¿Dónde están en Juárez las aguas navegables en las que las autoridades migratorias utilizarán los botes para salvar vidas de los migrantes que intenten cruzar hacia los Estados Unidos?

Esta pregunta incómoda surge, después de que el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño Yáñez, anunció ayer a bombo y platillo que pondrán en servicio 10 botes salvavidas, como si esta fuera la gran solución para el problema migrante que existe en esta región.

Cuando menos, sus colaboradores de la delegación estatal lo hubieran llevado a dar una vuelta por el bordo del río Bravo, para que lo conociera y se diera cuenta de que está seco, que no hay caudal que permita la navegación, salvo en las ocasiones en que alguna tormenta provoque la crecida de su volumen, lo que ha sido en contadas ocasiones.

A lo mejor les van a poner ruedas y motor a dichos botes, para que puedan circular en el charco en que está convertido el río en la comarca, pero que no venga entonces a sorprender con una medida que es a todas luces estulta.

Si lo que pretende con sus lanchas tipo Baywatch (guardianes de la Bahía), es que los migrantes no se ahoguen en otras latitudes del río, como en las fronteras de Piedras Negras, Laredo, Reynosa y Matamoros, donde el caudal es peligroso, no era entonces Juárez el lugar más adecuado para anunciarlo, porque en esta frontera la crisis es por el abandono en que se encuentran los migrantes en las calles, que sobreviven en condiciones inhumanas, soportando hambre, miseria y las inclemencias del tiempo.

Pero de eso nada en concreto dijo durante su visita a Juárez, ni de los permisos que, supuestamente, les iban a otorgar para que pudieran trabajar temporalmente.

En el show de ayer solamente se habló de otra estrategia interinstitucional, para llevar a los migrantes a albergues, que, por cierto, ya están saturados y con muchas carencias, sobre todo los que atienden las organizaciones de la sociedad civil, que son la mayoría de los que existen en Juárez.

Tampoco el comisionado dijo nada de los actos de corrupción y negocios que hacen sus subalternos en la estación migratoria, a cargo de Daniel Goray, quien, por cierto, ayer fue el maestro de ceremonias del evento realizado en la X, como muestra de la impunidad que priva en dicha dependencia, donde se premia la deshonestidad.

Por todo lo anterior, la visita de Garduño Yáñez, no aportó nada a la solución de la crisis y, por el contrario, demuestra la insensibilidad e ineficiencia de una dependencia federal que, como siempre, sigue practicando con maestría la política del Tío Lolo y les deja el paquete al Estado y al Municipio.

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Este sábado, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador inaugure la carretera Agua Prieta-Bavispe, habitantes de la colonia mormona LeBarón se manifestarán en el evento, exigiendo que se tomen medidas para que ese camino no sea utilizado por los grupos del crimen organizado, que en noviembre del 2019 masacraron a 3 mujeres y 6 niños de esa comunidad.

Adrián LeBarón, que perdió a su hija en ese cobarde ataque realizado en el camino a Bavispe, Sonora, ha convocado a simpatizantes de su causa, a vecinos de su comunidad y a la prensa, para estar en la ceremonia que presidirá el jefe de la nación.

“Son aproximadamente 160 kilómetros de carretera y le quiero pedir al presidente que me asegure que ese camino va a ser para el servicio de la comunidad, no para los carteles, porque es absurdo que ahora le pongan infraestructura al crimen organizado”, dijo el activista.

LeBarón aseguró que en la región de Bavispe se montó un cuartel de la Guardia Nacional, pero sus elementos no vigilan el camino en cuestión, porque le han dicho que eso no está en sus funciones.

Informó que se plantarán en la ceremonia carretera, aunque no fueron invitados al evento, porque tienen que hacerle saber también al primer mandatario, que siguen buscando justicia por la masacre de sus familiares.

Hasta ahora, son 31 individuos los detenidos como presuntos responsables de los hechos del 2019, pero Adrián asegura que fueron más los asesinos que participaron en el ataque.

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Muy ocupada anda la síndica municipal Esther Mejía, en conocer los niveles de felicidad de los juarenses, olvidando sus obligaciones como fiscalizadora de las irregularidades detectadas en la pasada administración, que es donde debe dar satisfacción a los habitantes de la ciudad.

Mejía presumió que estuvo en el informe de la encuesta que la organización Plan Estratégico realizó, para conocer los indicadores de felicidad de los juarenses, en vida familiar, salud y trabajo.

Hasta se atrevió a decir con grandilocuencia, que los datos arrojados de esta encuesta “nos dan una mejor idea de cómo estamos en Juárez”. ¡Genia!

Preocupada debería estar la servidora pública, en darle seguimiento a los casos que le ha turnado la Auditoría Superior del Estado, sobre obras realizadas, donde se detectaron varios rubros con desviación de recursos, para que los recupere y se inviertan en nuevas obras y servicios que beneficien a la población.

Eso les daría felicidad a los juarenses, no el rollo de ir a conocer el trabajo de gabinete de terceros, para asumir que en Juárez todo está bien chido y la gente brinca de gozo.

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Los charros grillos sindicales del Tec de Juárez, se quedaron literalmente chiflando en la loma, con la designación de Mario Macario Ruíz Grijalba como nuevo director de la institución, pues el nombramiento fue hecho por la Dirección General del Tecnológico Nacional de México, en base a capacidad, y no por las presiones ni recomendaciones de los líderes del sindicato.

El nombramiento de Ruíz Grijalba pone fin a las aviesas intenciones que los dirigentes sindicales locales, Pedro González y Alfonso Alemán, así como a su titiritero Javier Alvarado Zamora, quien los manipulaba desde el SNTE, con el propósito de colocar un director incondicional para controlar la asignación de plazas en favor de sus recomendados y parientes.

Mario Macario fue seleccionado del equipo que trabajaba con el director Hermenegildo Legarda, quien cumplió seis años al frente del Instituto Tecnológico, que es un ícono en la historia de Juárez porque ha dado al sector productivo de México, más de 70 generaciones de profesionistas de calidad.

Antes de ser nombrado director, Ruiz Grijalba fue jefe del departamento de Gestión Tecnológica y Vinculación, así como coordinador del Nodo de Creatividad del Tec de Juárez.

Es egresado de la carrera de Ingeniería en Sistemas del Instituto Tecnológico de Hidalgo del Parral, municipio del que es originario.

Ahora que los dos grillos locales, que mantenían una campaña de ruido y guerra sucia en el Tec, se quedaron solos, porque también la mayoría de los integrantes de la mesa directiva de la delegación sindical los repudió, tendrán que alinearse a la nueva administración o, de plano, pedir su cambio de adscripción a una plaza donde no hagan daño.