Como reza el dicho popular, no hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se venza, y este lunes se reabren los puentes internacionales de la frontera con los Estados Unidos, para felicidad de muchos que están ansiosos por gastar dólares, y preocupación de otros que lo ven como fuga de consumidores.
Fueron 19 meses los que, a consecuencia de la pandemia, permanecieron cerrados los cruces para viajeros no esenciales y solamente pasaron sin problemas ciudadanos norteamericanos y residentes legales de los Estados Unidos.
En el caso de Juárez, las autoridades de ambos lados de la frontera se han mostrado complacidas por la reanudación del tránsito normal, aunque nuestros nacionales deberán cumplir con los requisitos de vacunación que establecieron las autoridades sanitarias norteamericanas.
En vísperas de la esperada fecha, escuchamos a las autoridades municipales hablar de operativos de vigilancia vial y seguridad en los cruces internacionales para ordenar las filas que se esperan y evitar conflictos entre guiadores; pero no hablaron de corregir el lamentable estado en que se encuentra la ciudad.
Miles de chihuahuenses de distintos municipios, pero principalmente de la capital del estado, comenzarán a llegar desde este lunes y se encontrarán con una ciudad en condición de desastre por las obras del sistema de transporte, que avanzan a paso de tortuga, por las calles destruidas y llenas de baches, y por la suciedad y la basura que se acumula en todas las calles de Juárez que ni PASA ni el departamento municipal de Limpia quieren retirar.
A todo esto, súmele usted estimado lector, los insoportables congestionamientos que se forman en todas las avenidas afectadas por las obras, donde brillan por su ausencia los agentes de Vialidad porque son sectores que no son rentables y solo les generan mentadas de madre al cubo.
Si con los puentes cerrados el tránsito por la ciudad se volvió un caos, imaginemos lo que pasará con miles de vehículos que se sumarán al parque vehicular a partir de este día.
Por lo mismo, desde este espacio, Mirone se atreve a sugerir con toda humildad una lista de acciones que pueden implementarse para que haya paz y armonía en las caóticas arterias de Juárez, y podamos recibir con una ciudad limpia y ordenada a nuestros distinguidos visitantes, que muchos millones de pesos también derramarán de este lado de la frontera.
Habrá que pedirles a los regidores del Ayuntamiento local que se pongan las pilas y exijan a los jefes de seguridad vial que manden a sus muchachitos a agilizar el tránsito en las avenidas Tecnológico, Las Torres, Gómez Morín y Triunfo de la República, principalmente, donde los tiempos de espera (como coloquialmente dicen en el reporte de los puentes) serán insoportables con el aumento de vehículos foráneos.
Por otro lado, podrían pedirles a los titulares de servicios públicos, Limpia y PASA, que limpien cuando menos las avenidas mencionadas, así como las entradas y salidas de la ciudad, que actualmente lucen para dar vergüenza.
A los comisionados, delegados o representantes de las oficinas de los Derechos Humanos, será bueno que les recomienden apersonarse en los puntos donde elementos de la Guardia Nacional mantienen sus ilegales retenes, para que los retiren, porque de lo contrario van a hacer sonar la caja registradora con los visitantes.
Para el delegado federal Juan Carlos Loera solamente una petición: que les amarre las manos a los policías fiscales de los puentes internacionales, que en días pasados comenzaron a ponerse bravos con las revisiones, provocando filas hasta de dos horas para reingresar a territorio mexicano.
Ahora que aumentará el flujo vehicular, los fiscales se pondrán más filosos porque ya saben que los chihuahuenses que vienen de otros municipios cruzan a El Paso a realizar sus compras navideñas; esto les dará la oportunidad de sacar más pronto para sus regalos y aguinaldos.
Mucho deberán hacer los tres niveles de Gobierno en estos días, para que Ciudad Caótica se transforme en una ciudad ordenada y limpia, que les dé gusto visitar hasta a los chihuahuitas.
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A cinco meses de que se realice la consulta sobre la revocación de mandato, el 62 por ciento de los mexicanos piensa que Andrés Manuel López debe continuar en el cargo hasta terminar el sexenio, según las mediciones realizadas a finales de octubre por Consulta Mitofsky, y publicadas en la primera semana de noviembre.
El resultado coincide con el 64 por ciento de personas que en el mes de octubre aprobaron la gestión del presidente, cifra que supera por un punto porcentual el obtenido hace un año por la misma firma de opinión pública.
El presidente tuvo su más baja calificación con 48 por ciento en julio de 2020, y desde entonces se ha mantenido arriba del 50 por ciento hasta remontar y llegar al 64.
De acuerdo con el informe “Mitofsky Octubre 2021” la aprobación promedio mensual que ha tenido López Obrador ha sido del 63.6 por ciento, y en este año su evaluación se ha mantenido más días al alza (14) que días a la baja (11).
En la medición por segmentos, son los jóvenes en edades de 18 a 29 años los que le otorgan el más alto porcentaje, con 68.7 por ciento de aprobación, mientras que los de 30 a 49 registraron un 62 por ciento y los de 50 o más le otorgaron la menor aprobación con el 61.1.
De acuerdo con la información de la firma Oraculus, que da seguimiento a los resultados de las casas encuestadoras de todo el país, el presidente de la república tuvo su mejor aprobación en febrero de 2019, a dos meses de iniciado su mandato, con un 81 por ciento.
Es de esperarse que conforme se acerque la fecha de la consulta revocatoria, los números se vayan cerrando, tomando en consideración que un mayor porcentaje de la población estará más informada y su percepción se modificará según los aciertos y errores que vea en el Gobierno federal.
Por lo mismo, hay que tomar en cuenta que esta medición de Mitofsky es solamente la fotografía de un mes, cuando aún faltan 150 días para que el ejercicio se lleve a cabo. Pero por las señales que ya comienzan a dar los amlovers, comenzando el año sabremos de qué lado mascará la iguana el 27 de marzo del 2022, día de la consulta popular.