En octubre de 2015 periódico Norte de Ciudad Juárez denunció el abandono que sufrían cientos de niños que acudían a tomar clase en escuelas en crisis, algunas de ellas ubicadas en zonas de alto riesgo, carentes de las necesidades más apremiantes para resguardarlos de las inclemencias del clima y otras que exponían a los niños a condiciones insalubres por carencias en sus servicios básicos.
A 34 meses de esa denuncia nos dimos a la tarea de repasar la situación que prevalece en esos centros educativos. Empezamos por la escuela primaria José Vasconcelos esto fue lo que encontramos:
La escuela José Vasconcelos no solo está asentada sobre la calle La Soledad. Sus alumnos y maestros caminan a diario, desde hace 10 años por esa soledad que los acompaña, no en silencio, pero sí con gritos que nadie escucha.
El plantel fue construido en 1994 sobre un barranco que a diario se desmorona, amenazando la vida de 150 niños y sus docentes. El perímetro de la escuela se ha encogido y el peligro acecha cada vez más a las aulas.
Desde hace 10 años las autoridades educativas, pertenecientes a tres diferentes administraciones estatales, les han prometido atender el caso. Aún no hay respuesta. En ese tiempo han rechazado el apoyo que han ofrecido organizaciones no gubernamentales, para mejorar la infraestructura del plantel, porque el Ichife (Instituto chihuahuense de infraestructura física educativa) no autoriza las intervenciones al edificio, porque esa escuela no debería de existir en ese lugar, considerado de alto riesgo.
Jesús Ernesto Dueñas, director de la escuela general José Vasconcelos, ubicada en la colonia Ladrillera de Juárez, confiesa que, con los cambios de gobierno, las solicitudes, los avances de los procesos se quedan “estancados” y hay que empezar de nuevo, porque “nadie sabe nada de tu caso”.
De pie sobre La Soledad se observan los contrastes de dos mundos. Apenas una cuenca casi seca separa a los habitantes de esta paupérrima colonia y de este plantel, que se construyó de manera provisional hace 24 años y que aún no encuentra suelo firme para ofrecer seguridad a los niños que alberga, del desarrollo desbordante de los Estados Unidos, del primer mundo.
Sus cimientos al aire son un monumento a la negligencia, a la indolencia hacia los hijos más pequeños del norponiente.
Hasta hace tres años sus salones estaban llenos de goteras, parte del plafón de una de las aulas cedió ante la humedad y esa parte del techo cayó sobre una estudiante, lesionándola. El problema se remedió un poco: a dos de sus aulas les colocaron láminas nuevas que les donó el Municipio.
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Aún así, dice Dueñas, los salones no son idóneos, no cumplen con la normatividad básica, por sus muros, su tamaño, el material de construcción.
También les colocaron un pequeño domo en el centro del plantel, sobre una plancha de cemento agrietada que hace las veces de cancha, en donde los profesores imparten a los pequeños sus clases de educación física.
Una década de súplicas
Jesús Ernesto Dueñas, director de la José Vasconcelos, lleva 11 años suplicando a los funcionarios en turno atención para su escuela. En un inicio para plantearles sobre la situación de la misma y la necesidad de atender las recomendaciones de la dirección de Protección Civil, respecto a clasificarla como plantel de alto riesgo.
A encargo de las mismas autoridades educativas se dio a la tarea de ubicar, al menos tres predios que pudiesen servir para construir un nuevo edificio escolar. Así lo hizo y llevó las sugerencias, estas fueron analizadas por el Ichife. Las autoridades de educación en la zona norte consiguieron uno de los terrenos, pero a la hora de las permutas la propiedad fue escriturada a nombre del Municipio de Juárez y no de la Secretaría de Educación; esta situación impidió que se continuara con los proyectos de reubicación de la escuela. Apenas el año pasado logró corregirse ese detalle, pero ahora las autoridades están indecisas sobre si el terreno es el adecuado, ya que se ubica sobre una zona que presenta riesgos de inundación.
“Esta zona es así, yo me pregunto qué es más grave ¿tener a los niños en una zona sobre la que podemos tener control en caso de inundaciones o seguirlos teniendo arriba de un barranco y que con una lluvia fuerte pueda arrastrarlo todo?”, cuestiona Dueñas.
Entre los cerros del norponiente hay muy pocos terrenos estables; además, cumplir con el requisito para que les construyan una nueva escuela es bastante difícil, ya que debe medir entre 5 mil y 10 mil metros cuadrados, debido a que el proyecto contempla también la reubicación, al mismo sitio, del preescolar Tláloc.
Hace apenas dos años hubo cambios en la administración estatal y eso retrasó los avances que se tenían del caso, confiesa. En ese lapso, uno de los terrenos ubicados fue ocupado por un Del Río, así que las posibilidades para la reubicación se disminuyeron.
“Realmente no sabes si desconocen la situación porque nunca saben nada. Uno tiene que andarles informando cada vez que hay cambios… y eso pesa, o haces tu trabajo, tu obligación con los niños o le dedicas el tiempo a los otros procesos que son difíciles, complicados”, dice.
Cuando el tiempo le da oportunidad de acercarse con las instancias que deberían llevar el seguimiento al caso de la escuela, ya es tarde y los funcionarios a los que busca no están en sus oficinas porque salen a atender otros asuntos, o porque su horario laboral terminó.
