Durante la madrugada del 5 de abril una tragedia enlutó a la familia de Sergio Martínez, quien fue víctima de un ataque armado que le quitó la vida cuando manejaba su vehículo de plataforma, cerca del cruce de las calles Tungsteno y Capricornio, en la colonia Luis Olague.
Silvia, esposa de Sergio, contó que él acababa de crear, con familiares y amigos, un grupo de apoyo para conductores de plataforma, con el que estaban monitoreando constantemente sus actividades y que todo transcurriera con tranquilidad.
Sin embargo, aquella noche algo andaba mal, recordó. La ubicación de su esposo seguía siendo la misma durante un largo tiempo, lo que la alertó a ella y a uno de sus primos, quienes no observaron cambios durante 40 minutos.

Al paso del tiempo, luego de una hora y 30 minutos aproximadamente, el primo se acercó al lugar de la última ubicación y se encontró con dos policías municipales, con quienes se entrevistó y les comentó la situación; no hallaban a su ser querido.
Los oficiales, le informaron que acababan de atender un incidente y le mostraron fotos: un hombre había sido atacado con un arma de fuego en la cabeza y había sido trasladado a recibir atención médica urgente.
Durante la madrugada, los miembros de su grupo estuvieron buscando su ubicación en los distintos hospitales de la ciudad, hasta que finalmente, se les informó la triste noticia: Sergio había sido llevado al IMSS 35, pero al llegar, ya no contaba con signos vitales.
Silvia comentó que los agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) le han estado informando que se encuentran en la realización de la carpeta de investigación y en búsqueda de los probables responsables.
Por medio de unas cámaras de videograbación encontradas en un domicilio cercano a donde se dio el ataque, Silvia relató que pudo ver cómo los dos hombres despojaron a su esposo del vehículo en el que viajaba, para posteriormente llevarlo caminando hasta un arroyo que se encontraba en el cruce mencionado, que es hasta donde se alcanzaba a ver en la grabación.
Tras el paso de unos minutos, señaló que solo se observó a los dos hombres salir corriendo del lugar, sin su esposo.
El hombre sociable, amoroso y adicto al futbol
Sergio tenía 37 años y era proveniente de la localidad El Ticui, del municipio de Atoyac de Álvarez, en el estado de Guerrero. Junto con su esposa, nacida en Acapulco, Guerrero, llegaron a esta frontera hace 12 años.
Al lado de Silvia, formó una familia que completó con tres niñas.
Al describirlo en pocas palabras, destacó que era un hombre muy sociable, que le gustaba platicar con todo el mundo. Además, refirió que también era alguien que le gustaba compartir lo que tenía con los demás.
Entre sus principales pasiones, comentó, estaba el futbol. Era fanático acérrimo del Deportivo Guadalajara, solía decir que el futbol “era su adicción”. Silvia contó cómo en la última visita del equipo tapatío a esta frontera, fue a verlos y tuvo la oportunidad de tomarse fotos con los jugadores.
Incluso, esa misma playera rojiblanca que portaba con tanto orgullo, es la misma que su familia colocó en el féretro durante su funeral.
De regreso a la tierra que lo vio nacer
El deseo de la familia es que los restos de Sergio sean enterrados en la que fue su tierra, donde se encuentran sus padres y hermanos, por lo que piden apoyo a la comunidad para cooperar en los gastos funerarios y en el traslado necesario para que el cuerpo llegue hasta El Ticui.
Por lo anterior, la familia puso a disposición la cuenta bancaría 4027-6658-5903-6130 para depositar cualquier donativo. De igual manera, se invitó a los interesados, a acudir a la Funeraria Ramírez, en la calle 5 de Febrero 860, en la colonia Chaveña.
