El 28 de agosto de 2013 habían pasado en la ciudad 60 horas sin que se cometiera un homicidio. Una situación atípica para esos días, a pesar de que la ciudad ya había superado el periodo conocido como la Guerra contra el Narco.
El periodo en mención aconteció con mayor fuerza entre finales del 2007 al 2012, cobrando la vida de más de 10 mil personas, según el recuento periodístico.
Sin embargo, para el 2013, la cifra de asesinatos ascendió a 485, un promedio de 1.3 homicidios diarios. Aunque los asesinatos habían bajado, la muerte nunca dejó de rondar nuestras calles. Por eso lo inusual de que durante 60 horas no se registrara un crimen de este tipo.
Aquella mañana de miércoles del mes de agosto, la ciudadanía se dirigía a sus trabajos y centros escolares y todo ocurría con tranquilidad.
En la calle Miguel Ahumada, cruce con Vicente Guerrero, varias personas ascendían al camión de la Línea-4, las rutas amarillas, como se les conocía coloquialmente, que se preparaba para llevar a cabo su recorrido.
Tenía el cabello rubio y vestía de negro
El autobús de transporte urbano con el número económico 718, era conducido por José Roberto Flores Carrera, de 45 años de edad, quien contaba con 15 años como chofer de camión de pasajeros.
Eran cerca de las siete de la mañana y tras avanzar un par de kilómetros de la Zona Centro, en la esquina que forman las calles Colombia e Ignacio de la Peña, en la colonia Partido Romero, el camión detuvo su marcha ya que una pasajera le hizo la parada.
Testigos describieron a una mujer cercana a los 50 años de edad, de tez morena, tenía el cabello teñido de rubio y vestía de negro.
Según los testimonios, la misteriosa mujer sacó de su bolso un arma y encañonó al chofer, quien intentó huir bajando de la unidad, pero fue alcanzado por las balas en seis ocasiones, perdiendo la vida de manera instantánea. Mientras su atacante logró escapar entre las calles.
Según los reportes periodísticos, hasta ese día sumaban 45 homicidios en el mes de agosto y un total de 308 durante el año 2013. Entre las víctimas se contabilizaban cinco mujeres, dos de ellas policías municipales.
Un segundo homicidio contra choferes: “Se creen muy chingones”
Un día después, el jueves 29 de agosto, se reportó un asesinato con características similares al del miércoles. Una mujer, descrita con rasgos parecidos a los de la autora del homicidio había actuado, pero ahora en una zona diferente.
Según los testimonios recabados, la asesina, a quien ya los medios de comunicación identificaban como “la mata-ruteros”, había subido a un camión de la Ruta-4 con el número económico 744, en el mismo crucero de las calles Miguel Ahumada y Vicente Guerrero.
En esta ocasión, la mujer fue descrita igualmente de tez morena y cabello teñido rubio, de una altura aproximada de 1.65 metros de altura. Vestía pantalón de mezclilla y una camisa a cuadros.
La unidad de transporte circulaba con pasaje principalmente compuesto por estudiantes de preparatoria y universitarios. Fue precisamente en la parada de las avenidas Heroico Colegio Militar y Universidad, cerca de las 8 de la mañana, cuando ocurrió el nuevo crimen.
“Se creen muy chingones”, dijo la mujer para luego sacar el arma y disparar contra el conductor, identificado como Freddy Zárate, de 36 años de edad.
Los pasajeros bajaron despavoridos de la unidad en donde, según el reporte de la Fiscalía General del Estado (FGE), el chofer recibió tres impactos de bala en la cabeza y su cuerpo quedó recostado sobre el asiento forrado con terciopelo color guinda.
Conocidos de la víctima, señalaron que Zárate tenía varios años viviendo en esta frontera, pero no tenía familia y solo sabían que su madre vivía en los Estados Unidos.
Nace el mito de “Diana, la Cazadora de choferes”
Como si hubiera sido sacada de un guion cinematrográfico, la historia de la misteriosa mujer que asesinó a dos choferes de transporte público, cobró un giro inusitado días despúes, cuando un mensaje a través de un correo electrónico fue enviado a los medios de comunicación.
En la carta electrónica, la supuesta remitente que se autonombró como “Diana, la Cazadora de choferes”, afirmaba ser la autora material de los crímenes contra los conductores de autobuses, a quienes presuntamente acusaba de violar a mujeres trabajadoras de la industria maquiladora.
