Desde los pasillos de Palacio, en la capital del estado, se filtró el dato de que Adriana Terrazas Porras ya está cobrando los favores que operó desde la presidencia del Congreso del Estado. Quiere la representación de Gobierno del Estado en Ciudad Juárez.
Ahora sí que a Mirone se le hace muy ojona para ser paloma, pero la especie es clara en ese sentido: la expriista que se volvió morenista y parece regresar al redil por la puerta azul, pide la posición, sabedora de que vienen tiempos de cambio después de los resultados del 2 de junio, vinculados además con los proyectos para el 2027.
Y como todo mundo da por sentado que Oscar Ibáñez Hernández tendrá qué dejar su oficina de representante de la gobernadora Maru Campos, Terrazas Porras ya levantó la mano frente a quien tiene qué hacerlo, precisamente en Palacio.
Sin embargo, de eso a que se le conceda su deseo, hay bastante trecho. Los panistas de hueso azul que reclaman recuperar los principios partidistas antes de pensar en alianzas electorales a cualquier costo, seguramente no estarán conformes con una figura camaleónica como la de Terrazas Porras, quien chapulineó en reversa desde Morena, aunque sin saberse si quedará como panista o como priista.
De cualquier manera la alianza parece continuar en firme, y de eso ya quedó registro reciente con la inclusión al equipo estatal del también juarense Enrique Serrano Escobar, quien siempre tuvo como coequipera en la operación electoral tricolor a Adriana. No hay que olvidar que la diputada saliente le coordinó a Serrano la campaña perdedora a la gubernatura en 2016.
De que sabe de territorio, de operación electoral, de derrotas y triunfos, de eso no hay duda. Tampoco de que su designación generaría bastante ruido.
Quién sabe si le pegue el chicle. Seguramente algunos otros actores de la pasada contienda, estarán también en fila, esperando que se les tome en cuenta, como es el caso del candidato perdedor a la alcaldía, Rogelio Loya. La otra opción es que desde Palacio se opte por una baraja completamente nueva.
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Luego de que en este espacio señalamos que en los ajustes a los que obliga la pasada elección, junto con los preparativos para el 2027, se incluía el cambio en la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN, han surgido nombres de más prospectos.
Ya habíamos dicho que se proyectaba, desde el mismo grupo en el poder, a la perdedora por el Distrito 04 federal, la juarense Marisela Terrazas.
Otro que le brincó, pero la tiene difícil para ser tomado en cuenta, es el todavía regidor juarense, Joob Quintín Flores Silva.
No sabe Mirone de dónde intente agarrarse para buscarla, pero de que levantó la mano, eso es un hecho. No hay que olvidar que Joob fue relevado de la coordinación de regidores, principalmente porque se le veía demasiado cerca del alcalde Cruz Pérez Cuéllar. Ni su papel en el Ayuntamiento ni sus contactos le alcanzaron para ser considerado para la reelección, menos para una candidatura a diputado que también buscó.
La fortaleza de Flores Silva llegó a estar vinculada al nombre de Luis Serrato Castell, pero el alguna vez poderoso integrante del Gabinete estatal hace ya mucho tiempo que terminó desterrado de Chihuahua. Sin embargo, como Joob ya fue dirigente del Comité Municipal del PAN, además de regidor, considera que tiene con qué buscar la dirigencia estatal, aunque sea a contracorriente.
Lo que nadie duda es que la decisión saldrá de Palacio, por lo que bien valdría que nadie sudara calenturas a destiempo.
De cualquier manera, no dejan de sonar nombres de otras alternativas. Está por ejemplo el caso de la diputada federal Daniela Álvarez, a quien panistas ya están impulsando después de verla trabajar por todo el estado en su campaña por el Senado de la República.
También, hay voces blanquiazules que en la capital del estado empiezan a hacer ruido en favor de la presidenta del Comité Municipal, Sarahí Franklyn.
Otra figura que no se descarta, es la de la regidora juarense Amparo Beltrán Ceballos. Se podría incluir en la baraja si recibiera el impulso de Xóchitl Gálvez, con quien trabajó durante toda la campaña.
Lo que ya es un hecho es que Gabriel Díaz, el actual dirigente estatal, deberá despedirse de la reelección para su cargo partidista.
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La elección para las sindicaturas municipales en los pasados comicios puso de manifiesto la necesidad de un mayor trabajo en la difusión de esta figura que, por sanidad administrativa, debería ser opositora a quien obtenga la titularidad del Ayuntamiento, ya que se trata de un ente de control y fiscalización.
La elección para ese cargo tuvo sus “asegunes”, principalmente en los dos municipios más grandes, poblacionalmente hablando, del estado: Juárez y Chihuahua, donde los síndicos serán de los mismos partidos que los ganadores de las presidencias municipales, lo que para la vigilancia de los recursos públicos, no resulta muy sano que digamos.
En Ciudad Juárez quien conquistó ese cargo milita en Morena y es una declarada crucista: Ana Carmen Estrada García, quien obtuvo 357 mil 946 votos, 3 mil 524 más que el propio Cruz Pérez Cuéllar; su competidor más cercano, Jorge Luis Chavira Cano de la coalición PAN, PRI y PRD, alcanzó un tercio de esa cantidad: 114 mil 731.
