Cuando nació Carlos Magdiel, el 17 de julio de 2015, los médicos le daban solamente seis horas de vida debido a que llegó al mundo con una condición médica poco común: ausencia de cerebelo, órgano que permite coordinar el movimiento, el equilibrio y la postura.
Sin embargo, gracias al amor y a los cuidados de su mamá, Rita Lizbeth Hernández, el pequeño ya cumplió 10 años y este viernes la Subsecretaría de Desarrollo Humano y Bien Común le donó una silla de ruedas PCI (parálisis cerebral infantil) adecuada para su edad.
Inicialmente, Rita tenía a su niño en una silla de ruedas normal, pero batallaba, por eso –relata– se acercó al DIF, donde le donaron una, que resultó muy grande para Carlos. Ahora, en la Subsecretaría, le canjearon su silla por una más pequeña.
“Venimos por la silla de mi rey, de mi niño. Me van a hacer cambio de silla porque utiliza una especial y la que me habían dado no era apta para él. A Carlos le dan crisis, se convulsiona y por eso requiere algo que lo detenga porque se puede ir de lado o de frente y lastimarse”, explicó su mamá.
Escuchar música lo calma bastante, pero las crisis no han dejado de aparecer, motivo por el cual debe tomar medicamento.
Explicó que cuando hay mucha gente cerca de él se desespera, grita y llora, tal como ocurrió hoy cuando estaba recibiendo su nueva silla.
Desde hace dos años se encuentra en lista de espera para ingresar al Centro de Atención Múltiple (CAM 21), pero la falta de espacios se lo ha impedido.
Es por eso que su mamá se dedica a su cuidado las 24 horas del día y no puede trabajar; sin embargo, vende minipizzas para obtener ingresos. Para llegar hoy al Parque Central, la dependencia estatal le suministró el transporte.
Gracias a las terapias que recibe en el Centro de Rehabilitación Integral Familiar (CRIF), Carlos Magdiel puede durar 13 segundos de pie, con algún apoyo puede dar algunos pasos y se desplaza agarrado de la pared.
La silla que usaba Carlos, se le donó hoy mismo a Alan Eduardo, un jovencito de 16 años diagnosticado con parálisis cerebral espástica, hemiplejia y microcefalia.
Ana María García, encargada de la Dirección de Grupos Vulnerables y Prevención de la Discriminación en la dependencia estatal, confirmó que el caso de Carlos llegó a través de los consejos de facilitadores que tienen en diferentes colonias y llamó a quienes tengan aparatos que no usen, a que los donen a esta dependencia.
“Las personas que quieran, pueden acercarse a la Subsecretaría a donar algún aparato multifuncional que tengan, como sillas de ruedas, andadores, bastones; se hacen cambalaches y poco a poco vamos cambiando la vida de las personas que las necesitan”, explicó.
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