Body Balance: Mente y cuerpo en equilibrio

Si buscas un ejercicio que mejore tu flexibilidad, fuerza y te aporte una sensación de calma, armonía y bienestar, el Body Balance es para ti.
Este programa de entrenamiento que permite quemar hasta 400 calorías en una sesión, fue creado por la empresa neozelandesa Le Mills y se inspira en tres disciplinas: tai chi, pilates y yoga.
La primera se utiliza al inicio de la clase como calentamiento y para centrar la atención; la segunda, para trabajar el core y ganar fuerza en el centro del cuerpo; la tercera, para lograr los objetivos con posturas accesibles, pero que no dejan de ser todo un desafío.
Las clases de Body Balance tienen una duración de 30, 45 o 50 minutos, según el centro donde se impartan, en los cuales se realiza una secuencia de ejercicios que se adaptan a la música y se realizan de forma consciente, con la respiración controlada y una plena concentración en el movimiento y la postura.

Sus beneficios
-Es un entrenamiento muy completo, sus posturas y movimientos refuerzan la musculatura de la espalda, fortalecen el abdomen, los glúteos y las piernas; también trabaja el core, la resistencia y la fuerza

-Favorece la quema de grasa al trabajar con planchas y zancadas

-Aumenta la flexibilidad y agilidad gracias a las posturas inspiradas en el yoga

-Mejora la concentración, el equilibrio y la postura corporal

-Trabaja todo el cuerpo y contribuye a mantener un corazón saludable

-Te ayuda a encontrar tu centro, a reconectar contigo misma y con tu cuerpo

-Es una gran forma de aliviar tensiones, estirar los músculos y tomar consciencia de tu cuerpo

-Invita a la calma y relajación, gracias a la parte de meditación que se realiza al final del entrenamiento

-Permite quemar calorías de forma divertida

-Acaba con el estrés diario, después de la clase te sentirás relax y en total armonía

¿Quién lo puede practicar?

El Body Balance está recomendado para todos los que quieran conectar con su cuerpo y mente.

Es también ideal para quienes noten alguna tensión por la falta de actividad, por otro tipo de entrenamiento intenso o por el estrés diario.

Si estás embarazada o sufres algún tipo de lesión, recuerda que debes comentarlo con tu instructor para valorar tu caso antes de comenzar con las clases.