Cuando se habla de asesinatos en serie, la primera idea que viene a la mente de los juarenses son los feminicidios que se cometieron durante la década de 1990, que dieron origen al triste denominativo de “Las Muertas de Juárez”.
Casos en los que se vieron implicados integrantes de bandas llamadas como Los Toltecas, Los Rebeldes, resonaron a nivel internacional, al verse implicados en los asesinatos.
Sin embargo, años antes de que este fenómeno criminal se internacionalizara y pusiera a Ciudad Juárez en el mapa mundial como la urbe más peligrosa del mundo para las mujeres, hubo un caso que pudiera ser el parteaguas de ese caos. Nos referimos al Estrangulador del Río.
A mediados de la década de los 80, en 1986 para ser precisos, ocurrieron una serie de crímenes contra mujeres que tenían ciertas similitudes, lo que dio a las autoridades una clara señal de que se enfrentaban a un asesino serial.
La manera de operar de ese ente criminal, obligó a las autoridades de Ciudad Juárez y El Paso, Texas, a trabajar de manera coordinada, ya que los asesinatos tenían lugar en los linderos del lado sur del río Bravo.
Las estranguladas del Bravo
Justo en ese lugar, fue donde se localizaron ocho mujeres; según consta en los archivos periodísticos, todas ellas murieron estranguladas, después de ser atacadas sexualmente.
La presencia de ese psicópata en las calles, lo convirtió en el hombre más buscado de la comarca.
El Estrangulador del Río, hizo vivir momentos de terror a la comunidad fronteriza durante 1986, cuando salía por las noches a cazar a sus víctimas que terminaban sin vida en las aguas del Bravo.
Las autoridades de El Paso y Juárez rescataron los cuerpos de ocho mujeres cuyos cuerpos estaban desnudos, tirados en parajes solitarios.
Autoridades policiacas de ese entonces, consideraban a este asesino como una persona sumamente inteligente que lograba convencer a sus presas hasta llevarlas al río, donde cometía las atrocidades, dejando sus cuerpos inertes, a la orilla, en un claro reto a los cuerpos de seguridad.
Un asesino 11 alias
De las ocho víctimas documentadas de este criminal, solo una era originaria de Ciudad Juárez, lo cual dificultó aún más las investigaciones de las autoridades, pero dejó en claro, el proceder de la mente del asesino, que escogía ciertos perfiles y aparentemente se encontraba bajo el influjo de las drogas al momento de los crímenes.
La Policía, siguiendo sus pistas, logró capturar al presunto asesino que se hacía llamar Pedro Padilla Flores, quien usaba otros nombres como Ramiro Adame López, Roberto Flores, Robert Romero, Sammy Chávez, Jerónimo Hernández, Richard Adams, Robert López, Herman Lovato, Robert Adame, Marcus Romero, Robert Lovato y/o Roberto Flores.
Padilla Flores, misteriosamente, cuatro años después de ser arrestado, logró escapar de la cárcel. Según se cuenta en los registros periodísticos de este caso siniestro, se encontraba recluido en una clínica de salud mental, debido a que, afirmaban, había comenzado a enloquecer; sin embargo, las autoridades nunca dieron una explicación convincente sobre su fuga.
Una nueva víctima
Lo aterrador del caso es que, fue a inicios de los 90, en 1992, cuando los asesinatos de mujeres comenzaron a cobrar relevancia. Con Padilla en las calles, prófugo, el temor se esparcía por la ciudad, el Estrangulador del Río se había convertido en el sospechoso número uno para las autoridades, ya que los patrones en los crímenes guardaban similitudes.
Padilla era un adicto reconocido en la zona centro y en 1998 cometió un nuevo feminicidio, ahora contra una mujer de origen holandés que en vida llevaba por nombre Hester Suzanne Van Nierop.
La joven de 27 años de edad, habría ingresado a un hotel del centro junto al criminal, quien dejó su cadáver tirado debajo de la cama. Van Nierop había sido violada y estrangulada. El asesino pudo ser identificado gracias a la descripción de empleados, logrando un retrato hablado que no dejaba dudas, el feminicida era Padilla Flores, quien había firmado el ingreso al hospedarse con otro de sus alias “Roberto Flores”.
Sin embargo, su captura tuvo que esperar 16 años, hasta que se logró ubicarle en una prisión en Estados Unidos, donde se solicitó su extradición para ser juzgado por el crimen contra la mujer europea.
El 24 de enero de 2014 elementos el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Servicio de Inmigración de Aduanas (ICE), entregaron al Estrangulador del Río a mitad del puente internacional Reforma, agentes de la Policía Ministerial se encargaron de llevarlo nuevamente a prisión.
El 1 de diciembre de 2015, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua anunció que se le dictó sentencia condenatoria de 35 años de prisión por el asesinato de la holandesa Hester Van Nierop.
Los feminicidios en los que se le relaciona como principal sospechoso, siguen siendo un misterio sin resolver.