Adán Augusto López Hernández fue, por decir lo menos, muy “vintage”, ese término que se usa hoy en día para designar a las cosas antiguas que se siguen usando. 

El paisano del presidente AMLO vino a Juárez con todo el tinglado de precampaña, como en los viejos tiempos, cuando el secretario de Gobernación en turno asumía sus funciones de precandidato casi en automático, allá en los tiempos del partido único.

Nada de raro había en aquellos entonces que un Miguel Alemán hiciera lo propio en tiempos de Manuel Ávila Camacho, o que Adolfo Ruiz Cortines, con toda su discreción, se tomara esas pequeñas libertades. A nadie extrañó que Gustavo Díaz Ordaz despachara casi como presidente cuando aún era el encargado de la oficina de Bucareli. 

Pues este pasado miércoles vimos a un Adán Augusto anunciando recursos para un hospital; dinero para Juárez proveniente de la legalización de autos “chuecos”, programas de la CFE…en fin. Sólo le faltó prometer que los malísimos Bravos de Juárez ganarían la Liga MX.

También se tomó el tiempo de meter mano en la contienda interna por la dirigencia de Morena: denunció un fraude contra su partido, hecho por su propio partido, para que Cruz Pérez Cuéllar no fuera el candidato a gobernador. Como dicen en el rancho: nada más vino a “rebotar” el agua.

Eso sí, con su discurso el secretario empoderó a Cruz, dándole abiertamente su respaldo y apoyo para que sea el alcalde, directamente, el gestor ante la Federación de los proyectos más trascedentes para Ciudad Juárez. Ahora solo falta que el alcalde le tome la palabra y asuma el reto y el liderazgo que esto implica. 

Aparte del alcalde, quienes se llevaron la tarde con el evento organizado en el gimnasio de Lear, fueron la diputada Andrea Chávez e Iván Pérez, director de Desarrollo Económico del municipio. 

Todo está muy bien, pero no debe pasar inadvertido el uso de recursos públicos para llevar a cabo actos anticipados de campaña.

Estas reprobables prácticas, que por cierto no son exclusivas de Adán Augusto, tan características de la época del otrora invencible partidazo, constituyen una flagrante violación al Estado de derecho, y todo en una ciudad que por décadas ha sido golpeada y lacerada por estas formas y maneras de concebir al poder y la política, mismas que han desembocado en la inseguridad, la impunidad y el caos.

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Ayer, Francisco “Pancho Pistolas” Sánchez aprovechó para criticar la visita del secretario de Gobernación a Juárez y, de paso, defender disimuladamente la figura de Juan Carlos Loera, el delegado federal de Bienestar en la entidad, ya que las declaraciones del secretario le pegan en la línea de flotación a los que navegan en su proyecto.

En defensa de Loera salió también ayer el líder de la bancada de Morena en el Congreso del Estado, Cuauhtémoc Estrada, quien consideró lamentables las declaraciones del secretario de Gobernación y dijo que estaba mal informado.

Aseguró que las descalificaciones, vengan de quien vengan, no pueden ser bienvenidas, porque se estaría negando el trabajo de los órganos internos de Morena, que se apegaron a los estatutos y a la figura de la encuesta para definir candidatos en el país, tal como lo hicieron en el caso de Cruz para la alcaldía de Juárez.

Era de esperar que el líder morenista en el Congreso, sacara la cabeza por su amigocho del alma, JC Loera, pero que también lo hiciera Francisco Sánchez, colgándose del momento para generar noticia, trepándose, como suele hacerlo, de cualquier tema para hacer ruido.

El dirigente naranja aprovechó la coyuntura para decir que el secretario de Gobernación es indiferente a los problemas de los chihuahuense y que solo vino a hacer propaganda electoral, porque dedicó su visita a la grilla de su partido.

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Durante 19 meses, la administración de Javier Corral no logró terminar la construcción del puente elevado en el cruce de bulevar Zaragoza y avenida De las Torres, mejor conocido como el Puente Eterno.

