Claman migrantes haitianos a juarenses

Mauricio Rodríguez

La presencia de los haitianos en Ciudad Juárez comenzó a notarse a finales de noviembre del año pasado; apenas eran unos cuantos, se les podía ver deambulando en la Zona Centro.

En diciembre de 2021, la situación comenzó a cambiar; según cifras no oficiales de grupos religiosos que les han apoyado desde su arribo, se estimaba que ya había en la ciudad aproximadamente 35 familias.

Actualmente se calcula que hay más de mil haitianos en la ciudad, entre hombres, mujeres e infantes. Son cerca de 300 las familias que se han asentado temporalmente en la localidad. De ellas, al menos 130 grupos de consanguíneos han manifestado su deseo de quedarse definitivamente a vivir aquí.

Muchos de ellos permanecen en Juárez sin espacios dignos para vivir, habitando en cuartos de renta bajo condiciones infrahumanas; sin un trabajo estable, abusados por sus empleadores, quienes en su mayoría no les han dado las prestaciones de ley.

Paradójicamente, prefieren sus condiciones actuales a las que tenían en su país de origen. En Haití, según testimonios recabados por sus albergadores, la tragedia derivada de la violencia, el desgobierno e incluso los azotes de la naturaleza, son superiores, por mucho, a lo que existe en esta frontera.

Esta migración forma parte de las que en años recientes se han vivido de manera masiva de personas provenientes de distintos países, principalmente de Centro y Sudamérica, con el objetivo de cruzar a los Estados Unidos; pero a diferencia de estas, las provenientes de Haití están pensando seriamente en quedarse.

Es algo que ningún Gobierno está dimensionando ni atendiendo en la medida de las necesidades que apremian, afirmó Cristina Coronado Flores, coordinadora del Ministerio para Migrantes de la Sociedad Misionera de San Columbano.

“Están llegando cientos. Al principio en diciembre teníamos una idea porque había gente de Haití aquí en el centro y estaban ellos teniendo como todos los centroamericanos, una manera de llegar para después cruzar, un intento, pero después fueron dándose cuenta de que no iban a poder cruzar porque estaban entrando, y los que estaban entrando los estaban deportando”, comentó.

En respuesta al ingreso de haitianos, el Gobierno estadounidense comenzó una deportación masiva a su país de origen; otros, decidieron regresar a México para buscar una nueva ruta, otra oportunidad para ingresar por otro puerto fronterizo.

La compleja situación social, económica, política y humanitaria, junto con las catástrofes que habían golpeado al país, provocaron en la última década movimientos de población en la nación caribeña, refirió la Organización de las Naciones Unidas en un comunicado oficial emitido en septiembre de 2021.

En el documento se señaló que “los haitianos en situación de movilidad en las Américas incluyen personas cuyos perfiles, motivaciones y necesidades de protección varían, lo que incluye niñez no acompañada o separada de su familia, víctimas de trata de personas y sobrevivientes de violencia de género. Algunas de ellas tienen motivos bien fundamentados para solicitar protección internacional como refugiados. Otras pueden tener necesidades de protección distintas”.

Otras cifras proporcionadas por la ONU indican que el aumento constante de la violencia y la inseguridad, habría provocado que al menos 19 mil personas fueran desplazadas tan solo en la capital de Puerto Príncipe durante el verano de 2021.

Según dichas estimaciones, más del 20% de la niñez ha sido víctima de violencia sexual. Además, casi el 24% de la población (el 12.9% de los cuales son niñas y niños) vivía por debajo de la línea de pobreza extrema, con ingresos de 1.23 dólares al día.

Su tránsito por México, rumbo al norte

Bajo esas condiciones en Haití, sus habitantes comenzaron un éxodo a distintos países de Latinoamérica, incluido México. La mayoría ingresó el año pasado como parte de las grandes caravanas al país por Tapachula, Chiapas, con la intención de tener como destino final los Estados Unidos. Pero tras fallar en su intento de ingresar por Del Río, Texas, comenzaron a moverse a otras ciudades.

Cristina Coronado Flores, quien coordina el Ministerio para Migrantes de la Sociedad Misionera de San Columbano, recordó que fue a finales de noviembre y principios de diciembre de 2021, cuando la presencia de los haitianos comenzó a hacerse notable en la ciudad.

“En diciembre comenzamos a acompañar a algunas familias en la búsqueda de dónde alojarlos. Ellos han tenido problemas en los albergues y no es tanto con la cuestión de su cultura, como dice mucha gente. Yo creo que es más bien nuestro racismo”, dijo.

“Ellos no quieren estar en albergues porque son muy independientes y quieren trabajar. Son muy presentes. Ellos no están pensando en lo que dejaron, sino que pueden decir: llegué a Juárez y no hay cruce, me quedo aquí, no sé cuánto tiempo. Eso ayuda mucho para poder nosotros acompañarlos”, expresó.

En el centro de apoyo que se instaló en la catedral, diariamente se les brinda apoyo a un promedio de entre 40 y 50 familias diariamente. La ayuda consiste en entregarles despensas, ropa y cobijas, así como artículos de aseo y de primera necesidad, refirió.

El apoyo en su mayoría proviene de grupos altruistas que integran las comunidades católica y cristiana en la localidad, aunque también la ciudadanía acude de manera regular a realizar donaciones.