La capacidad de transmisión y generación de energía eléctrica está en el límite en Ciudad Juárez, y aunque a finales de 2024 se amplió la subestación Terranova, dándole un respiro a la demanda en la zona suroriente, tiene fecha de caducidad.
El director de la Agencia Estatal de Desarrollo Energético (AEDE), Luis Carlos Hernández Ayala, puso en la mesa el problema.
El punto no es generar energía, sino cómo hacer que esa energía generada pueda ser transmitida y distribuida, para eso se necesitan subestaciones como la que se amplió en Terranova el año pasado, puntualizó.
En rueda de prensa este viernes, Hernández anunció que para fin de mes, ya estaría funcionando aquí la oficina de la Agencia.
Dijo que fue un encargo de la gobernadora, María Eugenia Campos Galván, en una gestión que encabezó la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Isela Molina Alcay.
La razón de abrir dicha oficina, apuntó, es que en Juárez existe la mayor problemática para el suministro de energía eléctrica.
En un principio se pensaba que había una necesidad de instalar una planta de generación aquí, refirió.
Después de dos años de análisis, se llegó a la conclusión de que la problemática no era tanto la falta de energía, sino la transmisión y transformación de la misma.
En los sistemas eléctricos, detalló, el área de generación funciona con termoeléctricas convencionales, ciclos combinados, energía solar, energía eólica, etcétera; en ese aspecto el estado de Chihuahua, está sobrado.
Sostuvo que actualmente la capacidad instalada es de 5 mil megawatts, para una demanda máxima que solo llega a 3 mil 500 en los meses de verano, la mayor parte –2 mil, aproximadamente– son consumidos en Juárez.
“Realmente, de lo que se genera de energía en el estado se consume solo el 70 por ciento, el 30 por ciento restante se va al sistema eléctrico nacional para que se consuma donde se requiere”, comentó.
Enfatizó que el problema es que no había la red suficiente para transmitir y distribuir la electricidad en una subestación y que pudiera ser consumida donde se requería.
En algunos puntos de la frontera, dijo, la infraestructura estaba saturada y es por eso que con la ampliación en Terranova se resolvió la demanda en esa zona, donde en los últimos tres años se han instalado grandes plantas industriales.
“La Subestación Terranova en el suroriente de la ciudad ya estaba muy saturada y se hizo una ampliación de 300 MVA (Mega Volt Amper) que es una muy buena capacidad de transformación”, ponderó.
La puesta en marcha de dicha estación fue resultado de gestiones de la Agencia con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), añadió.
La problemática es poder transmitir la energía disponible a donde se requiere el consumo, y eso se hace a través de la infraestructura que forman las redes de transmisión y distribución de energía, que atienden ambas instancias federales, agregó.
La CFE y el Cenace se encargan de la ampliación, crecimiento y operación diaria del sistema eléctrico nacional y ellos tienen planes de crecimiento.
Cuellos de botella
Desafortunadamente, señaló, había o hay cuellos de botella que no permiten distribuir la energía donde realmente se necesita.
“Es por eso que en estos años nos hemos dedicado a gestionar que se puedan hacer obras para transmitir, transformar y distribuir la energía, en la Agencia nos hemos dedicado a garantizar eso, sobre todo en Juárez”, remarcó.
Gracias a esa ampliación, se descongestionó la zona que es donde hay mayor demanda de proyectos de crecimiento de empresas y que requieren más energía, agregó.
Pero aquí en Juárez, dijo, los 300 MVA ya no serán suficientes para los años que vienen.
“Esto nada más nos dio un tanque de oxígeno para pasar estos dos años que vienen, máximo tres, pero hay que pensar en las demás obras”, advirtió.
En el plan de fortalecimiento de infraestructura que anunció la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, para el 2025-2030, que incluye el reforzamiento de la energía eléctrica, vienen obras para Juárez que van a significar sumar mil 500 MVA a esa capacidad de transformación y distribución, anunció.
“Son obras pensadas para atender la demanda que vendrá después de los dos o tres años que se cubrieron con la ampliación de Terranova”, insistió.
Para los nuevos desarrollos hacia Santa Teresa y San Jerónimo, están pensadas la sub estación Paso del Norte y la subestación San Jerónimo, apuntó.
“Es importante pensar que, dentro de dos o tres años, se va a requerir una demanda de energía, para la que actualmente, no está la infraestructura de transmisión y de transformación en subestaciones en esa zona”, afirmó.
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