A lo largo de la historia de la humanidad, las mujeres han ocupado un lugar poco privilegiado en el imaginario y en la realidad, si bien es cierto que aparecen como madres o como seres deseados, muchas veces se les ha asociado con la traición, con la culpa y con la pérdida. Este es el caso de Malintzin, Malinche o Marina.
Esta indígena oriunda de lo que hoy es el estado de Veracruz, que fue otorgada a Hernán Cortés como parte de un botín de guerra, y cargó con el estigma de traidora por siglos, incluso cuando se alude a que alguien menosprecia su propio país se le llama malinchista.
En el poemario La voz de Malintzin (2016), Idalia Sautto (1984) da voz a esta mujer que, a pesar de hablar varias lenguas, no tuvo oportunidad de defenderse ante el tribunal de la historia.
Durante mucho tiempo se nos enseñó que tanto ella como los tlaxcaltecas eran los traidores a la patria; sin embargo, en ese momento histórico no había patria, además de que los mexicas o aztecas eran el imperio reinante cuando llegaron los conquistadores a lo que hoy es México. Este imperio mantenía subyugados a los pueblos circunvecinos y en cuanto vieron la oportunidad de liberarse, como los tlaxcaltecas, pues lo hicieron.
Sautto presenta la voz poética de Malintzin y habla de su niñez y de sus vivencias con los soldados españoles, como se lee a continuación: “Mi padre me dijo/ Malinche/ Dios no es un sonido/ tu nombre sí/ te invocan en la oscuridad/ te insultan en la noche/ por traducir a los dioses/ y cocinar su maíz./ Yo le respondí:/ La oscuridad también es parte del corazón”.
Se ve aquí cómo esta mujer inteligente solo era usada por los hombres indígenas o españoles para sus propios beneficios y la despreciaban en ambos bandos.
En este poemario Idalia Sautto nos invita a escuchar la voz de Malintzin, de aquella mujer inteligente, audaz, valiente, de aquella cuyo error más grande fue quizá enamorarse de un hombre que no la quería y que solo la utilizó para conseguir sus objetivos: conquistar la gran ciudad de México Tenochtitlan.
*Los comentarios del autor son responsabilidad suya y no necesariamente reflejan la visión del medio.
