Construcciones establecidas al norte del bulevar Bernardo Norzagaray se encuentran a un nivel por debajo del nivel de la vialidad, situación por la cual trabajadores de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) realizaron instalaciones especiales para poder conectarlos al colector recién sustituido en esa zona.
Entre las edificaciones bajo esta circunstancia están el Centro de Recuperación Cívica Total (Cerecito), a donde se traslada a los conductores sorprendidos en estado de embriaguez, la escuela preparatoria de Altavista, un plantel de preescolar y un número no específico de viviendas y comercios, dio a conocer César Triana, jefe de Supervisión de Obra de la paraestatal.
Vecinos del cruce del bulevar Bernardo Norzagaray y viaducto Gustavo Díaz Ordaz, se comunicaron con Norte Digital para quejarse de que las aguas negras se estaban regresando a sus propiedades debido a una supuesta mala conexión del sistema de drenaje.

Sin embargo, el funcionario explicó que la problemática que se encontró en el sitio fue dentro de un local comercial, el que quedó resuelto a pesar de que los trabajadores de la JMAS no pueden entrar a los domicilios particulares, ya que la responsabilidad de reparar desperfectos al interior es de los propietarios.
Dijo que personal de la paraestatal realizó un recorrido por el punto que dieron a conocer los quejosos, donde las construcciones estaban conectadas a un colector viejo que está totalmente azolvado, lo que se resolvió conectándolos a la nueva infraestructura.
Hablaron con los vecinos y encontraron un local que, debido a que se había tapado un subcolector viejo, eventualmente se le fue tapando el drenaje sanitario local.
Indicó que trabajaron en la zona, cambiaron infraestructura, la conectaron y comenzó a trabajar el sistema, pero surgió el problema dentro de la construcción que, sin embargo, ya fue corregido.
Triana reiteró que el personal de la JMAS no puede entrar a los domicilios a revisar, solo se encargan de la parte macro del colector, pero están abiertos a resolver las problemáticas que se enfrenten.
Por lo pronto, agregó, se están arreglando otras situaciones de conflicto, como en el Cerecito, donde se está haciendo una preparación especial porque las construcciones están tan abajo del nivel de la vialidad que jamás se podría descargar el drenaje directamente al colector.
Algunas otras casas y locales serán conectados atendiendo esa problemática que genera el desnivel del suelo.
El funcionario explicó que el proyecto global del colector Norzagaray es parte de una estrategia puesta en marcha para resolver un problema que lleva décadas en la zona norponiente, donde las aguas negras brotaban a las calles y se iban al río Bravo, generando una importante contaminación.
Según los datos hidráulicos que posee la JMAS, esta tubería estará trabajando habitualmente a la mitad de su capacidad, pero conforme pasen los años podría llegar a trabajar hasta con el 70 por ciento, nunca a un nivel de saturación.
Además, el material del que está hecho es de alta densidad y muy resistente, por lo que durará varias décadas en funcionamiento, aseguró.
El supervisor de obra añadió que durante el trayecto de la construcción se van resolviendo los problemas que existen, tales como los que se encontraron en la zona norponiente de la ciudad donde se restituyó el colector.


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