Cerca de las 11:00 de la noche del 28 de junio, agentes de la Guardia Nacional acudieron a la comunidad de El Sauz de Villaseñor en Celaya, Guanajuato, en respuesta a una alerta por un vehículo abandonado en condiciones sospechosas.
Reportes iniciales indicaron que, supuestamente, el automóvil tenía personas fallecidas en su interior. No obstante, cuando los uniformados se acercaron a la unidad e intentaron abrir la puerta, activaron un mecanismo que lo hizo estallar.
Aunque no se ha oficializado la cifra de elementos heridos, información pendiente de confirmar reportó que la explosión habría alcanzado a por lo menos 5 guardias nacionales, tres de los cuales se encontraban graves.
El automotor fue abandonado a la mitad de la calle Río Lerma, a un costado de la carretera Celaya-Salvatierra. El estruendo alertó a toda la comunidad y provocó el despliegue de un fuerte dispositivo de seguridad por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Policía Municipal y la GN.
Por otro lado, los guardias nacionales fueron trasladados al Hospital Regional de emergencia para recibir la atención médica correspondiente. Hasta el momento de la presente publicación, ninguna autoridad se ha pronunciado respecto al hecho ni ha informado el estado de salud de los miembros de la GN. De igual forma, sigue pendiente la confirmación sobre si había cadáveres dentro del vehículo.
El atentado en Guanajuato fue comparado por usuarios de Twitter con el registrado en Ciudad Juárez, ocurrido la tarde del 15 de julio de 2010, cuando un coche bomba explotó y dejó a cuatro personas muertas, entre ellas, al médico Guillermo Ortiz, un agente federal y dos hombres que no fueron identificados.
En el caso en esta frontera, delincuentes secuestraron a un civil, lo vistieron de policía, le dispararon a quemarropa y lo dejaron agonizante en medio de una calle de la 16 de Septiembre y Bolivia para llamar la atención de las autoridades.
Cuando las ambulancias y la Policía Federal llegaron al lugar del crimen, alguien hizo una llamada que activó un teléfono móvil conectado a 10 kilos de explosivos ocultos en un vehículo.
