Regidores por voto directo “atoran” reforma constitucional
Fuentes mironianas dignas de todo crédito nos confirman que el PAN contempla defender a capa y espada la elección de regidores por planilla, y no por voto directo, como lo propone Morena.
Es decir, que mientras los morenistas quieren que el regidor se gane el puesto a punta de raspar la suela y hacer campaña en la calle, los panistas quieren continuar con el cómodo status quo de que las regidurías sean parte del voto que se emite por el presidente o presidenta municipal.
Dicho de otra manera, el panismo quiere que las elecciones sigan con la misma dinámica que traemos de la década de los 80s, cuando empezó la alternancia en el poder a nivel municipal: que haya “olas electorales” que definan todos los cargos en disputa.
Con un sistema como el actual—el que defiende el PAN—el alcalde o alcaldesa electa asegura mayoría en el Ayuntamiento y con ello el dominio total y absoluto de las decisiones que ahí se tomen.
En tanto, Morena quiere que el regidor corra por cuenta propia y gane su cargo a golpe de voto. Esto abriría la posibilidad de que un alcalde gane pero tenga ayuntamiento de oposición.
El PAN ha defendido el punto con argumentos que no van acordes con el discurso pronunciado en defensa del Instituto Nacional Electoral, en favor de la autonomía, la democracia y la madurez del electorado mexicano.
Tan no quieren ese tipo de elección, que han llegado a expresar que la ciudanía “no está madura” como para elegir a sus regidores en boleta aparte.
Es decir, que sí pueden elegir presidente de la República, senadurías, diputaciones locales y federales, gubernaturas y alcaldes, pero no regidores. Al menos esa es la postura del PAN.
Por lo que hace a Morena, pretende multiplicar el gasto electoral con las campañas a regidor, pero reducir el presupuesto para el órgano electoral encargado de organizar ese proceso. Como que tampoco cuadra su esquema.