El caso de Maru y Heliodoro Araiza, para Pedro Navajas, por aquello de “la vida te da sorpresas”
Como se lee: el ungido por las deidades del Palacio de Gobierno para cubrirle la espalda al “Primer primo del estado” mientras este repone el batido procedimiento que lo llevó a rector de la UACH, es nada menos que el abogado que representó a Alejandro Domínguez, exdiputado local, en la demanda que interpuso contra la alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, Maru, para los cuates. Ambos fueron diputados en la 64ª Legislatura, en aquellos tiempos cuando Duarte trataba al Legislativo cual oficialía de partes.
Así fue: en el año 2018, el entonces exdiputado local por el PRI, Alejandro Domínguez Domínguez, presentó una demanda en contra de Maru por presuntos pagos recibidos de la administración del gobernador César Duarte Jáquez.
Domínguez, quien hoy en día dirige lo que queda del PRI, acusó ante juez que Maru estaba en la llamada “nómina secreta” y sustentó sus acusaciones en copias de los recibos firmados por ella.
El abogado que asesoró a Domínguez en aquel entonces fue nada menos que Heliodoro Araiza, a quien los medios de la capital le resaltan su grado de “doctor”, pero no mencionan su pasado litigante contra la actual gobernadora.
Antes que eso, Araiza fue abogado del entonces alcalde Marco Adán Quezada, del PRI, cuando este era perseguido por el Gobierno de César Duarte, cuando trataban de hincarle el trágico espectáculo del Aeroshow del año 2013, donde nueve personas perdieron la vida y más de 50 resultaron con graves heridas.
Es decir, que el mismo Araiza fue el abogado de quien demandó a Maru, y del esposo de Lucía Chavira, la que disputó a Maru la presidencia municipal de Chihuahua en las elecciones del 2016 y cuya sola mención aún le causa indigestión a la hoy gobernadora.
¡Esas son vueltas y las de la rueda de la fortuna que puso Corral en la ciudad infantil de Chihuahua!
Mientras todo eso sucedía, las “estaciones” de radiopasillo estuvieron a todo lo que daban durante el lunes 3 de octubre. Desde temprano, se hablaba de una operación o especie de “Plan B” por si se caía el interinato al frente de la UACH de Luis Alfonso Rivera Soto, padre de Luis Alfonso Rivera Campos.
Fuentes Mironianas nos aseguran que fue el mismo Domínguez, cercano a Rivera Campos, quien sugirió la opción de Heliodoro. ¡Vaya coincidencias!
Y mientras todo eso se movía en los pasillos de la rectoría, en los del Palacio de Gobierno, la diputada consentida, Georgina Bujanda, se reunía con el secretario General, César “Duártegui”. No vaya a ser que, en todo este reborujo, se le caiga la Secretaría General de la UACH que le tienen prometida.