Es una mañana tranquila en los alrededores de las oficinas de la Asociación Ganadera de Chihuahua, ubicadas en esta frontera, justo a un costado de la Aduana Fronteriza por donde miles de cabezas de ganado pasaban diariamente como producto de exportación hacia los Estados Unidos.
Sin embargo, por la crisis sanitaria del gusano barrenador, en el lugar reina mayormente el silencio. Aunque del lado americano, dos enormes columnas de acero se levantan sobre el suelo, son obras para ampliar el muro fronterizo, aprobadas desde el pasado 5 de junio por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, para añadir 58 kilómetros del muro fronterizo.