Autoridades investigan si las dos personas que aparecen como dueñas del bar Lupe Lupe tienen algún tipo de antecedente criminal, luego de las denuncias anónimas que se interpusieron y que derivaron en un cateo efectuado el pasado 17 de octubre, señaló un agente estatal cercano a las investigaciones.
Aparecen señalados como propietarios del negocio Héctor M. R. y Jesús Armando M.
Los elementos estatales acudieron al establecimiento después de recibir denuncias anónimas en el sentido de que había venta de alcohol fuera de horario, venta de estupefacientes y prostitución de mujeres adolescentes.
Delitos y posibles agravantes
En caso de que a una persona se le demuestre una actividad de proxenetismo (delito de trata de personas en la modalidad de explotación de la prostitución ajena), podría enfrentar una condena de cuatro a seis años de prisión, reveló una fuente que solicitó el anonimato.
Agregó que aunque la pena puede aumentar si existen agravantes: que el proxenetismo sea el principal medio de subsistencia del agresor, que el delito se cometa en el contexto de la actividad turística o económica, que exista parentesco o relación con la víctima, que la víctima se encuentre en una situación de vulnerabilidad, que sufra lesiones graves o que su vida esté en peligro debido a la explotación, o que el delito lo cometa una banda u organización criminal.
Una de las denuncias especificaba que se estaba prostituyendo a jovencitas de 16 años de edad en el bar Lupe Lupe.
Cateo y revisiones
Al momento de planear la intervención en el inmueble, ubicado en el bulevar Tomás Fernández, se cuidaron los detalles para evitar que se filtrara información a los operadores del negocio, según se dio a conocer.
Quisieron agarrarlos infraganti, sin embargo, el día de la intervención no se encontraron personas menores de edad al interior.
Al verificar a las personas que estaban dentro —en total 34 entre hombres y mujeres—, se constató que todas eran mayores de edad.
En primera instancia, el agente detalló que, dado que las denuncias hablaban de prostitución de menores, lo primero que se hizo fue buscar establecimientos aledaños para ver si tenían alguna conexión o pasadizo, pero no se localizó ninguno. En total, fueron cuatro propiedades más cateadas.
A los que estaban dentro del bar también se les interrogó sobre la posible prostitución de adolescentes, pero en ese momento no se obtuvo mayor información.
Aparatos bajo control judicial
Los aparatos telefónicos, computadoras y DVR pueden ser revisados, sin embargo, debe autorizarlo un juez federal, por tratarse de equipos que almacenan comunicaciones privadas.
El agente explicó que la autoridad estatal no tiene facultades para revisar un teléfono celular en primera instancia, por lo que debe esperarse la autorización judicial correspondiente.
Armas, drogas y efectivo asegurado
Sobre el cateo en el bar Lupe Lupe, la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia (FEM) informó que se aseguraron computadoras, tabletas, CPU y teléfonos, así como armas de fuego, entre ellas:
• Una pistola de color café con 10 cartuchos útiles.
• Un arma tipo pistola color verde con negro, con 7 cartuchos útiles calibre 9 mm.
• Un arma tipo pistola color negro, calibre 5.7, con 17 cartuchos útiles.
• 109 envoltorios transparentes con una sustancia blanca con características de la cocaína.
• Billetes de diferentes denominaciones por un total de 9 mil 020 pesos.
Cuidará SSPM que bar no vuelva a excederse en el horario
Pondrán marcaje personal a negocio localizado en bulevar Tomás Fernández si lo reabren
Por Teófilo Alvarado
Bar Lupe Lupe, historial de violaciones al horario y con señalamiento desaparición y hasta trata de blancas
El local tenía un historial de clausuras y multas, donde se advertía de la impunidad con que operaba en el bulevar Tomás Fernández
Por Teófilo Alvarado