Las estaciones del año son una parte importante dentro del fenómeno astronómico que ha regido la tierra desde hace siglos.
Estas se mueven respecto a las posiciones del Sol y la forma en que va rotando la tierra, provocando cambios diversos que impactan directamente en el clima y también, aunque parezca mentira en el humor y comportamiento no sólo del ser humano sino de la fauna y flora.
Para este 2023, el Equinoccio de Otoño iniciará el sábado 23 a partir de las 12:50 am y tendrá una duración aproximada de dos meses.
Algo de la historia de Vivaldi y del “Otoño”
Y sin duda que la mejor forma de recibirlo es sentado cómodamente en un sillón, a la intemperie, con un vaso de vino… y escuchando “Otoño”.
Obra inmortal escrita aproximadamente en 1720 y publicada en 1725, por el compositor veneciano Antonio Lucio Vivaldi, también conocido como el ‘prete rosso’ (cura rojo), llamado así por ser sacerdote y por tener su cabello pelirrojo.
Vivaldi fue un genio en la forma en que utilizó la música para pintar la estación del año melódicamente con gran habilidad, indudablemente que a través de ésta se evoca un ambiente estacional; “Otoño”, muchos críticos y amantes de la música culta la consideran como una de las mejores obras de la música clásica.
El primer movimiento comienza con un baile campirano en un festival de la cosecha. La música es nítida y despreocupada. A medida que las líneas del violín solista se vuelven más virtuosas, se puede percibir la alegría del momento.
El segundo movimiento toma la forma de un hermoso Adagio molto; con cuerdas suavemente ejecutadas se puede percibir al escucharlas la llegada del aire más fresco del otoño.
La alegría regresa en el tercer movimiento considerada una de las piezas barrocas más encantadoras de la música clásica.
Las Cuatro Estaciones son de las obras más ejecutadas a través de la historia, “Otoño” sin duda que será escuchada hoy a todo lo largo y ancho del planeta, esperando que lo que evoca se vuelva realidad: hojas de los árboles color marrón cayendo cadenciosamente, luz de velas, calor de chimenea, vino y la compañía de los seres queridos.
Les compartimos esta brillante interpretación por parte de la virtuosa violinista holandesa Frederieke Saeijs, acompañada de la Orquesta Sinfónica de los Países Bajos.