Los vehículos que no fueron ingresados a México con un pedimento de importación y solo se regularizaron a través del Decreto del registro Público Vehicular (Repuve), aunque pueden circular en territorio nacional sin problema, en Estados Unidos los pueden multar por omitir exportarlos de ese país, advirtió Adrián Rodríguez Almeida, presidente de la Asociación de Agentes Aduanales de Ciudad Juárez.
Esto significa que deben cumplir con el pedimento de importación y pagar el impuesto que corresponda de acuerdo al valor del vehículo, agregó.
El líder de los aduanales estimó que el proceso del Repuve, hecho a través de un decreto, ya perdió su objetivo.
Como origen, establecía que se pudieran regularizar vehículos que ya estaban dentro del país, pero perdió su finalidad, se distorsionó y se utilizó para importar vehículos, reprochó.
Gran parte de los vehículos que no tenían legal estancia en el país, dijo, cuando viajan a Estados Unidos, aunque tengan placas mexicanas, pueden ser susceptibles de multas porque nunca fueron exportados de ese país.
Rodríguez Almeida sostuvo que bajo ese esquema “totalmente inadecuado”, ingresaron una gran cantidad de vehículos amparados por el decreto.
“Lo inadecuado se presentó desde un inicio, cuando en lugar de regularizarse con un pedimento, a través de un agente aduanal que cumpliera con todo el procedimiento, se hizo de manera directa a través nada más del registro”, explicó.
El hecho implicó que ese vehículo ya no se pudiera comercializar y ya no pudiera tener acceso al extranjero, porque, insistió, no tiene un pedimiento de importación ni el documento de salida desde Estados Unidos.
“En el país no vas a tener problema, ya lo regularizaste, pero no lo puedes llevar al extranjero (…); si un agente del CBP (en Estados Unidos) captura el número de serie del vehículo, este va a aparecer en el padrón estadounidense y te van a preguntar por qué trae placas de México si no ha sido exportado y la multa puede ser hasta de 10 mil dólares”, advirtió.
Aunque ahora el número de importaciones es menor a la cantidad de autos que ingresaban al principio por el decreto de regularización, el flujo sigue, aunque en un 40 por ciento menos, estimó.
De acuerdo con Rodríguez Almeida, introducir vehículos o cualquier otra mercancía de manera ilegal es contrabando y para ellos significa competencia desleal porque todos esos ingresos deberían pasar por un trámite aduanero.
“Nosotros no estamos para apoyar de ninguna manera la ilegalidad”, remarcó.
Cuando se habla del contrabando, del ingreso ilegal de mercancías, agregó, para ellos es competencia desleal.
Dijo que como agentes aduanales están del lado de la autoridad, de manera que cuando se importa una mercancía, debe hacerse con los valores correspondientes, para que pague los impuestos correspondientes y no haya subvaluación.
Es por eso, dijo, que actualmente el Gobierno está revisando que en la importación de vehículos se declaren valores reales, porque se tiene que combatir la subvaluación.
En ese sentido recordó que los impuestos al comercio exterior, se aplican sobre el valor, no sobre el precio que se pagó.
“Subvaluación es cuando tu declaras una mercancía al 50 por ciento o menos del valor comercial”, aclaró.