Durante las elecciones anteriores, las de 2021, la ganadora fue María Esther Mejía Cruz, quien compitió arropada por Morena, PT y Nueva Alianza, alcanzando 220 mil 930 sufragios, 137 mil 016 menos de los que obtuvo en estos comicios Estrada García, aunque en aquella ocasión la actual síndica sí sacó 7 mil 857 más que Pérez Cuéllar.
En cuanto a la distribución de las sindicaturas, en la elección 2021 la mayoría fue para el PRI con 28, mientras que el PAN tuvo 12, una el PRD, tres el PVEM, seis el Movimiento Ciudadano y cuatro Morena, si no contamos los casos en que ganaron en alianza.
Además, el desaparecido PES obtuvo una, el PAN junto con el PRD se hizo cargo de siete, mientras que Morena con PT y Nueva Alianza ganó cinco. Quienes no lograron ni una sola fueron Redes Sociales Progresistas y Fuerza por México.
Para la ciudad de Chihuahua en esta elección, la Sindicatura quedó en manos de la candidata por la coalición PAN, PRI, PRD, Olivia Franco Barragán, con 226 mil 958 sufragios, muy lejos de su competidor más cercano, Víctor Armando Gómez Ortiz del PT, quien obtuvo 139 mil 151 votos.
La distribución de síndicos en este 2024 fue un tanto diferente al ciclo del 2021, sobre todo para Morena, partido que alcanzó nueve posiciones, más otro número similar junto con su aliado PT. Por sí mismo el PT logró tres.
Mientras, la coalición PAN, PRI y PRD se alzó con 34, Movimiento Ciudadano con tres, el PVEM con dos, el PAN junto con el PRD consiguieron una, al igual que el PRI con el PRD. Adicionalmente, el PRD logró una, lo mismo que el PRI y el PAN.
Mención aparte merece la Sindicatura de San Francisco del Oro, que fue para Partido Pueblo y su representante Octavio Villar Torres, quien generó 954 votos, seguido por Martín Barraza Mejía del PVEM con 745.
Otra peculiaridad del proceso electoral actual es que en Morelos hubo solo una candidata al cargo, Monserrat Chávez Rodríguez, que ganó contra nadie con 2 mil 278, cifra que representa el 80.1 por ciento de la votación.
Algo similar pasó en Nonoava, donde Alejandro Olivas Pacheco, de la coalición PAN, PRI y PRD no tuvo contrincantes, pero se ganó la posición con mil 047 votos, el 47.4 por ciento.
La Sindicatura que está en suspenso es la del municipio de Ocampo, donde el Instituto Estatal Electoral (IEE) denunció el robo de 16 paquetes electorales el mismo 2 de junio, de los que se recuperaron tres.
En ese lugar el resultado quedó pendiente, pero en la página del IEE aparece un empate en los comicios por la Sindicatura entre Cruz Adán Guerra Ramos del PT y Edgar Rubén Paredes Parra de la coalición PAN, PRI y PRD, cada uno con mil 114 votos.
Este reporte especifica que se han contabilizado 13 actas de escrutinio de las 16 que se esperaban, así que el resultado queda todavía en veremos, a consecuencia del acto de violencia que ocurrió en ese municipio y ante el equilibrio entre dos de los candidatos.
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Dentro de los asuntos considerados especiales y urgentes, ayer fue aprobado en sesión ordinaria de Cabildo, un aumento de recursos al Fondo de Impulso de Infraestructura de las Organizaciones de la Sociedad Civil.
Según expuso la titular de la Comisión de Hacienda, Ana Estrada, se solicitaron 20 millones de pesos adicionales a los 20 millones que ya habían sido aprobados el pasado mes de diciembre en el Presupuesto de Egresos para este fondo de reciente creación.
La regidora que se convertirá en síndica el siguiente trienio, explicó que este recurso permitirá ampliar los subsidios para organizaciones que se dedican a apoyar a grupos vulnerables y a la creación de comedores infantiles.
El punto fue aprobado por el Cabildo, aunque quedó pendiente de definir a quiénes será destinado el dinero público.
Es aquí donde habrá que estar pendientes de que los recursos sean aplicados conforme a las necesidades más apremiantes en distintos puntos de la ciudad.
Para muestra está el comedor de la escuela Francisco González Bocanegra, allá por la etapa 9 de Riberas del Bravo, donde maestros y padres de familia libran una batalla diaria por mantener el alimento para los alumnos, ante la ausencia de apoyos gubernamentales.
Por lo pronto, la regidora Estrada pidió asegurar el recurso, los beneficiados, luego vemos.
Por cierto, mientras era tratado el punto previo, concerniente al apoyo para la realización de un partido de exhibición entre las selecciones de basquetbol de México y Argentina en el Gimnasio Universitario, la regidora Cecilia Reyes Castro pidió el uso de la palabra. Como ha ocurrido en otras ocasiones que interviene, su micrófono dejó de funcionar.
Ahí está el testigo en la transmisión en vivo que se hace por parte del Gobierno Municipal. Curiosamente, cuando la edil pidió la palabra, para aclarar algunas dudas con el promotor Mario Armando Amparán Estrada, el audio falló y no se escuchó nada. Sabrá Dios qué le habrá preguntado la regidora.
¿Qué pasó ahí? ¿Cómo es que fallan, si pagan millones por esas transmisiones? ¿Acaso se trata de mano negra en contra de la regidora?