La senadora Andrea Chávez Treviño y el presidente municipal de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, cerraron filas para declinar en sus aspiraciones electorales y ceder la nominación al Gobierno del Estado de Chihuahua por el partido Morena a Ariadna Montiel Reyes, actual secretaria del Bienestar.
Ambos perfiles tomaron esta decisión tras valorar el riesgo de que el partido guinda y blanco se fracturara a causa de una contienda interna y llegara debilitado al proceso electoral de 2027, cuando se renovarán la gubernatura, el Congreso del Estado y los 67 ayuntamientos.
Tanto la legisladora federal por Chihuahua como el edil juarense coincidieron en que el único factor real de unidad entre los morenistas de la entidad era la secretaria del Bienestar, debido a su cercanía con la presidenta Claudia Sheinbaum, el control de la estructura partidista en el estado y su influencia en el grupo parlamentario del Congreso local.
Sin embargo, Andrea Chávez condicionó su declinación a que Pérez Cuéllar no buscara la gubernatura por un partido distinto a Morena, escenario que —advirtieron— podría dividir a los simpatizantes de la Cuarta Transformación y abrir la puerta a un eventual triunfo del PAN.
Aunque esta información sonó como música para los oídos de la secretaria del Bienestar, de la campaña del “Amor por Chihuahua” y de sus no pocos operadores, la noticia que usted acaba de leer no es más que una de esas bromas tan propias del 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes.
Así que, si de verdad creyó que Andrea y Cruz se hicieron a un lado para dejar pasar a la “Amorosa” Ariadna, desde aquí se lo decimos sin rodeos:
¡Inocente palomita, que te dejaste engañar…!
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