Según las líneas de investigación de la FGE, el supuesto móvil de los ataques se debían a “una venganza o un asunto pasional”.
Ante la nueva evidencia, la FGE indicó que el texto había sido integrado a la carpeta de la investigación y ya se trabajaba en un retrato hablado de la asesina, además de que se implementaba un operativo con agentes encubiertos en distintos autobuses.
Iniciaban así las autoridades, la cacería de la supuesta cazadora.
¿Qué decía la carta?
“Mis compañeras y yo hemos sufrido en silencio, pero ya no podemos callar más, fuimos víctimas de violencia sexual por choferes que cubrían el turno de noche de las maquilas aquí en Juárez, y aunque mucha gente sabe lo que sufrimos, nadie nos defiende ni hace nada por protegernos”, afirmó en el correo anónimo.
“Por eso yo soy un instrumento que vengará a varias mujeres que al parecer somos débiles para la sociedad, pero no lo somos en realidad, somos valientes, y si no nos respetan, nos daremos a respetar por nuestra propia mano, las mujeres juarenses somos fuertes”, añadía el texto de ‘Diana’.
Según la investigación que realizaba la Fiscalía, a la víspera se contaba con 12 denuncias de mujeres que habrían sido víctimas de ataques sexuales mientras viajaban en autobuses. La posibilidad de que Diana fuera una de ellas, cobraba fuerza.
El entonces fiscal, Jorge González Nicolás, informó que una línea de investigación más sólida sobre estos crímenes apuntaba a una posible venganza contra el gremio de transporte público, por su participación en el pasado en los casos de desaparición y asesinato de mujeres.
De acuerdo con el avance en la investigación, la mujer habría escogido al azar a sus dos víctimas, por lo que se creía que ninguno estaba relacionado sentimentalmente con ella, sin embargo, al ser trabajadores del transporte, revelaban algo del rencor en la supuesta venganza.
La vengadora desaparece
La figura de Diana, la vengadora, comenzó a crecer no solo en la ciudad sino al exterior, gracias a las redes sociales, detectándose incluso una página en Facebook, “Diana, la Cazadora de choferes”, la cual a la fecha ya no existe.
Ante esta situación, criminologos de la localidad hicieron un llamado a la población para no caer en un posible engaño, ya que el perfil de quien habría sido la autora material de los asesinatos de choferes y de quien o quienes estarían manipulando dicha imagen a través de internet, presentaban algunas discordancias.
Entre las inconsistencias, señalaban los especialistas, estaba el hecho de que la mujer a la que se identificaba como la asesina de conductores, tendría una edad aproximada de 50 años y era posible empleada de maquiladora, la cual, para aquellos años era poco usual que alguien de dicho perfil fuera usuaria frecuente de internet, especifícamente del Facebook.
A la par, los criminólogos lanzaron la posibilidad de que Diana pudiera haber sido un distractor, ya que en aquellos días, los conductores de líneas de transporte vivían bajo el yugo de los grupos criminales, quienes los extorsionaban, por lo que no se descartaba que una vertiente en la investigación pudiera ser no haber pagado la cuota que los hampones imponían a los trabajadores del volante.
Esta versión cobró fuerza cuando algunos choferes confirmaron la existencia de una supuesta lista de compañeros que estaban señalados por no haber accedido a seguir pagando la cuota.
Una leyenda urbana juarense, será llevada a la pantalla grande
A finales del mes de octubre del presente año, estuvo en Ciudad Juárez un equipo de filmación que llevó a cabo una serie de tomas, precisamente en la zona donde ocurrieron los asesinatos contra choferes.
El equipo de la producción fílmica no dio mayores detalles del trabajo que venían realizando en esta frontera y solo se limitaron en dar a conocer el nombre de la película: “La Cazadora”.
Mientras esta filmación llega a los cines, a poco más de 11 años de que se registraron estos crimenes, aún y con los operativos encubiertos que se realizaron por parte de las autoridades, de las detenciones de varias mujeres con características similares a las de Diana, lo cierto es que nunca se logró dar con la supuesta asesina de choferes.
“Diana, la Cazadora de choferes, no existe”, declaraban aquellos días de 2013 los especialistas, haciendo un llamado a la comunidad a no acrecentar una figura de este tipo.
En tanto, la FGE insistía a la sociedad para que denunciara a la asesina en caso de reconocerla a través del retrato hablado y así proceder a su captura. Algo que nunca ocurrió.