Ahora, cuando la obra está a pocas semanas de ser concluida -esa es la nueva promesa del gobierno Maruquista-, los regidores de Morena, oportunistas y maliciosos, pretenden jalar agua para su molino. Nótese, ¡hasta ahorita!

La realidad es que entrando el Gobierno marucampista se intentó hacer lo que el anterior inquilino de palacio no pudo o no quiso hacer: aplicar procedimientos administrativos contra la empresa que tenía asignada la obra bajo la rienda del exsecretario de Obras Públicas, Gustavo Elizondo.

Esa empresa, Urbanizaciones y Construcciones BCH, de Gerardo Bonilla, que tenía irregularidades registradas desde tiempos de César Duarte y, a pesar de ello, en el corralato continuó siendo favorecida.

Por aquello de la corta memoria, es necesario recordar que en tiempos de Duarte el entonces subsecretario de Obras Públicas, Everardo Medina, infló el presupuesto del fallido proyecto del Centro de Convenciones en la avenida Vicente Guerrero, para favorecer a la Constructora Anglo, esto en contubernio con Urbanizaciones y Construcciones BCH. Fue tal el cochinero que hasta pleito legal se desató.

Ya en el quinquenio de Corral, Urbanizaciones y Construcciones BCH volvió a ser señalada por dejar una protuberancia en el puente de Teófilo Borunda y Francisco Villarreal Torres; en el último tramo de la administración de Corral, nuevamente la empresa fue motivo de escándalo, por los constantes retrasos en la construcción del ahora famoso Puente Eterno.

Llegó el gobierno de Maru Campos y le aplicó la guillotina a Urbanizaciones y Construcciones BCH y en unos meses encaminaron la obra a su recta final, un final que, aunque a otro ritmo, se sigue extendiendo.

Es innegable que aún faltan semanas para su total conclusión, nadie lo duda, lo que sí está fuera de la olla es la alharaca de los regidores de Morena. Ya pasaron 10 meses de su llegada al poder y apenas se están enterando que en esta bien amada ciudad tenemos un puente eterno. No, no, no, no, a otro chango con ese plátano.

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Ayer le dieron el tiro de gracia a las pretensiones de la exdiputada María Ávila Serna de volver a la dirigencia estatal del Partido Verde en el estado de Chihuahua.

La sala regional de Guadalajara del Tribunal Federal Electoral, resolvió (en definitiva) en contra del recurso que interpuso Ávila Serna, cuando en diciembre pasado fue destituida por el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde, que en su lugar nombró a Patricia Borunda.

María Ávila denunció desde aquel entonces, que el nombramiento de Borunda fue una imposición sin consultar a la militancia de Chihuahua y violentando los estatutos del partido.

A las tres impugnaciones que interpuso, les dieron palo, una por una, hasta que llegó a la última instancia en Jalisco, donde ayer por la mañana el Tribunal Federal Electoral emitió su fallo en contra de las aspiraciones de la exdiputada.

De esta manera, quedan firmes los nombramientos de Patricia Borunda como secretaria general del PVEM y del cineasta Ricardo Colorado, como delegado estatal del CEN.

Con esta resolución, termina definitivamente la hegemonía que por casi 18 años mantuvo María Ávila en el partido del Tucán, manejándolo como franquicia familiar, que le permitió ser diputada federal y local en varios periodos, al igual que a su marido.

La ratificación del nombramiento de Borunda, quien fuera candidata del partido Fuerza Por México en las pasadas elecciones, le permitirá renovar los comités municipales que sobreviven, después de que María Ávila llamó a sus desanimados y escasos seguidores a rebelarse.

Mucho trabajo tendrá que realizar Borunda para tratar de recuperar la de por sí menguada militancia del Partido Verde en Chihuahua, para que el partido sea tomado en cuenta dentro de la alianza con Morena en la entidad, rumbo al 2024, pues a nadie le interesan unas siglas sin gente.