Permanecen sin ser identificados los cinco hombres asesinados la noche de ayer al interior de un domicilio presuntamente utilizado como centro de venta y consumo de drogas, conocido como “picadero”.
De acuerdo con la versión preliminar de los gobiernos estatal y municipal, el móvil del ataque sería la disputa por el control del narcomenudeo; en este caso, una represalia por la supuesta comercialización de cristal.
El crimen múltiple ocurrió en la vivienda marcada con el número 2707, en el cruce con Orestes Pereyra, de la colonia Revolución Mexicana.
Un grupo del crimen organizado ha estado amenazando no solo a los vendedores de dicha sustancia, sino también a los consumidores.
El alcalde Cruz Pérez Cuéllar corroboró esta mañana, al concluir la reunión de la Mesa de Seguridad, la motivación detrás de la masacre.
Ese mismo día, en la escena donde quedaron los cinco cuerpos, se mencionó la presencia de un narcomensaje en el que se advierte a los llamados “cristaleros”.
Al menos dos narcomantas habrían aparecido de igual forma en distintos sectores de la ciudad.
Sobre los presuntos responsables del ataque a balazos registrado anoche, se informó que serían tres hombres que huyeron a bordo de un vehículo color blanco.