Vergonzoso. Esa es la palabra que define el estado deplorable en el que se encuentra actualmente la Sierra de Juárez, convertida en un basurero lleno de la inconsciencia de los malos ciudadanos.
El cochinero no es obra de unos cuantos improvisados, sino de gente organizada que se ha encargado de asesinar lentamente nuestro ecosistema. Son fantasmas sin escrúpulos, sin valores y sin amor por la ciudad.