Ebrard, ¿el Jordi Pujol mexicano?
Los grandes atracadores de los erarios nacionales están libres. Disfrutan sus inmensas fortunas al amparo de leyes arcaicas que protegen sus fortunas mal habidas en títulos accionarios al portador, casi siempre emitidos con el respaldo de los “gobiernos” cómplices.
Por FRANCISCO RODRÍGUEZ