Si tu perro ladra desconsolado, hace destrozos y no te obedece, es muy probable que esté aburrido y a la larga, puede desarrollar ansiedad o un tipo de depresión.
Una serie de conductas problemáticas que dificultan la convivencia también pueden ser consecuencia del aburrimiento de tu amigo canino.
Las 4 señales más comunes son:
1. Comportamientos compulsivos: Repite movimientos sin un motivo aparente, por ejemplo, persigue su propia cola o se lame constantemente.
2. Parece deprimido: Está triste, aletargado, más cansado de lo normal o sin apetito.
3. Ladra en exceso y de forma desconsolada: Es una forma a través de la cual reclama que le prestes mayor atención.
4. No obedece y causa destrozos en casa: La desobediencia se presenta en perros más independientes y muy inteligentes, los cuales se aburren con un adiestramiento repetitivo o necesitan una mayor estimulación mental; además, cuando tienen mucha energía y poco ejercicio físico, tienden a morder o romper objetos.
¿Cómo evitarlo?
Préstale más atención
Quizá sin darte cuenta, por el ritmo de vida diario, no le dedicas todo el tiempo que necesita. Busca un espacio libre y comparte más momentos con él.
Den un buen paseo diario
Es la mejor medicina contra el aburrimiento y es fundamental para su correcto desarrollo psíquico. Se recomienda que el paseo dure mínimo 30 minutos.
Actividades divertidas que lo estimulen
Cuando salgan al parque, no olvides llevar una pelota o también puedes crear una pista de rastreo, por ejemplo, untar con comida su juguete favorito y esconderlo para que lo encuentre.
Juguetes adecuados
Si tu perro se queda solo en casa, es importante que tenga al alcance juguetes que lo ayuden a pasar mejor el tiempo que no estás. Pelotas de goma, juguetes blandos o con sonido son ideales.