Después de que Marcelo Ebrard y el presidente López Obrador hicieron causa común y anunciaron con bombo y platillo la apertura de la frontera en las mañaneras, finalmente obtuvieron de nuestro vecino del norte un revés.

El secretario del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, dijo claramente que la frontera permanecerá cerrada por lo menos hasta finales del mes de octubre, esto tras su reciente visita a la Ciudad de México.

López Obrador aprovechó su pasada gira de trabajo por la frontera de Juárez para anunciar que pediría a la vicepresidenta Kamala Harris reabrir los puentes a los viajes no esenciales.

Las negociaciones diplomáticas no tuvieron éxito y, para que no se les ocurra a Ebrard y a AMLO, si acaso viene el presidente Joe Biden en septiembre a México, seguir insistiendo con la apertura, el mensaje se envió desde ahora.

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Al momento de entregar esta columna, al pueblo de Chihuahua le faltan 26 días, 16 horas y 27 minutos para deshacerse de uno de los Gobiernos más ineficientes que ha tenido el estado en los últimos sexenios.

El corralato pasará a la historia como un gobierno marcado por la indolencia, el descuido y la frivolidad, también porque su líder ganó la gubernatura con promesas que hasta ahora no ha podido cumplir, ni cumplirá.

La cuenta regresiva del quinquenio de Javier Corral Jurado empezó a correr lentamente y este supuestamente ya prepara sus maletas para viajar a España, donde tendría asegurado un puesto como agregado cultural de México. Al menos así lo han filtrado desde Palacio aquellos que buscan abandonar el barco y encontrar cobijo en las filas del equipo de Maru. Increíble pero probable.

Corral prometió vender las casas de gobierno, las flotillas de aviones, llevar a César Duarte ante la justicia de Chihuahua y otras tantas cosas que nunca cristalizaron.

En los pocos días que le restan a su mandato, no podrá ni siquiera terminar las obras iniciadas en Ciudad Juárez, como las del BRT 2, financiadas con recursos del Fidecomiso de Puentes Fronterizos.

Salvo el Centro de Innovación e Integración de Tecnologías Avanzadas (Ciita) de Ciudad Juárez, proyecto que impulsó su funcionaria preferida del gabinete, Alejandra de la Vega Arizpe -con recursos públicos, por supuesto-, todo lo demás quedó en promesas.

Corral podrá tener la protección y la benevolencia del Gobierno de México, pero no la va a obtener de parte de los habitantes de Chihuahua, quienes lo mantuvieron calificado entre el 2 y el 3 por ciento en la escala del 10 en los últimos dos años. Y peor será el juicio público, cuando ya no tenga el poder en sus manos.

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Después de dos años del incumplimiento del servicio de recolección de basura de PASA, el alcalde Armando Cabada Alvídrez tuvo la brillante ocurrencia de ponerle un ultimátum a la empresa.

Los juarenses esperan que el plazo del ultimátum no sea de 30 días. La ciudad se revuelve entre la basura y todo tipo de residuos, mientras que el presidente municipal y sus funcionarios solo atinan a improvisar despropósitos y a ofrecer acciones que debieron haber tomado desde el principio de su mandato.

Cabada ha dicho que el Municipio ve alternativas como la de cambiar de concesionarios del servicio público de aseo urbano. Nadie le cree, menos cuando ya está a punto de dejar la administración.

Tampoco le creen al director de Servicios Públicos Municipales, Daniel Pando Morales, cuando asegura que está supervisando el servicio y los camiones de PASA a través del sistema de tecnología GPS, cuando las unidades ni diésel traen.

La cruda verdad es que Servicios Públicos Municipales ha dejado mucho que desear en el tema del aseo urbano y le ha quedado a deber a la ciudadanía. Si el Municipio en verdad rescindiera el contrato-concesión a PASA, la dependencia que encabeza Pando no tendría la capacidad ni el equipo, ni siquiera las herramientas mínimas para hacer frente al problema.

Así que todo lo que diga el alcalde Cabada respecto al tema son palabras al aire y simulación para ganar tiempo de aquí al 9 de septiembre, momento en que por fin dejará la (des)administración. Por lo pronto, ahí se la llevará pateando el bote hasta que llegue la siguiente administración.

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Muchos maestros y padres de familia se preguntan «¿cómo se les ocurrió a los del SNTE hacer sobre las rodillas un seudodiagnóstico de las condiciones materiales de las escuelas, a escasos días de que inicien las clases presenciales?».

Ni con todo el presupuesto disponible, o lo que queda del mismo, van a poder hacer las reparaciones que se requieren en cientos de planteles, que no están en condiciones físicas de recibir alumnos.

Da la impresión de que las dirigencias solamente están tratando de taparle el ojo al macho con sus agremiados, porque un auténtico diagnóstico se debió realizar desde mayo pasado.

Como parte de la jornada nacional en apoyo al regreso seguro a las escuelas, los líderes de las secciones 8 y 42 enviaron un formato para hacer el diagnóstico de las condiciones de los centros de escolares, que parece que lo hizo un estudiante de tercero de primaria.

También mandaron otro formato en el cual cómodamente responsabilizarán a los padres de familia por la salud de sus hijos, pese a que, durante su estancia en las escuelas, ellos no participan físicamente.

En los primeros días de preparativos para el regreso a clases, tanto los del SNTE como los del Gobierno andan patas pa’ arriba. La sanitización, el uso de cubrebocas y del gel antibacterial implican una carrera de resistencia de más de 10 meses como mínimo.

¿Van a aguantar las cargas que significan las tareas de limpieza y el cumplimiento del protocolo diario los padres de familia y los profesores, quienes además tienen que cumplir con otras obligaciones? La respuesta es «no», pero los políticos siguen decidiendo desde un escritorio, ignorando las más básicas recomendaciones en materia de salud, las que en realidad deberían prevalecer.