Se tardó, pero finalmente el presidente Andrés Manuel López Obrador, metió su cuchara en el asunto del encarcelamiento y juicio del exfiscal de los Expedientes X, Francisco G. A., y hasta dijo que hay persecución contra Javier Corral, enviando señales claras de que el caso puede ser atraído por la Federación y sacarlo del Estado de Chihuahua, como lo han estado promoviendo políticos y la propia defensa del detenido.

Cierto es que López Obrador lo hizo durante su conferencia mañanera, pero el tono sarcástico y contundente con que lo abordó, señalando que “están queriendo perseguir a Corral porque fue el que inició la investigación en contra de Duarte”, lo dice todo.

Una de las frases más reveladoras sobre lo que puede ocurrir en este asunto, fue cuando expresó “nada más decir desde aquí, que estamos enterados y que no puede haber venganzas y que el asunto de Duarte tiene qué ver con procesos de índole federal, no solo estatal”. ¡Tómala! te lo digo Juan para que lo entiendas Pedro.

Sin mencionar el nombre de “Panchito”, el preciso dejó flotando en el ambiente la disposición de darle un manotazo al Poder Judicial de Chihuahua “porque quienes juzgaron a Duarte, ahora están siendo hostigados y se les acusa también, así, de una manera muy peculiar, de que aplicaron tortura psicológica,”

Los términos utilizados por el primer mandatario de “persecución”, “estamos enterados”, “no puede haber venganzas” y “están siendo hostigados”, sonaron más bien a advertencia de lo que puede venir, pues no fueron simples comentarios sobre un tema que fue polemizado a nivel nacional.

La petición a la Federación para que ejerza el derecho de atracción del juicio, ya fue hecha por el senador Gustavo Madero, por el propio Javier Corral en sus colaboraciones editoriales en medios de la Ciudad de México y por el abogado defensor de “Panchito”.

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El 12 de febrero del 2023, la polémica exdiputada verde, María Ávila, estará de vuelta en la grilla estatal, pero ahora en Movimiento Ciudadano, donde logró colarse a la Comisión Nacional de Vinculación Agropecuaria, una cartera que sin duda alguna se sacaron de la manga los dirigentes del partido naranja, para sumar algunos cartuchos quemados.

La propia María se ha estado promocionando como integrante de esa comisión en la que, la verdad sea dicha, nadie sabe qué hará, porque ninguna relación tiene con la actividad agropecuaria y mucho menos conocimiento de las angustias que pasan los productores del campo.

Sin embargo, el coordinador de dicha Comisión, Pedro Jiménez León, quien es también delegado nacional del Movimiento Ciudadano, anunció que el 12 de febrero se instalará en el estado de Chihuahua, donde “María Ávila se encargará de articular este sector”.

Sobre la incorporación de Ávila a las filas del partido naranja, el propio coordinador estatal, Francisco Sánchez, lo había negado en días pasados, pero con la confirmación del evento del 12 de febrero lo desmienten y lo obligan a persignarse por la amenaza que se cierne sobre su dirigencia.

El único consuelo para “Pancho Pistolas”, es que la exdirigente del Verde Ecologista no formará parte de la estructura estatal del MC, pero lo malo es que, por el protagonismo que la distingue y el hambre que tiene de volver a los escenarios políticos del estado, de donde salió de fea manera, podría convertirse en una piedra en el zapato de Sánchez y de Alfredo “El Caballo” Lozoya, los regenteadores del Movimiento Naranja.

Será interesante ver la operación política de María en el sector agropecuario chihuahuense, porque credibilidad no tiene y conocimientos del campo, menos.

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Dos preguntas incómodas para los diputados locales morenistas: ¿han servido de algo para el país los Consejos Nacionales de Seguridad Pública y de Protección Civil? ¿Acaso, dichos consejos han dispuesto acciones efectivas para disminuir la ola de violencia, para combatir la impunidad o contener a los grupos criminales?

La respuesta es NO a esas esas interrogantes. Entonces, por qué la molestia de los diputados Oscar Castrejón Rivas y Leticia Ortega Máynez, que ayer subieron puntos de acuerdo a la tribuna para reprender a la gobernadora Maru Campos por no haber asistido a las sesiones de dichos consejos y exhortarla a que en lo sucesivo atienda estas inútiles reuniones.

Castrejón Rivas al igual que Ortega Máynez, pidieron por separado, que la titular del Ejecutivo estatal informe las razones por las que no fue a la 48ª Sesión Ordinaria Consejo Nacional de Seguridad Pública y la 5ª Sesión Ordinaria del Consejo Nacional de Protección Civil, realizadas el pasado 2 de diciembre en Alvarado, Veracruz.

Lo hicieron, bajo el argumento de que debe atender dichas reuniones para lograr acuerdos “en favor de la seguridad de las y los chihuahuenses”.

A cuáles acuerdos en favor de los chihuahuenses se habrán referido los ingenuos legisladores morenistas, si hasta ahora las corporaciones municipales y estatales se han rascado con sus propias uñas porque la presencia del Ejército y de la Guardia Nacional no ha servido de nada.

Independientemente de las razones que tuvo la gobernadora para no asistir a los Consejos, los hechos demuestran que los acuerdos que se toman en esas reuniones no han disminuido los índices delictivos, ni el baño de sangre en el país, y mucho menos en el estado de Chihuahua.

Entonces, hizo bien en no ir a perder el tiempo para escuchar estrategias que se vuelven falacias, y promesas de apoyo que nunca se cumplen.

Ahí está el problema reciente de las oleadas de migrantes que arribaron a la entidad, que también es un tema de seguridad pública y de protección civil, porque se trata de seres humanos desplazados de sus lugares de origen, para los cuales el Gobierno federal no destino ningún apoyo.

Entonces, señor y señora diputada, para que tantos brincos estando el suelo tan parejo.

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De todos los organismos pilares del PRI, que en sus tiempos de gloria le sumaban muchos votos, al parecer el único que sigue vigente en la ciudad, con actividad en sus cuadros es la CNOP, la organización que aglutina comerciantes informales, transportistas de carga y de maquila, taxistas y hasta parqueros.

Ni la CNC, ni la CTM, ni la CROC, ni el Movimiento Territorial, que dirigía el enjundioso profesor César Tapia, ahora en las filas de Morena, registran ninguna actividad, a diferencia de la CNOP que acaba de ratificar en su dirigencia local a Alberto Reyes Rojas, un veterano operador priista que está empeñado en no dejar morir el único bastión activo en la frontera.

Fue la dirigente nacional de la CNOP, la diputada federal del Estado de México, Cristina Ruiz Sandoval, quien vino a la frontera a ratificar a Reyes Rojas y a dejar claro que, en la contienda electoral del 2024, jugarán en alianza con los liderazgos que mejor se muevan para sumar nuevos militantes al partido tricolor, que en el estado sigue hibernando.

Es una realidad para los priistas de la entidad, que la dirigencia estatal de Alejandro Domínguez no despierta interés de participación, y mucho menos emociones, por su actitud egocéntrica que solo privilegia a quienes le rinden tributo.

Por ello, los que quieran llegar al 2024 con posibilidades de aspirar a una candidatura, tendrán que irse por la libre o cobijados con alguna de las centrales que, salvo la CNOP que todavía mueve una patita, todas están in artículo mortis.