El fatal accidente que se registró ayer en el paso a desnivel que se localiza a un costado de la Presidencia Municipal, pudo haberse evitado o al menos no haber tenido consecuencias tan catastróficas de haber respetado el chofer presunto responsable los límites de velocidad.
Fueron solo tres segundos en los que la imprudencia, el exceso de velocidad, el uso de alcohol y estupefacientes, marcaron la diferencia entre la vida y la muerte de personas inocentes.