuarios de esas vías de comunicación.
Ahora, no habrá tal, porque serán los soldados quienes se encarguen del duro trabajo de mejorar las condiciones de las rutas del país.
Como si las fuerzas armadas no tuvieran ya suficiente trabajo con combatir el crimen, administrar aerolíneas y rutas de tren, administrar aeropuertos y construir refinerías, ahora van a tapar hoyancos en las carreteras.
Como quién dice: “un soldado en cada bache te dio”.