Con 1.5 millones de pesos, el contratista solo arregló tres techos
Al exigir explicaciones, la directora de la secundaria 8347 se dio cuenta de que les incluyeron una máquina purificadora de agua con un costo de 300 mil pesos para bebederos, a pesar de que contaban con unos nuevos
Martín Orquiz | 10 abril, 2024
La expectativa en la Escuela Secundaria Estatal 8347 era que todos los salones que estaban en mal estado fueran arreglados con el millón 500 mil pesos que otorgó el Municipio de Juárez a la institución, pero al observar que solo se repararon los techos de tres aulas, reclamaron la evidente inconsistencia.
Alma Delia López Arana, directora de la institución que se ubica en el cruce de José Borunda y Hermenegildo Galeana de la colonia Partido Romero, informa que vacacionaban cuando se realizaron las reparaciones. Al reanudarse las clases, los profesores enfrentaron un desencanto al darse cuenta del pobre trabajo que se realizó.
En medio de este conflicto, la comunidad de la secundaria 8347 padece las malas condiciones del edificio, ya que en noviembre pasado se cayeron los techos de otros dos salones, los cuales permanecen clausurados por personal de Protección Civil debido al riesgo que representan.
La profesora tomó las riendas de la institución en septiembre del año pasado, cuando el proceso del apoyo otorgado por la administración municipal ya había iniciado, pero sus compañeros le hicieron saber la situación que se estaba enfrentando.
“Cuando yo llego, me comienzan a decir los profesores que cómo va a ser posible que con un millón y medio de pesos se haya gastado en el techo de tres salones, empiezo a pedir cuentas a la constructora, el presupuesto, cuánto se gastó, los materiales que metieron, pero batallé mucho para conseguirlo”, manifiesta para Norte Digital.
Envió oficios a diferentes dependencias, tanto del Municipio como de Educación estatal, para que le aclararan la situación. En esos días llovió y el agua se metió a las instalaciones, incluso en las estructuras que habían sido reparadas, por lo que envió más escritos para exigir una explicación.
A mediados de octubre pasado acudieron a la escuela trabajadores que repararon de nuevo los desperfectos a medias y se fueron. Fue entonces cuando personal de la Sindicatura Municipal visitó el plantel y, con base en las mediciones que realizaron, descubrió que faltaban de instalar al menos 120 metros cuadrados de techumbre.
Además, cuando se revisó el contrato, notó que se incluía una máquina purificadora de agua con un costo de 300 mil pesos, lo que le pareció ilógico. Incluso, ya habían dado por cerrado el proyecto cuando ni siquiera habían entregado ese aparato.
DAÑOS SIN REPARAR
Se volvió a requerir a la constructora, llegaron sus trabajadores a instalar lo que faltaba, pero todavía está pendiente la construcción de una cafetería, ya que la máquina purificadora de agua y bebederos ya habían sido instalados con recursos de la propia escuela e hicieron esa permuta.
“A nosotros no nos dejan ver cuánto cuesta una lámina, un barrote, obviamente ellos hacen sus presupuestos... no nos hacen saber nada de eso, a duras penas, a gritos y sombrerazos y haciendo llamadas todos los días pidiendo la cotización, creo que hasta ya los tenía hartos y vinieron a mostrar cómo se gastaron el dinero”, recuerda.
Alumnos juegan en el patio central del plantel.
Otra situación que considera irregular es que el cheque que le dieron al anterior director del plantel, Rubén Carrasco López, solo se lo mostraron y prácticamente se lo pasaron a los representantes de la constructora.
A pesar de que les impusieron el proceso y la comunidad escolar lo acató, los profesores estaban inconformes con los resultados porque no se justificaba el monto para el poco trabajo que realizaron.
Refrenda que, por circunstancias como la que enfrentaron, los integrantes de la institución deben estar involucrados en la atención de las necesidades que registra la escuela.
La funcionaria escolar compara la situación que pasaron en el programa “La Escuela es Nuestra” (LEEN), que sí involucra a los padres de familia y ni el director entra en el “teje y maneje” del dinero.
Vista área de la escuela en el cruce de José Borunda y Hermenegildo Galeana de la colonia Partido Romero.
Opina que son quienes realmente saben las necesidades y contratan al plomero o al electricista dentro de la comunidad, porque el programa federal pide que se ayude a los pequeños comerciantes del sector: “Eso es lo que falla aquí, se sigue dando oportunidades a las grandes empresas”.
La subdirectora de la secundaria, Laura Carrasco, sí vivió de cerca todo el proceso para arreglar el edificio, que es antiguo, por lo cual llevaban años realizando gestiones para la rehabilitación de sus instalaciones.
Dice que en mayo de 2023 se autorizó la aportación del Gobierno municipal para el plantel, lo que les pareció excelente ya que no tienen acceso a programas federales porque la institución es estatal y los recursos de esa instancia son limitados.
“Nos imaginábamos que nos iban a hacer la escuela casi nueva... solicitamos rehabilitación de techos y mandamos evidencia del mal estado en que estaban... como el daño estructural era bastante, me imagino que por eso determinaron esa cantidad”, menciona.
Creyó que les darían el recurso y que la comunidad escolar se encargaría de conseguir a los proveedores de material y servicios, incluso entre los padres de familia, pero fue muy distinto.
En mayo de 2023, relata, llamaron al anterior director para que acudiera a una reunión con representantes del Gobierno municipal y de la constructora, ahí únicamente firmó de recibido el recurso y se lo entregaron a los empresarios constructores ya designados por las autoridades.
Aunque el director participó en la elaboración del proyecto, que incluía la reparación de los techos, así como el resane y pintura de las paredes del patio escolar en el interior, se desconoce el por qué se agregó la máquina purificadora de agua y bebederos con un costo de 300 mil pesos.
“Cuando cambiaron al directivo de la escuela le comentamos a la profesora Alma que los bebederos no eran una prioridad... el resane de la escuela no lo hicieron, pintaron por encima de la pintura vieja, hay muchas cosas que no están bien, el techo no era el total de lo reparado y es por eso que se inician los reclamos”, indica.
Para la subdirectora, este sistema de apoyos es perfectible y hace la observación de que el Municipio nunca había otorgado recursos a escuelas y no contempló todas las posibles implicaciones la forma en la que asignó el recurso.
La escuela no tiene acceso a programas que otorguen más de 100 mil pesos. Muchas veces el Gobierno estatal, que es de quien reciben recursos, se limita a dar apoyo en especie, como calentones, bancas, pizarrones, pero no dinero en efectivo para reparar o hacer algún mantenimiento fuerte.
Considera que el Gobierno municipal tiene que mejorar la forma en que se asignan los recursos y tomar más en cuenta a la comunidad.
“Tenemos padres de familia que tienen sus empresas, son contratistas, conocen de construcción y son empresas locales en crecimiento, se tiene que incentivar precisamente el desarrollo del Municipio”, señala.
Además, habría más interés de los padres de familia porque se involucran en lo que se está haciendo porque es la escuela de sus hijos.
Por el contrario, reclama, no se consideró a la planta de docentes, a los tutores de los alumnos o a los mismos estudiantes, quienes tienen mucho que decir acerca de la distribución del recurso para cubrir las necesidades que realmente se enfrentan.