“Sí se nos hizo muy largo. Está bien. Gracias a Dios ya llegó y todo, pero en el camino perdimos muchas vidas, perdimos muchos familiares y pues si se siente feo que (la vacuna) haya llegado demasiado tarde”.
Esas fueron las palabras de Edgar Salazar, un trabajador de maquila de 34 años que este martes acudió al segundo día de vacunación para personas de 18 a 39 años.
Aprovechó que labora en el turno vespertino para llegar al punto de vacunación de la Universidad Tecnológica poco antes del mediodía.