En esos dos años el terreno sobre el que se encuentra la escuela se achicó, la malla que resguardaba la parte trasera colapsó a consecuencia de la erosión. El plantel recibió apoyos, se recorrió la malla unos centímetros y se colocó una plancha de cemento para frenar los deslaves del barranco. Solo es una contención momentánea.
Soledad, impotencia, tristeza y decepción
Jesús Ernesto Dueñas es el hombre que ha dado la cara los niños y maestros de la José Vasconcelos, quien durante 10 años ha estado insistiendo para que los estudiantes tengan un lugar digno en donde estudiar.
“Les estamos fallando a nuestros niños, no les estamos brindando un servicio así como la Constitución lo demanda”, dice el profesor.
Sus esfuerzos e intenciones se han nublado de impotencia, tristeza, decepción y soledad ante la falta de interés y compromiso de aquellos que debieran atender los problemas de sus niños.
Hay impotencia porque no puedes hacer los cambios que se necesitan, tristeza por trabajar en estas condiciones que no son óptimas para los maestros ni para los niños, ante esa negativa de atender la situación de inseguridad que vivimos, por las condiciones del suelo.
Decepción porque esto no es digno, ni es justo, ni equitativo… especialmente cuando en los sexenios te hablan de equidad educativa, de cómo pasan los años y no pasó nada. No se vislumbran los cambios, ni los compromisos, ni las promesas que hicieron. Los años pasaron y los docentes y alumnos del plantel permanecen en La Soledad, en esa escuela cuyos cimientos flotan en el aire como un monumento a la indolencia.
La vulnerabilidad
• La escuela se construyó sobre un barranco; sería provisional
• Provisional es equivalente a 5 años; el plantel ya cumplió 23
• La escasa agua que llega sale con tierra; el sistema de filtros que tiene fue destruído por vándalos
• Con los años y con las lluvias el terreno se deslava y se aproxima cada vez más a las aulas
• Las aulas, en especial sus techos, están hechos con materiales que contravienen la norma para la edificación de escuelas.
Restitución de derechos a estudiantes es una obligación
Deben autoridades a hacer valer los derechos de los estudiantes de la José Vasconcelos
En 2016, un año después de que se promulgara la Ley de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, se creó el Sistema de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (sipinna), responsable de coordinar y diseñar aquellos planes que garanticen que se cumplan los derechos de todas las personas de 0 a 17 años.
El Sipinna fue diseñado para la implementación, alineación y transversalización de la política pública con perspectiva de derechos humanos de la infancia y adolescencia en los órganos, las entidades, mecanismos, instancias, leyes, normas políticas, servicios y presupuestos a nivel nacional, estatal y municipal.
El objetivo es respetar, promover, proteger, restituir y restablecer los derechos de las niñas, niñas y adolescentes, además de reparar el daños ante la vulneración de los mismos.
En el caso de los estudiantes de la escuela primaria General José Vasconcelos, los derechos de los niños se han vulnerado a lo largo de 23 años. Esta situación obliga a los responsables del Sipinna en Juárez a restituir y restablecer esos derechos.
José Luis Flores
El responsable de cuidar que no se vulneren los derechos de los niños es:
• Ex activistas de la Red por la Infancia
• Actual director del Sipinna Juárez
Los 25 objetivos del Sipinna
* Al menos diez de los objetivos del programa se incumplen con los niños de la José Vasconcelos:
1.- Brindar servicios de salud y seguridad social
2.- Reducir mortalidad materna infantil
3.- Brindar alimentación y cuidar la nutrición
4.- Atención al desarrollo integral temprano
5.- Prevenir y reducir el embarazo adolescente
*6.- Igualdad y cero discriminación
*7.- Sin pobreza y carencias sociales
8.- Escuela para todos y todas
9.- Inclusión de niñez y adolesencia indígena
10.- Inclusión de niñez y adolescencia con discapacidad
*11.- Entornos seguros y ambientes saludables
12.- vivienda, agua potable y saneamiento
*13.- Bienestar integral en la familia e instituciones
14.- Registro de nacimientos para todos y todas
*15.- Erradicar la violencia
*16.- Prevenir, atender y sancionar cualquier violación a los derechos humanos
*17.- Prioridad de atención en situaciones de emergencia
18.- Atención a migrantes acompañados, no acompañados y refugiados
19.- Prevenir y erradicar el trabajo infantil y explotación laboral
*20.- Garantizar acceso a la justicia
21.- Incluir la participación de niñas, niños y adolescentes
22.- Generación de contenidos con perspectiva de niñez
y adolescencia y participación en medios de comunicación
23.- Acceso a las tecnologías de la información
*24.- Espacios públicos para el esparcimiento, deporte y actividades culturales
*25.- Desarrollar articulación e implementación de los tres órdenes de gobierno.
Los responsables de resolver el problema:
Secretario de Educación, Cultura y Deporte Pablo Cuarón
Subsecretaria de educación cultura y deporte Judith Soto
Titular del Sipinna José Luis Flores
Titular del Ichife José Luis Ortuño
Diputado del distrito 03 Martha Lemus
Protección civil estatal Luis Guerra
Protección civil municipal Efrén Matamoros