Sin duda, hay que decirlo con todas sus letras, la Fiscalía General del Estado se anotó un 10 con la captura del sofisticado vendedor de drogas que ofertaba una amplia gama de psicotrópicos en vaporizadores, dulces, galletas, chocolates y hasta palomitas, en la ciudad de Chihuahua.

El hecho de que el presunto narco comerciante identificado como el “Drug Rus”, tuviera hasta un catálogo de los productos que comercializaba a través de las redes sociales y hasta en la vía pública, refleja el descaro con el que los envenenadores públicos buscan llegar a nuevos mercados de jóvenes y niños.

Por eso es importante destacar el trabajo de la Fiscalía, que le decomisó a David Efraín G. R., cientos de productos derivados de la marihuana y drogas sintéticas, en diversas presentaciones, así como 251 mil pesos en efectivo, producto de su jugoso y sucio negocio.

Esto comprueba que los narcotraficantes ya no utilizan solamente la Web Profunda, la que no detectan los motores de búsqueda convencionales, y que por lo mismo son utilizados por la delincuencia internacional para todo tipo de delitos, especialmente el mercadeo de drogas.

Ahora no basta con que el individuo sea puesto a disposición del Ministerio Público federal por delitos contra la salud, sino que se rastreen sus contactos, sus proveedores, sus clientes frecuentes, sus redes sociales utilizadas para el mercadeo y los sectores donde vendía a menores.

Esto último es importante, porque si la droga la comercializaba en dulces, chocolates, gomitas y hasta palomitas, es obvio que su mercado estaba dirigido a jóvenes, pero también a niños, lo cual lo hace más peligroso.

Su caso nos recuerda a uno similar registrado en el 2001, en la vecina ciudad de El Paso, Texas, donde la policía detectó la venta de estampitas infantiles impregnadas con LSD, el potente alcaloide sintético que causa adicción y muerte.

En aquella ocasión la policía alertó y decomisó miles de estampitas que se mojaban con la lengua para pegarlas en álbumes de Disney.

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Vaya este día una pregunta incómoda de Mirone para los legisladores chihuahuenses: ¿qué es más urgente e importante, que al Triángulo Dorado, donde convergen los estados de Chihuahua, Sinaloa y Durango, le cambien el nombre por el de Triángulo de la Bondad y de la gente buena, como propuso el presidente de la República, o que se limpie la región de bandas del narco y se restablezca el Estado de derecho?

La cuestión viene a tema por la reunión que diputados de las legislaturas de los tres estados tuvieron el sábado pasado en Culiacán, donde el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Sinaloa, Feliciano Castro, presentó a sus homólogos el “Manifiesto por la Bondad”, para que el polígono que forman los tres estados se llame Triángulo de la Bondad.

¿De verdad pensarán los legisladores que solamente con el cambio de nombre de la extensa región serrana, que abarca los tres estados, dejará de ser zona de cultivo de marihuana y amapola, así como centro de operación de carteles, cartelitos y bandas de sicarios del crimen organizado?

En la reunión que tuvieron los diputados plantearon que con ello buscan dignificar y mejorar las condiciones de la sierra, así como eliminar el estigma de violencia y delincuencia que pesa sobre todo el Triángulo Dorado.

La intención es buena, sin duda alguna, pero no es realista, por el simple hecho de que los cárteles de la droga de los tres estados han impuesto su ley y son los que mandan en todos los municipios serranos, ante el abandono en materia de seguridad y desarrollo social en que han permanecido por décadas.

Que ahora quieran cambiar el estado real que prevalece con el simple cambio de nombre por iniciativa presidencial, es una reverenda vacilada, que no aporta en nada al desarrollo y la paz social que reclaman los habitantes de los municipios serranos que tienen décadas sin atención de los gobiernos estatales y mucho menos federales.

Si de verdad quieren reivindicarse por el abandono y marginación en que han permanecido estas comunidades, deben comenzar por fumigar y expulsar a la plaga de narcos y sicarios que han hecho de la sierra su hábitat natural.

Superar esos estigmas que argumentan los diputados, para promover el “humanismo solidario que dignifique la vida humana”, es puro rollo que no resuelve el problema.

A ver, ¿por qué no hicieron su reunión en el mismo Triángulo Dorado, para que escucharan de viva voz a la gente, que todos los días sufre por la violencia y el miedo que generan los delincuentes armados? No son tontos ni le van a poner el cascabel al gato.

Ojalá que estos emprendedores diputados tuvieran la iniciativa de ir a pasar un fin de semana sin escoltas, en cualquiera de esas comunidades de la montaña, para que sientan en carne propia el terror que tiene la población, que no es consecuencia de un simple nombre, sino de asesinos de carne y hueso que transitan con toda libertad por carreteras, brechas, caminos vecinales y atajos en toda la serranía.

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Nueve estados de la República Mexicana, incluyendo la Ciudad de México, se encuentran en estado de alerta por los brotes de la viruela del mono que se han detectado, al mismo tiempo que la Organización Mundial de la Salud ha declarado la emergencia de salud pública internacional porque los contagios alcanzan ya a 75 países, con 16 mil 500 casos hasta ayer.

Llama la atención que, en el caso de nuestro país, todos los brotes detectados en 8 entidades, con excepción de la Ciudad de México, han ocurrido durante el transcurso del mes de julio.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, la Ciudad de México tiene 22 casos en tratamiento, pero el primero de ellos se detectó desde el 28 de mayo, en un neoyorkino que llegó procedente de Holanda, donde se infectó.

Las otras entidades con más de un caso son: Jalisco con 10, el Estado de México con 2 al igual que Nuevo León.

El resto de los estados con un solo contagio confirmado hasta el sábado, son: Quintana Roo, Tabasco, Sinaloa, Veracruz y Colima. 

En total suman 41 casos reportados por las autoridades sanitarias de cada entidad, aunque oficialmente la Secretaría de Salud del Gobierno federal maneja 35 hasta el viernes pasado.

El hecho de que la mayoría de los contagios se hayan dado en el transcurso del mes de julio, desde el sur hasta el norte del país, habla del inicio de un incremento sostenido con que la viruela símica se extiende, aunque en la mayoría se trate de brotes importados, por personas que llegaron procedentes del extranjero.

Hasta ahora, las autoridades sanitarias de Chihuahua no han reportado un solo enfermo de este virus, pero tampoco han iniciado medidas preventivas para alertar a la población y evitar su propagación.

Cierto es que ahora están muy ocupados y preocupados con la quinta ola del Covid-19, que entró fuerte a la entidad y que en los últimos 28 días ha enfermado a 13 mil 681 personas, provocando la muerte de 38, pero la alerta mundial de la OMS no debe ignorarse, como ocurrió con la pandemia.