“Nuestras fronteras no están abiertas y continuaremos expulsando a quienes ingresan ilegalmente a nuestro país y no tienen una base legal para quedarse…”

Esta fue la declaración terminante que el comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) Chris Magnus, hizo ayer desde Washington, a 8 días de que finalice la Orden de Salud Pública del Título 42, implementada con motivo de la pandemia.

El alto funcionario dejó muy claro que a partir del 23 de mayo, habrá consecuencias para todas las entradas ilegales, apegados al Título 8 de la ley migratoria de los Estados Unidos.

La diferencia entre ambas normativas es que mientras el Título 8 obliga a las autoridades a trasladar a los indocumentados a centros de detención durante varias horas, donde pueden pedir asilo, el Título 42 autoriza la deportación en caliente, sin espacio para el asilo.

El funcionario reconoció que esperan un aumento significativo de migrantes ilegales, pero también dijo que las agencias federales se han estado preparado con una estrategia para controlar la frontera “de manera segura, ordenada y humana”, aumentando el personal y los recursos.

El informe que Magnus rindió ayer en la capital de los Estados Unidos revela que la aplicación del Titulo 42, aún en vigor, contribuyó a que una cantidad mayor de lo habitual de migrantes, realizaran múltiples intentos de cruzar la frontera, lo que significó que las estadísticas de personas que lo intentaron por una sola ocasión, aumentasen considerablemente.

El número de encuentros únicos en todo el país en abril de 2022, fue de 157 mil 555, una disminución del 2 por ciento en la cantidad de encuentros únicos en comparación con marzo.

Un dato interesante revela que hubo 32 mil 288 detenciones adicionales realizadas por oficiales de Operaciones de Campo en un solo puerto de entrada, (sin precisar cuál), hecho que fue atribuido a la gran cantidad de ucranianos procesados en los puntos de acceso de la frontera suroeste. 

Otro número revelador fue el de familias de migrantes, que aumentaron de 37 mil 882 que hubo en marzo, a 54 mil 773 en abril.

Los encuentros totales de migrantes que tuvo la oficina de Aduanas y Control Fronterizo a nivel nacional, durante el año fiscal en curso, desde octubre 2021 hasta abril 2022, fue de 1 millón 478 mil 977 personas.

La estrategia que desplegarán las agencias federales incluyen aumento de recursos para más personal, transporte, apoyo médico e instalaciones, aumentar la eficiencia del procesamiento para reducir la tensión en la frontera; aplicar las consecuencias de la entrada ilegal, incluida la expulsión acelerada y el enjuiciamiento penal; reforzar la capacidad de las ONGs y coordinar con socios estatales, locales y comunitarios; atacar y desbaratar organizaciones criminales transnacionales y traficantes de personas y, disuadir la migración irregular al sur de nuestra frontera, en asociación con otras agencias federales y gobiernos.

El tiro está cantado y como residentes fronterizos debemos esperar que nuestras autoridades también se estén preparando para enfrentar las consecuencias de un aumento de la migración y las deportaciones masivas por esta frontera. No vaya a ser que los agarren como al Tigre de Santa Julia.

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Con el número de carpeta 37-2022-15149, la Fiscalía Especializada de la Mujer comenzó a integrar la denuncia contra un elemento de la Guardia Nacional por la violación de una mujer, ocurrido en las oficinas que tienen en el Aeropuerto de esta ciudad.

El caso, que se ha manejado con total hermetismo oficial, señala a un individuo de apellido Bautista, comisionado en la vigilancia de las instalaciones del aeropuerto Abraham González.

La presunta violación habría ocurrido el pasado fin de semana, cuando el uniformado llevó con engaños a sus oficinas a la mujer, que se desempeña como guardia de una agencia privada en el puerto aéreo.

La denuncia ya es del conocimiento de los mandos de la Guardia Nacional, esto, para evitar que el presunto implicado pueda huir.

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De acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas, México rebasó el lunes pasado las 100 mil en el periodo que va de marzo de 1964, al 16 de mayo de este 2022.

Es decir, en 58 años han desaparecido un promedio de mil 724 personas por año, 143 por mes, principalmente en los estados de Jalisco, Tamaulipas, México y Nuevo León.

Los números de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas de la Secretaría de Gobernación, indican que 74 mil 733 son hombres, 24 mil 763 mujeres y 516 tienen un sexo indeterminado.

De ese total de desparecidos, 3 mil corresponden a extranjeros que se encontraban en México por cuestiones de trabajo, turismo, estudios o migrantes.

El mayor número de estas victimas corresponde a ciudadanos estadounidenses con 959. Le siguen los hondureños con 514; los guatemaltecos con 425 y los colombianos con 200, aunque en menor número también hay caribeños, sudamericanos y europeos.

Los estados con más extranjeros perdidos sin rastro alguno de su paradero son Jalisco, Edomex, Michoacán, Veracruz, Tabasco y Tamaulipas.

No existe un patrón que indique las principales causas de estas desapariciones de extranjeros, porque se trata de hombres y mujeres casi en la misma proporción, 58.17 por ciento contra 41.9 respectivamente.

Menos mal que en estas estadísticas de espanto, el estado de Chihuahua no encabeza las cifras rojas como en otros indicadores de violencia e inseguridad, aunque sí registra más de 500 desapariciones pendientes de resolver.