Uno de los migrantes presuntamente lesionado por los militares, es quien habría pedido ayuda a las autoridades, para lo cual recorrió algunos kilómetros entre la arena y la maleza en la zona de Jerónimo, hasta que llegó a un punto donde se ubican establecimientos comerciales en medio del desierto.
Según trascendió, a pesar de que presentaba lesiones de proyectil de arma de fuego en sus piernas, la persona en movilidad tomó el riesgo y se desplazó hasta donde se encontraba una gasolinera y dos tiendas de conveniencia el pasado lunes entre la tarde y noche, sobre el libramiento Jerónimo que conduce al puerto de Santa Teresa, Nuevo México.
Ahí fue donde personas que transitaban por el lugar le ayudaron a pedir auxilio a las autoridades, ya que otros tres migrantes quedaron lesionados también, mientras dos más resultaron muertos a tiros, disparados presuntamente por soldados del Ejército Mexicano, los cuales los dejaron abandonados a su suerte.
El migrante que no ha sido identificado, habría recorrido un tramo que puso más en riesgo su salud, ya que se desangraba mientras daba cada paso.
De acuerdo al fiscal de la Zona Norte, Carlos Manuel Salas, la persecución y balacera en contra de los tripulantes de una camioneta Ford Expedition color guinda, comenzó a eso de las 6:00 de la tarde del pasado lunes.
Militares que patrullan la zona, se percataron de la presencia de la unidad que llevaba una escalera atada a la parte superior y comenzaron a perseguirla por varios kilómetros entre brechas, ya que le habrían pedido al chofer detener la marcha y al hacer caso omiso llegó el punto en que les hicieron varios disparos con sus armas.
Finalmente el vehículo quedó atascado en la arena, momento en el cual cuatro mujeres que iban en la misma, al igual que el chofer, identificado como el traficante de personas –pollero–, se dieron a la fuga a pie.
Los militares se retiraron también del lugar, dejando a los cuatro heridos y a los dos muertos ahí.
Fueron elementos de la Policía Estatal quienes recibieron el llamado para investigar el reporte ciudadano y al localizar a los migrantes victimados, solicitaron la presencia de ambulancias.
Ayer, cuatro soldados fueron entregados por sus propios mandos ante la Fiscalía de Distrito zona Norte, con todo y sus cuatro armas, para que rindieran su declaración en torno a los hechos.
El quinto soldado que participó en el evento se evadió y sus propios compañeros lo estarían buscando para entregarlo a las autoridades correspondientes.
El caso será atraído por ser de competencia federal.
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