Esta semana el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó sancionar a Morena por utilizar una imagen caricaturizada del presidente Andrés Manuel López Obrador para promover candidaturas en el proceso electoral en el que se renovaron seis gubernaturas.

Como era de esperarse, el fundador del partido que gobierna 21 estados con el 56 por ciento de los electores en el país, estalló en una de las mañaneras.

Culpó a los conservadores “que ya se encuentran desesperados porque no puede levantar en las encuestas”. En otras palabras, les dijo que andaban metiendo las narices en el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal electoral.

También se veía venir la reacción en cadena, ya que Morena es un partido disciplinado en ese tipo de cuestiones y suele obedecer los llamados de sus líderes, ya sea por amor a la causa o hasta por intereses personales. No quieren quedar mal.

Al día siguiente del enojo de López Obrador, el presidente nacional del partido, Mario Delgado, llamó a todos los morenistas a hacer campaña en redes con los Amlitos.

Por eso ahora algunos morenistas sacaron del olvido al muñeco para colocarlos en sus centros laborales y hasta en el tablero de sus automóviles. Primero fue el coordinador de los diputados por Morena, Ignacio Mier, luego otros prominentes líderes del partido aparecieron con sus monitos en sus cuentas de Facebook y Twitter.

No se podía quedar atrás el presidente municipal, Cruz Pérez Cuéllar, quien llamó la atención este día en Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz en el Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata (CERI).

El alcalde colocó a Amlito en la mesa donde se encontraban representantes de la Fiscalía General del Estado, Agencia Estatal de Investigaciones, Secretaría de Seguridad Pública Estatal, Secretaría de la Defensa Nacional, Guardia Nacional y Secretaría de Bienestar, entre otros.

Las imágenes fueron distribuidas en un comunicado oficial. Las fotos del alcalde quedan para la historia.